La malévola forma de actuar de la clase alta en este mundo, es repugnante; sus personajes más representativos y públicos van buscando acomodarse desde tiempos remotos; desde que inicia la lucha de clases, van adecuando las formas de tener siempre el poder para beneficiarse de lo creado por el hombre, y quienes han creado un monstruo con disfraz de borrega inofensiva y al que han perfeccionado, ese monstruo es el Estado.
Y en el Estado se encuentran los funcionarios públicos, que considerado metafóricamente como un monstruo es usado como barrera para defender a personas que esgrimen el poder económico, político, que ha monopolizado los medios de producción más elementales y en su camino van dejando solo miseria y hambre.
A los funcionarios públicos (políticos) les gusta alardear que son buenos, que son trabajadores y que están con el pueblo, demagogia pura. Está el ejemplo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que no ayuda en sacar al país de la miseria en el que se encuentra sumido, sino que todavía lo pisotea y se burla.
Por ejemplo, el PEF que es un instrumento para “llevar al país por un buen sendero”, tan solo para 2023 se augura buenas cosas, pero que la realidad va marcando y desmintiendo lo que no tiene pies ni cabeza.
Otro ejemplo es el presidente municipal de la capital de Puebla, que va en la misma carrera. Con pedantería, dice que Puebla va con rumbo y por buen camino, pero la realidad dice otra cosa. Tan solo en los servicios básicos, como la introducción de tubería para obtener agua y tubería para el drenaje: en muchas colonias no hay servicio de desazolve de letrinas, provocando que el agua sucia corra por las calles y eso significa que se enfermen familias enteras. La Jornada de Oriente, del primero de junio de este año, dice que son 200 colonias que no cuentan con el servicio de agua y drenaje en la capital de Puebla, que es el corazón del estado. ¡Muy podridos!
Pero aunque parezca todo perdido, hay una salida factible y racional, la creación de un partido que sea sólido y que se conduzca por un sendero más constructivo, un partido dispuesto a dejar el pellejo en el alambrado, un partido nuevo que agrupe a lo mejor y no a cartuchos quemados y con intensiones solo de mejorar las condiciones de él y su familia, una tarea grande y difícil pero noble, el camino es tortuoso pero como dijo Francisco Villaespesa: ¿Qué te detiene, luchador? ¡Avanza! ¡Avanza sin cesar! Mientras tu pecho abrigue una esperanza no debes desmayar. Esos que hoy, a mitad de tu camino, atacándote ves, mañana, cuando triunfe tu destino de rodillas caerán ante tus pies.
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