El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ya está a la mitad de su sexenio, aunque lo niegue, durante su informe del pasado 1° de diciembre, se pudo observar una cantidad de ciudadanos humildes, la mayoría de ellos maiceados que más que escuchar el discurso asistieron porque les ofrecieron prebendas porque la necesidad y el hambre no esperan. En fin, fue un discurso plagado de mentiras y datos fuera de contexto, porque el desempleo y la miseria sigue a la orden del día.
En su campaña política, López Obrador hizo promesas tras promesas para el bienestar del pueblo y ahora ya como residente de Palacio Nacional, les dio la espalda a los que prometió atención prioritaria, a los pobres, pue sí, falló la “Cuarta Trasformación”, dejó en la indefensión y total abandono a los millones de mexicanos que le dieron su voto de confianza, y para justificar su error, continúa acusando a los gobiernos anteriores por sabotear sus proyectos, y como ya no le está funcionando esa maniobra, ahora tilda de neoliberales y conservadores a académicos de la UNAM, maestros, médicos, feministas, científicos, esas acusaciones obedece a que la 4T no le gustó los reclamos de esos sectores de la sociedad le hicieron al presidente, evidenciándolo de incompetente y mentiroso.
En estos tres de la administración de AMLO no hay nada que celebrar ni acciones favorables por el que haya que aplaudirle, pues en nada bueno le ha contribuido a la sociedad, pues hay un mal manejo de la salud, la educación sigue igual o peor que antes, la economía en los suelos, cero obras de infraestructura en zonas marginadas, la educación está rezagada y los salarios no se diga. Nada de lo que prometió AMLO y Morena se ha cumplido, por ejemplo, en el ámbito educativo, una de las áreas donde refrendó mayor compromiso, aquí propuso que cancelaría la “mal llamada reforma educativa” y en cambio aseguró que su gobierno daría un mejor impulso a este sector, más infraestructura educativa, maestros mejor preparados, pero todo fue un cuento, porque la educación sigue igual o peor.
La titular de la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, ha fallado en su tarea de mejorar la educación, la funcionaria ha aplicado supuestas políticas austeras que sin duda ha frenado el aprendizaje escolar, por la mala gestión ha ocasionado que nuestro retroceda 13 años en nivel de asistencia escolar, es decir los jóvenes están abandonando la escuela.
La población con rezago educativo paso de 23.5 a 24.4 millones, cifra que sigue aumentando con el mal manejo de la pandemia de covid-19. En ese sentido, en el año 2020, 872 mil mexicanos se sumaron a los 23.5 millones de personas de entre 3 a 21 años que no cuentan con una educación por falta de economía.
De acuerdo con los datos SOS Educación Quintana Roo, 17 mil 707 menores de edad solicitaron apoyo por problemas relacionados con su educación, es decir, en promedio mil 966 estudiantes, desde preescolar hasta media superior, tuvieron dificultades que les impidieron llevar a cabo su instrucción escolar. El 66 por ciento de los alumnos de educación básica carecen de tecnología para acceder a clases con la nueva modalidad a distancia, Quintana Roo no cuenta con los recursos suficientes para mantener 490 escuelas de tiempo completo, para 48 mil 696 estudiantes en todo el estado.
Las cifras son muy claras y lamentablemente así viven los mexicanos, pésimos servicios de salud, no hay empleos, la pobreza crece más y más, no hay infraestructura educativa, por ellos los estudiantes y el pueblo en general debemos permanecer unidos y organizados para pedirle al presidente de la 4T, que se concentre a resolver los problemas del país, los que prometió atender desde el primer día de su gobierno y dar buenos resultados, de lo contrario las futuras generaciones serán las más afectadas.
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