Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica, fueron las palabras que más recordamos del discurso que pronunciara Salvador Allende, en la Universidad de Guadalajara, el 2 de diciembre de 1972. A casi 50 años de distancia, las palabras de Allende siguen vivas, pero hay aún algo más profundo en ellas.
Hay quienes han tomado las palabras de Allende como una máxima que los jóvenes deben seguir y es cierto, en la juventud descansan no solo los años más hermosos, sino también la voluntad, la fuerza, la inteligencia y valentía que prestan la mocedad. Y es esta juventud a la que hoy quiero referirme.
Bella es la juventud, que guarda en su seno el ansia febril, la fuerza inagotable de un espíritu tierno y encantador, mas cuando es encontrada por la lucha de los menesterosos, la juventud se vuelve aún más bella pues vuelca todo su ánimo en una lucha que la volverá eterna, y así, eternos.
El imperio de Alejandro Magno será siempre recordado por la cabeza del líder que, apenas rompiendo su segunda década, conquistó casi todo el globo; Marie Shelley, la autora de la célebre novela “Frankenstein” nos regaló también a temprana edad todo lo que su intelecto permitió, sintetizado en una obra inmortal, así hay ejemplos numerosos de jóvenes cuya fuerza y entusiasmo a volcado no solo en la ciencia, el arte o la tecnología, sino también en la lucha de los pobres de nuestro país.
En México han existido y seguirán existiendo numerosos movimientos estudiantiles y juveniles que traten de luchar por sus reivindicaciones, sin embargo, la falta de un programa estratégico que permita la perpetuidad de su vida y consiga, además, identificar al verdadero enemigo de todos los males sociales ha hecho que desaparezcan tan pronto como surgen.
Existe también un movimiento estudiantil, que descansa sus bases en el conocimiento científico de la sociedad y que se erige sobre los hombros de grandes otras agrupaciones fundamentales en los movimientos estudiantiles en México como la FNOB. A más de 23 años, la FNERRR ha demostrado ser la vanguardia estudiantil, atendiendo los problemas de la comunidad y buscando la manera de atenuar las necesidades de los centros educativos, pero, sobre todo, Educando a los jóvenes, inculcado en ellos la práctica del deporte, el arte y el estudio social, económico y Polito a la par de sus actividades científicas. México tiene futuro y descansa en la FNERRR.
Por eso, hoy, exhorto a todos los jóvenes que hacen el favor de escucharme a unirse en un frente único y común que podrá resarcir los males de la sociedad, que creará un México mejor para nuestros padres y nosotros mismos, para nuestros hermanos y para quienes vienen detrás nuestro. Jóvenes, es momento de organizarnos con decisión en la única federación que ha demostrado ante la realidad y el tiempo que es, en realidad, la vanguardia estudiantil.
El discurso de Allende termina diciendo: “Pero permanecer siendo revolucionarios en una sociedad burguesa, es difícil”, por tanto, necesitamos incendiar con nuestro ejemplo, abrasar nuestro espíritu con el ejemplo de grandes hombres y mujeres que han entregado su vida por la lucha de los humildes de nuestro país, para construir el México que merecemos.
Todo aquel que sienta en su sangre el ansia febril de construir un mundo mejor para todos, sabrá identificarse en nuestros ideales, pues como dijo Antonio Plaza:
“La lucha contra el mundo no te asombre.
Hombre no es el que luchar, no sabe.
Porque nació para luchar el hombre…
¡Cómo nació para volar el ave!
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