Recientemente se hicieron públicos los resultados de la medición multidimensional de la pobreza en Tlaxcala que realiza el Coneval. Los porcentajes que se comparan corresponden al periodo que va de 2020 a 2022.
En el año 2020 se declaró como pandemia la emergencia sanitaria de Covid-19 en el país. Todos sabemos los estragos económicos que causó el cierre de establecimientos comerciales; trajo consigo muchos despidos y los candados en establecimientos públicos impidió trabajar a muchos vendedores ambulantes, el cancelar actos masivos sin duda trajo un receso de la economía.
Es importante decir que, en la pandemia, mientras mucha gente se empobreció, las 2 mil 655 personas más ricas del mundo —15 de las cuales son de nuestro país— lograron aumentar sus ganancias, de acuerdo con el Informe “La ley del más rico” de Oxfam.
“Con 43 días de ganancias de estos millonarios bastaría para erradicar la pobreza en México” se declara en dicho informe. Vivimos pues, un aceleramiento de la pobreza y la desigualdad en la mayoría de los países a causa de la pandemia.
Cabe recordar que durante la pandemia no hubo por parte del Gobierno ningún apoyo emergente; sólo se lanzó el sonsonete “quédate en casa”, y lo que la gente se preguntaba era cómo sobrevivir, si por un lado los amenazaba la pandemia y por otro, el hambre.
Sin duda tal fenómeno tenía que resonar en las cifras de la pobreza; lo curioso es que esto no se menciona y se sale a decir con bombo y platillo que el actual Gobierno ha disminuido la pobreza. Lo que se tendría que decir es que hay una recuperación en las actividades económicas después de la pandemia y que a pesar de ello, la pobreza sigue creciendo.
Si comparamos las cifras de pobres de 2018, año en que no existía pandemia, con las cifras de 2022, año en que prácticamente la economía se había reactivado, encontramos que el número de pobres ha aumentado 1.5 por ciento. Visto desde este ángulo, Tlaxcala tiene el mayor aumento del país; le sigue Estado de México con 1.10 puntos porcentuales.
La población en situación de pobreza extrema también aumentó: pasó de 3.3 a 6.8 por ciento en el mismo periodo, es decir la cantidad de gente en pobreza extrema se ha duplicado a partir de 2018.
En Tlaxcala las autorizó tratan de tapar el sol con un dedo, diciendo que somos el estado más seguro del país; un país que chorrea sangre: “el menos lobo entre los lobos”. ¿De qué nos sirve eso?
Con tales cifras, la entidad ocupa el quinto lugar con el mayor porcentaje de población en situación de pobreza (Chiapas con 67.4 por ciento; Guerrero con 60.4 por ciento; Oaxaca con 58.4 por ciento; Puebla con 54.0 por ciento y Tlaxcala con 52.5 por ciento) con 797 mil 310 habitantes en esta condición.
Lo anterior no podía ser de otra manera. La política de entrega de dinero no saca a la gente de pobre; hace falta inversión en obra pública, aumentar los salarios, crear empleos, apoyar la educación, fortalecer la vivienda popular e invertir en el sistema de salud pública; misma que han traído del “tingo al tango”, dejando graves afectaciones a la salud del pueblo trabajador.
De acuerdo con el mismo informe del Coneval, el indicador de carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 13.7 a 45.2 por ciento; una cifra espantosa que podemos comprobar en la realidad. Los tlaxcaltecas prefieren pagar una consulta en las ya plagadas farmacias de genéricos y comprar ahí su medicamento, que rogar por una ficha para recibir consulta en el SESA o esperar meses para unos estudios de urgencia. Obviamente, estos datos ni por error los mencionan los voceros del gobierno.
La pobreza y la desigualdad económica son consecuencias directas del sistema capitalista que impera en nuestro país, y que mientras los trabajadores no se organicen y hagan un cambio en las entrañas de la estructura económica, el pueblo no vivirá mejor.
Dos acotaciones:
1. Es importante en primer lugar que nuestras autoridades no se engañen, sino que vean la realidad tal cual es; de lo contrario les podría salir el “tiro por la culata”.
2. La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros no debería valerse de eventos engañosos, demagógicos, llenos de retórica; tratando al pueblo como párvulo al que puede engañar fácilmente. Eso habla de que no hay resultados reales que demostrar y de la concepción denostable que tiene hacia el pueblo.
Como consecuencia del crecimiento de la pobreza, en Tlaxcala los problemas se han acrecentado, la inseguridad ha aumentado a niveles nunca vistos en el estado. Claro, tratan de tapar el sol con un dedo, diciendo que somos el estado más seguro del país; un país que chorrea sangre: “el menos lobo entre los lobos”. ¿De qué nos sirve eso? Por si fuera poco, los niveles de impunidad en el estado son de los tres más altos del país: 99.5 por ciento, según la Organización Impunidad Cero.
Ante esta realidad objetiva, poco o nulamente difundida, tengo que decir, con todo el desprecio que pueda ganarme de los que se han propuesto hacer una “cuarta transformación” junto con sus seguidores: La pobreza en Tlaxcala no ha disminuido; los problemas han aumentado.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario