La pandemia por covid-19 llevará a la pobreza a más de la mitad de la población en Yucatán, 163 mil habitantes se sumarán a las filas de la pobreza. La Secretaría de Planeación y Evaluación (Seplan) del Gobierno del estado estima que antes de la crisis de la covid-19 había un millón 21 mil yucatecos en pobreza, si sumamos la cifra que da el Coneval, el número ascenderá a un millón 180 mil personas en números redondos. Esta cantidad representará más de la mitad de habitantes del estado, el 45 por ciento de ellos viven en Mérida. La pobreza se agrava con la pérdida de más de 80 mil empleos, por lo que 16 municipios yucatecos se encuentran en situación crítica por pobreza extrema.
Por otro lado, en Yucatán, el desplome del poder adquisitivo de la población y el consiguiente aumento en los niveles de pobreza significa un retroceso de más de dos décadas, esto significa que al no haber empleo, se dificulta el ingreso económico de los hogares. Eso es un problema real, pues ninguno de los prospectos a candidatos tomaron en cuenta estas cifras que dan organizaciones no gubernamentales y, por ende, se olvidaron de las verdaderas necesidades de la gente.
En campaña, los políticos vendieron un panorama totalmente fuera de la realidad, fuera de la verdad cuestión de demandas de infraestructura y de impacto permanente para ayudar a la sociedad, entre ellas, obra pública, alumbrado público, pavimentación de calles y carreteras, agua potable, un sistema pluvial más adecuado en varios municipios y colonias, apoyos al campo, programas de subsidio estatal, solo por mencionar algunas obras que ayudarían verdaderamente a la gente.
Sin embargo, la única forma de hacer proselitismo de los políticos en Yucatán fue la misma que se hace desde muchos años sin cambio alguno y sin el menor intento por ayudar verdaderamente los problemas sociales; engañando a la ciudadanía y distrayendo su atención de los verdaderos problemas con sus campañas de guerras sucias en contra de sus oponentes políticos.
Cada elección sirve para que estos políticos de siempre lleguen al poder y después olvidarse de las promesas de campaña que con tanto ruido le hicieron creer a la gente humilde, peor aún para quienes dieron su voto por unos cuantos pesos y que este dinero no les alcanzaría los tres o seis años que estará en el poder cualquiera que sea según el caso en su candidatura.
Los candidatos saben que la mejor estrategia para ganar es darle una despensa a los pobres, porque la mayoría tiene hambre o no tiene dinero que les alcance para cubrir sus necesidades por lo menos una semana. Pero para ellos los ciudadanos no podrán exigir más porque a sus ojos ya pagaron cada uno de los votos. He ahí el problema más grande para los pobres porque no encontraran puertas abiertas en el transcurso del mandato, como ya es costumbre.
Los yucatecos perdemos muy pronto la memoria, pues se nos olvida que no hace mucho tiempo el huracán “Wilma”, con vientos máximos de 295 kilómetros por hora, dejó daños por muchos millones de pesos y el fallecimiento de 63 personas. Se nos olvida que la tormenta tropical “Cristóbal” dejó con el agua casi hasta los hombros a muchas comisarías de varios municipios, dejando pérdidas millonarias en las cosechas y a miles de yucatecos prácticamente en la calle, perdieron sus cosechas que servían para sostener a su familia, también perdieron a sus animales ahogados, y lo peor es que perdieron sus pertenencias y sus casas.
¿Entonces, por qué sabiendo las verdaderas necesidades no hicimos presión para que se cumplieran como mínimo las palabras de quienes entonces juraron ayudar a los pobres? ¿Por qué nos conformamos con despensas cada quince días o cada mes como si una despensa durara tanto, y no buscamos la reposición de los animales de cría o de traspatio que de alguna manera reducía el hambre cuando ya no había que comer? Ninguno de aquellos famosos candidatos que fueron a sacarse la foto en las inundaciones, eso solo deja entrever su soberbia política antes de ayudar de corazón a nuestros paisanos, no hubo quién ayudara a cambio de nada.
Por eso les recuerdo a todos los yucatecos que no está bien olvidar tan pronto ese tipo de heridas, porque no cicatrizan en unos meses, no se olvidan tan fácilmente, la casa que perdimos, y que ahora dejamos sin techo y sin patrimonio a nuestros hijos. Exijamos a los gobernantes que hoy están en el poder y también a los que pronto tomarán el cargo nuestros derechos.
Tenemos que unirnos con un solo objetivo; luchar para que no usen a nuestra gente para llegar al poder a cambio de nada, es hora de que el pueblo entienda que si no luchamos no encontraremos ninguna solución, pero si todos nos decidimos a luchar por lo que nos corresponde haremos de la política un verdadero acto democrático, que no solo nos pongan por cual votar sino, al contrario, que nosotros decidamos a quién poner como un verdadero representante del pueblo, que conozca las necesidades reales porque él las vive y está dispuesto a cambiar el futuro de cada una de sus comisarías y municipios. Por eso es importante que conozcan el proyecto de Antorcha, organización que lucha los 365 días del año, y no solo en las elecciones, porque para Antorcha las necesidades están todo el año y han estado toda la vida. Ven con nosotros y luchemos por el estado que todos queremos.
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