En este caso quisiera referirme a la iniciativa de elevar a rango constitucional, los programas sociales impulsados en esta administración: pensión para adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, becas para estudiantes de bajos recursos y pensión universal para personas con discapacidad. Sin duda, dichos apoyos inciden en la decisión de voto de los beneficiarios, aunque no le ayuden a salir de la pobreza en que se encuentra, sino solo a paliar un poco esta situación. Son, se dice, una forma de “compra de conciencia” de sectores vulnerables.
No nos oponemos a que se destinen estos apoyos a grupos vulnerables, sin embargo, una, los apoyos de carácter asistencial, y que han sido dados por otros gobiernos con otros membretes, nunca han resuelto el problema de la pobreza; y, dos, hoy más que nunca se han usado por la 4T, como lo apuntamos más arriba, como arma para captar votos y preservar el poder político a toda costa.
Analicemos una de las modificaciones en relación a elevar a rango constitucional uno de estos programas sociales: “El Estado otorgará un apoyo económico mensual equivalente al menos a un salario mínimo general vigente a jóvenes entre 18 y 29 años que se encuentran en desocupación laboral y no estén cursando en algunos de los niveles educativos, a fin de que se capaciten para el trabajo por un periodo de hasta 12 meses en negocios, empresas, talleres, tiendas y demás unidades económicas, en los términos que fije la ley” (animalpolitico.com, 5/febrero/2023).
Este programa, Jóvenes Construyendo el Futuro, va dirigido a los famosos “Ninis” (que, ni trabajan ni estudian). Aquí las preguntas que deberían hacerse: ¿Por qué no se les dan condiciones para que estudien estos jóvenes? ¿Por qué no tienen un trabajo permanente y remunerable? Está claro que detrás de esta medida de carácter paliativo y electoral, se esconde la crisis del sistema educativo y la falta de empleos suficientes.
Si el gobierno quisiera que no hubiera Ninis (termino, por cierto, de índole peyorativo y sólo usamos porque es la palabra que más se usa para identificar a este sector de la población) debería aumentar de manera sustancial el gasto a la educación para la creación de escuelas de todos los niveles educativos, particularmente para la creación de verdaderas universidades; y debiera impulsar la creación de empleos bien remunerados.
La realidad es que dicha “capacitación” no es tal. Sólo sirve para ahorrar la nómina de las empresas que no capacitan y solo se ahorran salarios, y se ha sabido de que hay corrupción en los que manejan ese programa: “Alguien se está hinchando los bolsillos con los cuantiosos recursos que alcanza en promedio 22 mil millones de pesos al año destinados al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, cuyo padrón es un nido de corrupción, según me dijo la diputada María Elena Pérez-Jaén, quien precisó que entre los 2 millones 200 beneficiarios hay un número indeterminado de “servidores de la nación”, nombres duplicados, fallecidos que cobran, jóvenes que perciben otras becas o tienen otros empleos, lo cual está expresamente prohibido para tener acceso a los nada despreciables 6 mil doscientos pesos mensuales…” (Opinión de Enrique Muñoz, eleconomista.com 13/agosto/2020).
Es de señalar, que todos los recursos que se erogan por estos programas sociales de la 4T, son recursos públicos que salen vía impuestos a los ciudadanos, que no son del gobierno, no son de AMLO. Aquí vale recordar el dicho que dice “hacer caravana con sombrero ajeno”. Parece que AMLO, lo sabe hacer muy bien.
Además, que si se le da en apoyo a un beneficiario se le quita a éste mediante el pago del IVA, ISR, IEPS, pagos elevados de servicios como agua y luz, medicinas, etcétera. En platica con algunas personas adultas mayores que reciben el apoyo aquí en San Luis Potosí, dicen que el apoyo que se les da sólo sirve para pagar servicios y otras necesidades muy básicas, pero que no les alcanza; al ir a comprar tortillas, huevo, frijol, ven que los precios de estos productos básicos se han disparado, y que el apoyo se les va como agua de las manos.
Necesitamos un gobierno que realmente se preocupe por sacar a millones de mexicanos de la pobreza y de la pobreza extrema; que impulse la economía para crear cientos de miles de empleos productivos bien remunerados para los mexicanos, en particular para los jóvenes que están en la mejor edad productiva.
Un gobierno que se preocupe verdaderamente por la educación de los jóvenes, creando centros educativos de alta calidad en el país; que se preocupe por las personas de la tercera edad para que no les falta nada después de toda una vida productiva.
Pero parece que a la 4T sólo le interesa utilizar los programas sociales con fines electorales como se está viendo.
El gobierno que puede llevar a cabo estas grandes tareas de mejorar el nivel de vida de los pobres, tendrá que ser un gobierno emanado del pueblo mismo, un pueblo consciente de sus intereses y organizado.
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