* La propuesta no viene de un fuerte movimiento popular y obrero, destaca Luis Miguel López Alanís, vocero antorchista en Baja California Sur
La Paz. B.C.S. La pretendida reforma que reduciría la jornada laboral en México de 48 a 40 horas tiene un inconfundible olor a manipulación electoral, afirmó Luis Miguel López Alanís, vocero estatal del Movimiento Antorchista. El momento de su posible aprobación, en marzo próximo, estará a sólo tres meses de las elecciones, por lo que estas son el objetivo, aseveró.
López Alanís destacó que la propuesta de reforma no viene de un fuerte movimiento popular y obrero sino de una iniciativa en la Cámara de Diputados que no tiene una base social que haya estado luchando por empujarla:
“Ni de manera regional ni mucho menos nacional se vieron ríos de obreros en las calles del país exigiendo ese derecho; sólo por su origen ya debemos maliciar las intenciones de aprovecharse de la ingenuidad de nuestro pueblo”.
La verdad es que en muchas partes del mundo esa reforma ya es una realidad, dijo el portavoz. En Brasil son 44 horas; en Chile eran 45 horas y están bajando a 40; en Estados Unidos y Canadá son 40, etcétera: “Es una tendencia mundial ya vieja que tenía que llegar a nuestro país, y cuya aprobación el año pasado se retrasó en México para llevarla a cabo este año con fines de una utilidad política insana; para ganarse el voto de agradecimiento de una parte de la clase obrera, la parte más confundida y desorientada, que no hace aún conciencia de que sus derechos no son favores de la burguesía, sino exigencias reales de sus lastimosas condiciones de vida”.
Con la reducción de la jornada laboral sin disminución del pago, los defensores del régimen burgués argumentan que la calidad de vida de los mexicanos podría mejorar, pues tendrían un día más de descanso (o sea, dos a la semana), además de ocho horas de labor al día y más tiempo para estar con su familia, así que otorgar esa reforma como un regalo de Morena y su 4T, justo antes de las elecciones, será ejercer una gran presión inmoral y manipuladora sobre los votantes.
Y esos argumentos no son tan ciertos, dijo; la reforma es útil, pero no sacará a los obreros de sus penurias. Por ejemplo,Inglaterra y varios países de Europa y del mundo tienen décadas con esos horarios y la situación de sus clases obreras es lamentable, andan marcha tras marcha protestando en las calles. Además, quienes en México o en cualquier parte del planeta no están en el ámbito formal (con contrato, prestaciones y demás), tampoco podrían tener este beneficio. Por ello, si se aprobara la reducción de la jornada laboral junto con las “vacaciones dignas”, como entrecomilló el vocero, beneficiaría máximo a cuatro de cada diez trabajadores mexicanos, de acuerdo con Victoria Herrera, investigadora del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (Cemees): “Serán cuatro buenos votos; en porcentajes, claro, con los que no contaba Morena”.
Finalmente, aseveró que, si no se llegara a aprobar la reforma, será de cualquier forma un excelente pretexto para pedir votos a favor de los partidos que “oportunistamente” la promovieron.
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