Uno de los derechos que tenemos los mexicanos es la seguridad. El Estado tiene la obligación de brindarnos la seguridad para que todos podamos transitar de manera libre y segura por las calles de nuestra ciudad o de nuestras colonias, sin embargo, en pleno siglo XXI, este derecho constitucional no está a la mano de muchos, ya sea si hablamos que estamos en nuestras casas o en nuestro auto; la inseguridad, como producto directo de la pobreza se cuela en cada uno de los rincones de nuestro país , y en Tijuana las cifras en materia de seguridad son alarmantes.
Apenas el pasado fin de semana, en los medios de comunicación y en las redes sociales salían titulares que señalaban que era el fin de semana más violento, que la inseguridad crecía de manera desproporcionada y que las autoridades no hacían nada para pararla, cifras oficiales señalaban que eran 28 personas asesinadas en tan solo la madrugada del sábado 11 de junio, tan solo en el municipio fronterizo, el dato era alarmante, si hablamos del estado en general, el número crece, así como la percepción de la ciudadanía.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana compartió su último informe de seguridad, donde destacó a Tijuana, nuevamente, como la ciudad en el país con un número mayor de homicidios dolosos en los 50 municipios prioritarios. Una situación que tiene un impacto directo en las calles de esta zona fronteriza.
Este último reporte reveló que Tijuana, por una gran cantidad de muertes violentas, sigue ocupando el primer lugar en homicidios dolosos del país, con 513 casos supera en más de 270 ocasiones al segundo de la lista, que es Juárez.
La estadística reveló que solo en el último mes, en Baja California subieron los homicidios de 205 a 213, es decir un aumento de ocho muertes violentas. La ciudad de Tijuana se colocó en los primeros cinco lugares de homicidios dolosos en México donde ocupa el primer lugar, seguido por Juárez, León, Cajeme y Guadalajara.
A la fecha, en Baja California son poco más de 876 muertos, es decir, las políticas en materia seguridad que ha implementado el gobierno estatal y municipal son rebasadas, así también la política del presidente de la República, de abrazos y no balazos, son una burla para los mexicanos y todavía más para las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido.
Estos son solos algunos ejemplos de la crisis que sufre nuestro país, ya los Estados Unidos (EE. UU.) han puesto alerta sobre la inseguridad en el estado que es ejemplo de la peor crisis en seguridad para las naciones cercanas; aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador maneje otros datos, la realidad golpea a diario a los mexicanos, mexicanos que diariamente sufrimos algún asalto en las calles de nuestras colonias sin alumbrado, en la calafia o en nuestras mismas casas, pues a pesar de que se ha invertido en el ejército para que nos sintamos más seguros, esto es solo puro rollo, en los hechos, nada ha cambiado, solo empeoran las condiciones de los mexicanos.
Pero ¿cuál es la salida? El cambio de políticas en materia de inseguridad, pero más específicamente, acabar con la pobreza, esta salida solo la podrá dar o poner en marcha el pueblo organizado, un pueblo consiente que esté dispuesto a luchar por mejorar su calidad de vida, para ello trabaja Antorcha, por una vida más justa y equitativa, pero sobretodo, por un nuevo modelo económico, que brinde seguridad y bienestar a todos los mexicanos.
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