“El mundo de la mujer burguesa es su hogar. En cambio, el hogar de la mujer proletaria es el mundo, el mundo entero, con todo su dolor y su alegría, con su fría crueldad y su ruda grandeza…”
Rosa Luxemburgo
En esta ocasión, me dirijo a ustedes para hacerles ver mi punto de vista sobre el Día Internacional de la Mujer. Hagamos un poco de historia.
Este día tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX, en un momento de gran expansión y turbulencias en el mundo industrializado, en el que la mujer empezó a alzar cada vez más su voz.
La vida de la mujer en aquel entonces en Occidente era una historia de limitaciones: no tenían derecho a voto, a manejar sus propias cuentas, a formación, y con una esperanza de vida muy menor que la de los hombres, por el caso de los partos y los malos tratos.
Un ejemplo de esa inquietud y debate entre mujeres se acrecentó en 1848, cuando las estadounidenses Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott reúnen a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres, en Estados Unidos.
Ambas mantuvieron que “todos los hombres y mujeres son creados iguales” y exigieron derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para el colectivo.
En ese momento, recibieron burlas, especialmente en cuanto exigieron el derecho a votar, pero dejaron una semilla, que, con el tiempo, fue creciendo, destaca la ONU en un especial, sobre el activismo de la mujer a lo largo de los años.
¿Por qué no unir fuerzas todos, las y los trabajadores, todo el pueblo en general, para que juntos hagamos caer al enemigo mayor del proletariado?
En este contexto, los historiadores coinciden en destacar como antesala directa del Día Internacional de la Mujer, la marcha de mujeres que se vivió en Nueva York en 1908, cuando unas 15 mil se manifestaron para pedir menos horas de trabajo, mejores salarios y derecho a votar.
Este día se conmemora alrededor del mundo para hacer conciencia sobre la importancia de proteger sus derechos y garantizar que estas puedan alcanzar todo su potencial; sirve para visibilizar la desigualdad y discriminación que aún viven las mujeres en todo el mundo, así como hacer efectivo su derecho.
¿Por qué existe la discusión sobre cuál de los dos sexos es más importante? Hombres y mujeres tienen muchos problemas en común; un ejemplo muy grande es la pobreza.
Sé que muchas han sufrido inigualables cosas de parte de algunos hombres y se debe hacer justicia, en eso estoy totalmente de acuerdo; a esos agresores que han aprovechado su fuerza y su papel en la naturaleza para hacer daño, pero el enemigo mayor no son los hombres, es la burguesía, el capitalismo: ese es el enemigo a vencer, al que debemos hacer caer para tener una vida mejor para todos por igual.
¿Por qué no unir fuerzas todos, las y los trabajadores, todo el pueblo en general, para que juntos hagamos caer al enemigo mayor del proletariado?
El Movimiento Antorchista es una organización que inspira e impulsa a sacar lo mejor de nosotras y nos vuelve más guerreras; nos ha enseñado a luchar no sólo para nosotros, sino para todos, los más desprotegidos.
En Antorcha, el papel de las mujeres es importante y necesario. Los hombres y mujeres proletarios, tienen un enemigo en común: la pobreza y carencias que necesitamos resolver.
Adelante, compañeras de lucha; sin mujeres combativas, no hay revolución.
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