Es indiscutible que a más de cuatro años del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, el nivel de vida de los habitantes de Morelos va en aumento, no hay obras públicas, no hay empleo, ni mejora de salarios, el campo está abandonado a su suerte, mientras en palacio todo es normal y cotidiano, en la calle la gente no tiene para comer y afronta riesgos cada vez mayor por la violencia desatada en la entidad.
1)Hay un rezago en obra pública de cuando menos 10 años, pero se ha agudizado en el gobierno actual. Las carreteras se encuentran en deterioro, en Cuernavaca por ejemplo el mal estado de las avenidas alcanza el 70 por ciento; mientras tanto, año con año se niegan obras y servicios para las comunidades más marginadas que no cuentan con los servicios básicos.
2) El presupuesto del campo es una miseria, de 100 millones lo redujeron a 45; se han cancelado programas como el fertilizante que beneficiaba a cerca de nueve mil pequeños productores; este apoyo se justifica hoy más que nunca porque los precios de este insumo se han incrementado en más del 100 por ciento lo cual afectará los costos y reducirá la producción.
3) El Gobierno federal y estatal cancela de manera arbitraria los programas federales de tiempo completo, mismo que en la entidad beneficiaba a 595 escuelas, 3115 docentes y 88 mil estudiantes. La deserción y el rezago educativo van en aumento sin que las autoridades hagan algo para revertirlas, pues no hay programas ni apoyos para tal efecto.
Mientras tanto, se niega la obtención de claves de centros de trabajo para escuelas de nivel medio superior que están plenamente justificadas en varios municipios como Emiliano Zapata y Ayala.
4) De acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre los años 2019 y 2020 aumentó en 114 mil el número de pobres en el estado, es decir existe más de un millón de morelenses en condiciones de pobreza. Esto se nota por el incremento del comercio ambulante porque no hay empleos y los salarios son muy bajos, así como el cierre de negocios producto de la pandemia y la crisis económica. Y para todo, ¿existe algún programa de gobierno de rescate de negocios, fomento al empleo y apoyo a las familias desamparadas? No se ve por ningún lado.
5)Con relación a la inseguridad, más del 70 por ciento de la población considera este problema como el más importante que aqueja a los Morelenses.
Los homicidios dolosos, robos y extorsiones, la muerte de activistas y de feminicidios es una realidad que no se puede ocultar. La impunidad en el estado y el país, no hay justicia ni se atacan las raíces profundas de la delincuencia que es la pobreza y la falta de oportunidades.
Por lo anterior, los antorchistas tenemos más que justificada nuestras acciones de protesta contra el mal gobierno, insensible y falta de voluntad política para resolver los problemas de sus gobiernos, pues estas razones también explican la baja calificación reprobatoria que los morelenses le otorgan al gobernador Cuauhtémoc Blanco.
En nuestro caso, son ya cuatro años sin respuesta a peticiones concretas y de primera necesidad para miles de familias marginadas.
Finalmente, debido a la negativa del gobierno estatal, estaremos realizando nuevas movilizaciones. Invitamos al pueblo que se sume y solidarice con las causas de los más desprotegidos de esta patria, alcemos hoy la voz y exijamos lo que por derecho nos corresponde.
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