MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La educación en México, de mala calidad y cantidad

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México se encuentra en su peor crisis educativa. La administración de Andrés Manuel López Obrador no pudo siquiera sostener la estructura que había, y en su afán por “querer mejorar” empeoró todo.

Desde Delfina (actual gobernadora del Estado de México) como encargada de que los niños aprendieran a leer, escribir y pensar, hasta la más polémica de las secretarias de la Educación, que no supo siquiera sumar ni explicar el nuevo modelo educativo que implementó su propia administración. 

Es verdad, y a nadie le queda la menor duda de que la pandemia que azotó al mundo entero además de dejar severos daños en la salud y en la sociedad en general, profundizó el rezago educativo, pues fueron nada más y nada menos que tres años los que jóvenes y niños no asistieron a clases, como si toda una generación no hubiera asistido al preescolar o a la secundaria ni un solo día.

Esta semana se conmemoró el Día Internacional de la Educación, pero en México poco hay que celebrar, pues del rezago educativo de la administración de AMLO no se ha podido salir.

Los resultados son espeluznantes, pues en la actualidad hay jóvenes a nivel secundaria que no saben siquiera leer o las tablas de multiplicar; jóvenes que no aprendieron las bases de las matemáticas como la suma, la resta o la división. 

En México es obligatorio que los niños menores de seis años cursen, al menos, dos de los tres años de la educación preescolar. Pese a esta indicación, poco más de la mitad (seis de cada diez) niños de tres a cinco años no están matriculados en unidades de preescolar o jardín de niños.

En el ciclo escolar 2020-2021, las cifras más recientes disponibles, se observó que la educación preescolar y la educación superior son los niveles con menor nivel de alumnos en dicha edad escolar matriculados. Para estudios de posgrado se observó que sólo 14 % de la población con 23 a 29 años estaba inscrita a alguna unidad académica.

Sí, la educación va mal. Los famosos “apoyos a la juventud” no han cambiado nada, no han servido de nada, sólo para que en algún momento algunos jóvenes tengan un recurso, pero en materia educativa, esto no ha aportado absolutamente un cambio. A todo esto se ha unido la reimpresión y “mejoramiento” de los libros para el nivel básico y medio. Una catástrofe. 

Esta semana se conmemoró el Día Internacional de la Educación, pero en México poco hay que celebrar, pues del rezago educativo no se ha podido salir, al igual que de la pobreza o la falta de servicios.

Ejemplos son naciones que han creado las condiciones, y no mínimas, para que sus habitantes puedan decir que sí hay educación escolar, como China y Cuba, donde la educación es gratuita y ven en ella el eje central de su desarrollo. 

Si en México no se mira a la educación como una necesidad a plantear, debemos exigir que se ponga en marcha un plan de trabajo, pues hoy más que hace algunos años, es necesario que se invierta en materia educativa y no en regalar dinero, no en comprar votos, porque como dijo Reyes Heroles: “Cuesta mucho educar a un hombre, pero cuesta más no educarlo”.

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