Dimos cuenta de la invitación que recibí de los estudiantes para platicar con ellos, con motivo de las actividades que realizan rumbo a su VI Congreso Nacional, y registre ante usted, amable lector, la grata sorpresa en nuestro recorrido, al encontrar estudiantes: informados, inquietos, participativos y deseosos de explicaciones. Preguntábamos cuál era la razón de esta actitud de los estudiantes de Tamaulipas.
La explicación es relativamente sencilla, pero de una gran significación: son estudiantes en lucha. Y así lo reafirman en el lema de su VI congreso: “Luchando a Favor de la Educación en México”. Veíamos que su organización, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), nació el 23 de mayo de 1999 en el antiguo Distrito Federal, y que se dispuso a luchar por el mejoramiento de la educación en cada uno de los estados del país y llevarla hasta los más apartados rincones, donde se necesitará.
Fue en este año de 1999 –cuando nace la organización nacional– durante el gobierno de Enrique Cárdenas del Avellano, como presidente municipal de Ciudad Victoria, que la FNERRR, dio su primer lucha nacional con la asistencia de jóvenes estudiantes de distintos estados de la república, que apoyaron a los estudiantes tamaulipecos en su lucha por un subsidio para las casas del estudiante "Prof. y Gral. Alberto Carrera Torres", realizando movilizaciones y un plantón frente a la presidencia municipal.
Lograron solución a su demanda –con el apoyo nacional de la naciente organización– y llevan 23 años en la tarea de organizar la lucha de los estudiantes en el Estado, en esta tarea, claro que, han incidido en la mejora de la educación de la niñez y juventud tamaulipeca. Y con el respaldo y apoyo, del pueblo trabajador, lo han hecho también –el incidir– en la educación y mejora de campesinos, colonos y maestros; el pueblo trabajador.
Ahora bien, está lucha tenas, perseverante, sin cuartel, no solo ha incidido en la mejora de la educación, ha dado frutos. Ha formado hombres nuevos: profesionistas con sentido crítico, formación científica, espíritu democrático, entregados en cuerpo y alma a la lucha del pueblo pobre de Tamaulipas, de México y del mundo.
El ánimo necesario para emprender está grandiosa tarea, fue el que sentí, percibí y toqué en las risas, gritos, saludos, tímidos en algunos casos, fuertes en otros, que recibí al llegar a Nuevo Laredo; el joven estudiante Juan Antonio Chávez Cereceres al frente de una treintena de jóvenes y señoritas, encabezan a más de medio millar de estudiantes con uno de los planes de lucha más difícil, pues su escuela necesita:
Terreno para construir instalaciones, pues no tienen laboratorio de cómputo, por increíble que parezca, ya que están a la orilla del río Bravo, frente a la populosa ciudad de Laredo Texas, en el municipio fronterizo por donde cruza el 78 por ciento del comercio mundial. Un municipio con fuertes ingresos económicos.
Son varios años ya de lucha por el terreno con el que colindan, y necesitan para la construcción del taller de cómputo, espacios culturales y deportivos. Gobiernos van y gobiernos vienen, de todos los colores, y a pesar de acuerdo tras acuerdo, sigue sin resolverse tan importante necesidad.
Un nutrido grupo de jóvenes estudiantes de Reynosa y Matamoros nombraron también su comité, ellos se encuentran luchando por la casa del estudiante y la condonación de inscripciones en la UAT, Tecnológico y bachillerato. Con una población de 541 mil 979 de Matamoros y de 704 mil 767 de Reynosa, llegan a 1 millón 246 mil 746 habitantes.
En el municipio de San Carlos en el ejido Barranco Azul, dirigido por Priscila López Mata: se requiere la introducción de la energía eléctrica, del agua potable, equipamiento del taller de cómputo, escaleras de acceso, arreglo de sanitarios. Techumbre y auditorio, canchas deportivas. El N.C.P. Nicolás Bravo, en el municipio de Abasolo, encabezados por Karla Elizabeth Molina Sustaita, la reinstalación de la energía eléctrica, la techumbre, laboratorio de química y física. Dirección, Y en el municipio de Soto La Marina, ejido el Porvenir, dirigidos por Olga Mar Gómez García, necesitan aulas, laboratorio de cómputo y techumbre.
Los jóvenes que encabezan estos tres contingentes son de los que más han luchado, pues el deseo inicial de sus padres, de que sus hijos contarán con educación, no fue bien visto por las autoridades locales, poniendo todo tipo de obstáculos, pero gracias a la perseverancia de campesinos, estudiantes y maestros han salido adelante. Toca hoy a estos jóvenes encabezar la lucha en esta etapa.
Continuamos por el IV distrito; estudiantes del municipio de Tula, luchan por la condonación de inscripciones de la UAT, Tecnológico, Normal y bachillerato. En el municipio de Bustamante, Ejido Calabacillas, encabezados por María del Carmen Ávila Pérez, luchan por la introducción de energía eléctrica, laboratorio de cómputo, piso de la techumbre, laboratorio de física y química, biblioteca, banda de guerra, vestuario de danza, teatro, transporte, instalaciones deportivas.
Felicito a los estudiantes, a sus padres, a sus maestros, pues están decididos y lo vienen haciendo: cumplir con la aspiración del Revolucionario Alberto Carrera Torres, que luchó por la tierra, el bienestar y la educación del pueblo. Originario de este lugar.
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