MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Desigualdad y pobreza agravan manejo sesgado de la educación en México

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El pasado viernes amanecimos con la noticia en varios medios de comunicación de que hay menos pobres en México, daré ejemplo de ello con la nota del 10 de agosto, de esnoticiahoy.com: Pobreza “reduce” levemente, pero incrementa rezago educativo y acceso a salud: Coneval. “México redujo en 8.9 millones su número de pobres a un total de 46.8 millones de personas, casi 16% menos que las 55.7 millones de 2020, reveló este jueves el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)”.

El Movimiento Antorchista Nacional ha señalado reiteradamente el influjo negativo que sobre la pobreza y la desigualdad sociales ejercen una política fiscal regresiva y un gasto social enfocado hacia los estratos más ricos de la población. Señalamos también que cada día se hace más evidente y urgente la necesidad de cambiar el modelo económico vigente por otro que instrumente, entre otras medidas, una producción que preste más atención al mercado nacional, un esquema recaudatorio esencialmente progresivo y una enérgica reorientación del gasto social hacia los grupos económicamente más vulnerables.

Pues bien, con gran preocupación hemos leído un día sí y otro también los anuncios de que “vamos muy bien” en este sexenio, que los “ajustes adicionales" al gasto público, no afectaran, y que las obras faraónicas emblema de este gobierno de la 4T, son por el bien de todos los mexicanos. Y ¿qué vemos? Que estos reajustes afectan severamente los programas a cargo de la Secretaría de Educación Pública, de la Secretaría de Salud, entre otras áreas no menos importantes; y no hay que ser adivino para entender que se habla de cuantiosos recortes a programas destinados a aliviar la situación de los menos favorecidos, es decir, que una vez más serán los pobres quienes paguen los platos rotos que ellos no rompieron.

Según el medio politica.expansion.mx, daba a conocer que, de acuerdo con la publicación Educación superior y ciencia en el PPEF 2023: otra oportunidad perdida, publicada en Nexos y firmada por Carlos Iván Moreno y Diego Cedillo Morales, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para educación del próximo año,(2023) asciende a 970 mil 991 millones de pesos, 4.6 por ciento más de lo aprobado en 2022, pero en proporción del PIB continúa en un franco deterioro… México también se distingue entre los países de la OCDE por tener la tasa más baja de educación superior, pues solo el 27 por ciento de las personas entre 25 y 34 años alcanzan este nivel de estudios.

Puede ser que alguien piense que la situación no es responsabilidad de nadie y que tampoco podemos hacer nada para evitarla, como nada puede hacerse frente a un terremoto. Pero no es así. Si es responsabilidad de quien dirige el barco, para que no se hunda. 

En primer lugar, es cosa sabida desde hace mucho que tenemos una economía excesivamente dependiente de la exportación de materias primas, que es una economía vulnerable, que estará siempre expuesta a los vaivenes cíclicos del mercado de dichas materias, la cual, a su vez, depende enteramente de los vaivenes del crecimiento económico mundial.

En segundo lugar, que vivimos en una economía que depende de las exportaciones de petróleo; y también que los recortes al gasto social en programas destinados a mejorar los niveles de bienestar de los menos favorecidos, ello se debe, además, a una política fiscal regresiva que no ingresa los recursos suficientes para financiar tales programas. Incluso organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) no vacila en calificar como derechos de la población vulnerable las necesidades que atienden las políticas sociales. ¿Entonces, qué hacer?

 Como vemos, ya desde la antigüedad los hombres sabios se dieron cuenta que sólo el conocimiento hace libres a los pueblos, decían también que un hombre ignorante no sirve, que todo hombre debería ser educado y que se debería poner al frente de un gobierno a hombres sabios

Pues luchar porque esas políticas no deben estar sujetas a los vaivenes de los ingresos fiscales, sino que deben institucionalizarse, es decir, que se debe garantizar su permanencia, cualesquiera que sean los avatares de la economía. Esto con el fin de garantizar derechos sociales como la educación, la salud y la protección social. Nunca permitir la justificación para reducir el gasto social, sino que incluso deben provocar su incremento en sociedades donde la pobreza y la desigualdad son graves y agudas, justamente como en el caso de México.

Ya desde la antigüedad las diversas civilizaciones de Asia y América veían a la educación como algo importantísimo. Se sabe que los chinos, con la doctrina de Confucio, buscaban poner al frente del Estado a hombres sabios y que tuvieran por tarea educar a sus subalternos con el ejemplo personal; en México, los aztecas educaban a los hijos de los gobernantes y a los de altos rangos para administrar su imperio y para la guerra en los Calmécac, que significaba “en la hilera de casas”; ahí se les enseñaba religión, Historia, Pintura, Música, Medicina y Matemáticas.

Como vemos, ya desde la antigüedad los hombres sabios se dieron cuenta que sólo el conocimiento hace libres a los pueblos, decían también que un hombre ignorante no sirve, que todo hombre debería ser educado y que se debería poner al frente de un gobierno a hombres sabios.

El ingeniero Aquiles Córdova Morán, líder de Antorcha Campesina a nivel nacional, ha dicho reiteradamente lo que Antorcha quiere para México en materia educativa, “queremos un alto nivel académico en nuestros estudiantes, sobre todo buscamos una formación de estudiantes sensibles y comprometidos con su pueblo, no una educación que busque formar profesionistas al servicio de los empresarios, desligados de los problemas sociales del pueblo”.

Por qué, no podemos cerrar los ojos ante la realidad en que vivimos, los mexicanos tenemos un país con muchos pobres, con muchas carencias (vivienda, trabajo, salud, etc.) y con la vergonzosa situación en lo educativo de que cada año se nos reprueba en las pruebas que realiza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en Matemáticas y lectura.

La situación indica que nuestra educación no está diseñada para lograr un país más justo para toda la sociedad, se trata, pues, de un problema conocido cuyo remedio también se conoce: cambiar el modelo económico; hacernos menos dependientes de las materias primas y cambiar la política fiscal actual por una progresiva, que grave las grandes utilidades y no solo el consumo.

Se dirá, y es cierto, que hacer esto no es fácil porque hay poderosos intereses que se oponen; pero nosotros pensamos que eso lo único que demuestra es la necesidad de que el Gobierno se apoye en el pueblo organizado en vez de mirarlo como a un enemigo, pues a construirlo, manos a la obra que no es tarde.

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