Uno de los anhelos al formar una familia es contar con un patrimonio propio, un pedacito de tierra donde construir un hogar. Qué lejos estaba de comprender sobre estos temas, pues cuando yo nací, mi familia ya contaba con una casa, un lugar donde guarecernos del frío o el calor, era y sigue siendo modesta, pero era nuestra.
No miraba a papá o mamá preocupados porque sus hijos hacíamos ruido o por no poder pagar una renta, o por ser más de 4 personas las que vivíamos en ella o por tener una o dos mascotas, quizá había muchos otros problemas que en una familia numerosa y de padres humildes existen, pero tenía mucha alegría y felicidad de vivir en nuestra casita con mi padres y hermanos.
Al paso del tiempo puedo darme cuenta con claridad de que existe una gran necesidad de vivienda en todo el país, pero también, en mi estado sudcaliforniano, desde aquellos tiempos hasta hoy, sigue la necesidad de la familia por un poquito de patria, de suelo, donde edificar un hogar.
En fechas como navidad, hay niños que piden juguetes a Santa Claus, pero existen otros que solo piden tener una casa donde pasar esa noche. Son experiencias que dejan huella; cuántos de nosotros no hemos soñado con tener algo nuestro y nos esforzamos por lograrlo, por eso en Antorcha comprendemos la situación de los solicitantes al estar buscando lo mejor para sus familias y después de un lugar digno del cual sean dueños, también vienen otras necesidades como que sea adecuado y con las condiciones y servicios necesarios para tener mejor situación que ofrecer a sus familias.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), más de 220 mil personas no tienen vivienda propia en Baja California Sur, mismos que corresponden al 30 por ciento de la población de la media península; de acuerdo con el Consejo Nacional de Población de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), más de 226 mil personas viven en pobreza en nuestro estado, y reveló con sus estudios que hay más de 19 mil personas en pobreza extrema.
Estas cifras revelan la verdad que aqueja a tantos compañeros aquí en Baja California Sur, que viven pagando rentas muy caras, hacinados con sus familiares, en casas prestadas, etc. Antorcha se preocupa por ellos y por todos los humildes y necesitados.
Desde que llegué al Movimiento Antorchista he hecho mía su lucha y necesidad de crear conciencia en las personas, de hacerles saber que no están solas y que todo se puede lograr, pero siempre unidos y organizados, además de ello, falta tener conocimiento para poder enfrentar las negativas del gobierno a atender las necesidades elementales a las que tienen derecho.
Compañeros, los exhortó a seguir en la única organización que busca mejorar la situación en que nos encontramos actualmente y ve a futuro un mundo mejor para cada uno de nosotros y los nuestros, porque la batalla no acaba obteniendo una casa, porque de qué nos sirve una casa, sino contamos con un país tolerable, donde situarla, a dónde sea que la pongamos habrá pobreza, necesidad de servicios, estaremos sin empleo para solventarla, no habrá obras públicas, por eso debemos seguir luchando con Antorcha quien con su propuesta económico de los 4 ejes ofrece cambiar de raíz, esta triste situación en que vivimos. Si aún no lo conoces, te invito a que lo hagas y te unas a la lucha de los pobres.
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