Está demostrado que los programas sociales consistentes en la entrega monetaria, implementados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fueron de mucho servicio para la estabilidad del sistema político mexicano al servir como válvula de escape a la inconformidad social que generaron los gobiernos emanados de los otros institutos políticos, mismos que perdieron la oportunidad de demostrar su capacidad para encaminarnos al progreso.
La entrega de dinero llega a un poco más de 11 millones de mexicanos a través de becas, la pensión para el bienestar, entre otros rubros a los que se les triplicó el presupuesto federal en 2022 para comprar la conciencia del pueblo empobrecido.
En contraparte, con Morena aumentó la concentración de la riqueza afectando en consecuencia a las familias pobres del país, debido a los bajos salarios que se pagan a los trabajadores, lo que evidencia que el gobierno de AMLO brindó todas las facilidades para que los ricos sigan haciendo grandes negocios en la época de la transformación.
Al principio hubo algunos jaloneos, pero al final lograron ponerse de acuerdo, ahora cada uno se dedica a lo suyo: el gobierno a repartir dinero a los pobres sin que se afecte el bolsillo de los ricos; y estos últimos explotan a la clase trabajadora con todas las facilidades, pagan muy poco de impuestos y por lo tanto no se manifiestan en desacuerdo con las políticas del mandatario.
De acuerdo con la lista que dio a conocer la revista Forbes, las fortunas de los magnates mexicanos la encabezan Carlos Slim Helú, quien está dentro del grupo de los 15 más ricos del mundo situándose en el puesto 13 del listado de 2022 con una fortuna de 81,2 mil millones de dólares.
El segundo sitio es de Germán Larrea Mota Velasco, que está ubicado en la lista de Forbes y es dueño de Grupo México, con una fortuna de 30.8 mil millones de dólares, mientras que Ricardo Salinas Pliego, el dueño de TV Azteca se ubicó en el puesto 151 del listado, con una fortuna de 12.4 mil millones de dólares.
Tanto Slim como Salinas Pliego son los empresarios consentidos de AMLO, el primero fue favorecido en muchos contratos millonarios por asignación directa, mientras que el segundo opera los programas del bienestar a través de Banco Azteca, por eso también crecieron sus fortunas, producto del trato preferencial y al pueblo trabajador se les reparten migajas de sus mismos impuestos.
La situación de México no es exclusiva, los países de la región padecen pobreza en grado extremo, nuestros vecinos del sur tienen sus propios ricos y esto ha provocado el éxodo de los habitantes de naciones como Honduras, El Salvador, teniendo también como causal la concentración de la riqueza en unas cuantas manos, fenómeno que se repite en todos los rincones del planeta debido al modo de producción capitalista que impera en el mundo.
Es decir, si aquí estamos mal imaginemos a naciones más pequeñas que tienen menor cantidad de recursos naturales en manos privadas, por tanto, la falta de empleo, de buenos salarios, de vivienda, de salud y de educación los obligan a emigrar a Estados Unidos (EE. UU.) y a su paso por México sufren la persecución de las fuerzas de seguridad para detenerlos.
Acorralado por nuestros vecinos del norte, López Obrador también usa los recursos que son de todos los mexicanos y ha extendido su mano salvadora a Centroamérica ofreciendo los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, por lo que esta semana inició una gira por la región para concretar el mandado de los gringos y seguir deteniendo las caravanas de migrantes rumbo a EE. UU.
Esto contradice el propósito manifiesto del morenista; el de ayudar con los programas sociales que aplica en México, pero al mismo tiempo detenerlos con la Guardia Nacional respondiendo a los intereses del presidente Biden. Por otra parte, está demostrado que la entrega de dinero no resuelve la pobreza y aunque parezca algo novedoso en la era 4T, esto es la continuación del Programa Nacional Solidaridad (PRONASOL), que se desarrolló con el supuestamente odiado expresidente Carlos Salinas de Gortari y otros.
Por eso, no sorprenden los reconocimientos públicos que el presidente Bukele y otros hagan a López Obrador cuando les está regalando 4 mil millones de dólares, dinero de los mexicanos y de otros aportadores extranjeros buscando la solución al problema de su pobreza y migración, mientras los hospitales de México están abandonados, sin equipo ni medicamentos y con una crisis de seguridad que nadie la detiene. Así la llama del candil que ahora se pasea por Centroamérica, y que deja en la oscuridad a su país, México.
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