El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por la forma abrupta de hacer cambios en la organización de la sociedad, como una panacea de todos los males. La educación no ha sido la excepción. En ese tenor, ha propuesto trabajar con la Nueva Escuela Mexicana que se implementará en el próximo ciclo escolar que inicia el próximo mes.
Por la información que hasta ahora nos han compartido las autoridades educativas, distingo 5 modificaciones, aunque ya dije, solo superficiales. A) Ahora en lugar de trabajar por campos disciplinarios, se trabajará en 4 campos formativos:1) saberes y pensamiento científico, 2) ética, naturaleza y sociedades, 3) De lo humano y comunitario y 4) Lenguajes.
Lo que se argumenta, es dejar de lado contenidos irrelevantes para conectar al alumno con un contexto más real, que le permita el desarrollo de actitudes solidarias y aprender colaborativamente. Al respecto, estoy de acuerdo. Pero eso para mí significa, mostrarle la verdad sin adornos, y mostrarle con sinceridad cómo está dividida la sociedad, solo en dos clases sociales, y de qué lado le toca estar, cuáles son las razones de sus males y el papel tan importante como agente de cambio. Con capacidad de analizar y criticar la realidad que le acontece, pero sobre todo desear transformarla en una mejor para todos. ¿Será esa la pretensión de la 4T al darles dinero en una tarjeta, aunque no hayan estudiado ni aprendido nada en la escuela? B) Se incorpora el desarrollo socioemocional como una prioridad, siendo este el punto más importante del nuevo modelo. Argumentando que, para el desarrollo económico, social y humano de las nuevas generaciones, la adecuada convivencia es imprescindible. Y en esto, yo también estoy de acuerdo, la sociedad necesita transformarse, reconocer que la humanidad nació en colectivo, y en colectivo progreso; que la individualización del ser humano incentivada desde todo el aparato ideológico que nos acosa diariamente con más intensidad, está siendo fatal para nuestra especie. Pero para ello deben generarse condiciones donde se procure el desarrollo de la cooperatividad, la solidaridad, la empatía, el trabajo en colectivo.
Y en el modelo económico en que vivimos actualmente, donde la competencia y el afán de ganancia priva por sobre todas las cosas, si está difícil, pues se contradicen. C) Mayor autonomía para las instituciones educativas, que según, permitirá que tanta plantilla docente, padres de familia y alumnado, tengan injerencia en las formas y contenidos para aprender, respecto a su contexto real. Esto según ellos, implica asegurar que todos los docentes ejerzan su puesto desde el mérito y la calidad académica. Y esto suena genial, estoy totalmente a favor, ojalá suceda. Pero la tendencia va hacia otro lado, la centralización del poder ha sido otra característica de este gobierno. Conceder autonomía al colectivo docente implica privilegiar sus derechos como colectivo y eso dista totalmente con lo que sucede en la actualidad. Es muy evidente que nos quieren mantener separados, divididos y si se puede hasta enemistados, y la forma de hacerlo, es concediendo derechos a unos a reserva de otros. Por ejemplo, en una plantilla de 9, donde 4 son administrativos y 5 son docentes, tan solo en este semestre, se otorgaron 4 apoyos para los docentes que los administrativos no merecieron; apoyo para lentes, estímulo a la puntualidad, apoyo para compra de libros y apoyo para servicio de guardería. ¿Acaso a los administrativos, no se les desgastará la vista, no llegaran puntuales a sus labores (siendo ellos quien abren y cierran las puertas del plantel), no necesitan leer y no tendrán hijos que llevar a la guardería? D) Reemplazo de los grados escolares por fases de aprendizaje.
Se proponen 6 fases. La fase 1 y 2, que equivale a la educación inicial y preescolar, en 3 años, con 3 horas de estudio diario, la fase 3, 4 y 5, que equivale a los 6 años de primaria, en dos años, con 4 horas de estudio diario, y fase 6, que equivale a los 3 años de secundaria, con 7 horas de estudio diario. Aquí nada nuevo se propone, solo cambio de nombres y una forma distinta de agrupar los grados, y lo preocupante es que estamos a dos meses de iniciar con el nuevo ciclo escolar y el mapa curricular, cuando menos, del Nivel Medio Superior, está incompleto. ¿Y los materiales de estudio, alcanzaran a estar listos para el inicio? E) Una evaluación formativa, donde se busca una evaluación diagnóstica y formativa, no cuantitativa o numérica, de acompañamiento constante y personal del alumno. Y esto tampoco es nuevo, ya es una propuesta pasada, y la considero muy necesaria, pero la experiencia que nos queda, es que lo que faltan son más docentes en la plantilla, muchas más horas en la jornada, y diferentes especialistas de la educación, pues cada día el universo de estudiantes es más diverso, pues nuevas formas de aprender, nuevos desafíos, nuevas enfermedades y problemáticas acontecen a los estudiantes. Creo que mientras no se procure que en cada plantel haya un equipo multidisciplinar amplio y completo, conformado, por ejemplo, por un psicólogo, un trabajador social, un especialista de la salud, un encargado del deporte, un encargado de promover la cultura; quedaremos en las mismas.
Como se distingue en una revisión previa, las modificaciones son solo estéticas, es decir solo se cambia de nombre o forma de agrupar, nada nuevo que no se haya propuesto en el pasado. Así como la 4T. Lo que sí se repite es el desorden en la ejecución, pues faltando unos días para dar inicio, aún no está terminado el mapa curricular, y mucho menos se tienen listos los materiales de estudio. Muy al estilo de la 4T.
Es necesario advertir el engaño, frenar los desatinos en la educación, y exigir verdaderas novedades, como un incremento al gasto de la educación, que implique mejores salarios para los docentes, mejor infraestructura educativa, la tecnificación de la educación, etc. Si eso no sucede, quedará muy claro que esta reforma a la educación solo es una burla más de la 4T hacia el pueblo de México que creyó en su gobierno.
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