MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

“Intenciones y resultados”, obra al servicio del pueblo

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El pasado viernes acudí con mucho entusiasmo a la tercera presentación del libro Intenciones y resultados, de Aquiles Córdova Morán, Secretario General del Movimiento Antorchista Nacional.

El evento se efectuó en un majestuoso centro de reuniones de la ciudad de Torreón, en el norteño estado de Coahuila, y la exposición corrió a cargo de Livia

El pasado viernes acudí con mucho entusiasmo a la tercera presentación del libro Intenciones y resultados, de Aquiles Córdova Morán, Secretario General del Movimiento Antorchista Nacional.

La conclusión del libro y de los exponentes en la presentación de esta obra es la misma: impera en la patria una terrible desigualdad que, sin ser fatalistas, seguirá y se agudizará lamentablemente. 

El evento se efectuó en un majestuoso centro de reuniones de la ciudad de Torreón, en el norteño estado de Coahuila, y la exposición corrió a cargo de Livia Carvajal, Directora de la Editorial Esténtor; Homero Aguirre Enríquez, Vocero Nacional del Antorchismo; Pablo Pérez García, líder del Antorchismo en Coahuila; y el periodista local Roberto Iturriga, quien participó como presentador de la obra.

La obra en cuestión es una reciente compilación de artículos, discursos, conferencias y entrevistas de nuestro líder nacional, que versan sobre los compromisos y declaraciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador, tras asumir la primera magistratura del país, así como sobre las vías de solución que ofreció ante los múltiples problemas de la patria.

El diagnóstico sobre los males del país que llevaron al poder a Morena fue inmejorable. Se denunció la ineficacia del sistema de salud, que carecía de medicina e instrumental necesarios para la atención médica eficaz y oportuna. 

También se puso al descubierto la violencia desbordada que cobraba vidas crecientemente y la fragilidad de la economía, así como lo raquítico del salario mínimo. 

Ante todo ese maremágnum de problemas, siempre se creyó que sería ahorrando 500 mil millones de pesos del combate a la corrupción, centrando este como el mal más grave de la patria.

Lo que al final sucedió lo sabemos todos: los males están a la vista. Baste recordar que se cuentan cerca de 200 mil muertos en actos violentos, y la anterior administración concluyó con sendas protestas por la embestida contra el poder judicial. La salud, la carencia de viviendas, la inseguridad y otros tantos males son evidentes.

Está claro que el análisis siempre fue correcto, pero la causa de origen y la posible solución eran erróneas. Ciertamente, se instrumentaron varios programas de transferencia monetaria en beneficio de preparatorianos y adultos mayores fundamentalmente, pero se hizo recortando y desapareciendo programas de infraestructura: carreteras, atención médica, apoyo al campo, obras deportivas, cultura e investigación, por mencionar algunos de los rubros más afectados.

Sólo se redistribuyó el presupuesto existente, ya que, a pesar de hablar de combatir el neoliberalismo y la “vieja política”, jamás se instrumentó una gradual reforma fiscal para cobrar más impuestos a los poderosos, como Slim, Azcárraga, Larrea, Aramburuzabala y compañía, quienes vieron crecer escandalosamente sus fortunas, mientras la mayoría de los mexicanos se seguía empobreciendo.

La conclusión del libro y de los exponentes en la presentación de esta obra es la misma: impera en la patria una terrible desigualdad que, sin ser fatalistas, seguirá y se agudizará lamentablemente. Muestra de ello es el terrible crecimiento de la violencia, que llega a escenas estremecedoras, como lo acontecido con el recién estrenado alcalde de Chilpancingo, Guerrero. ¿Y qué hacer ante tan dramática situación?

Nuestra obra aparece al final del sexenio lopezobradorista, que atacó más de 130 veces a nuestro movimiento, que confiscó cuentas de los modestos negocios de nuestro movimiento y que endilgó todo tipo de ataques para desaparecernos. Sin embargo, el análisis no es un acto de venganza; es un análisis fidedigno de la realidad que pretende llamar a la reflexión y cohesión colectiva para enfrentar los males.

El camino es claro: unirnos, organizarnos, despertar la voluntad del pueblo y llamarlos a cambiar la realidad, no como un acto bondadoso de un político, sino como resultado del cambio de modelo económico que debe hacer la clase trabajadora. 

Como ya se vio, todos los partidos, los tricolores, azules y ahora guindas, han tenido el poder y la realidad sigue siendo la misma. Por ello, con Intenciones y resultados se pone al descubierto, con elementos de juicio, la realidad actual y se convoca al pueblo a escoger el camino correcto. 

Homero Aguirre concluyó su intervención convocando: 

“Aquí está la mano tendida de los antorchistas de todo el país para unirnos con todos los mexicanos que entendamos que no estamos ante el fin de la historia. México merece otra historia de progreso, de bienestar, de cultura, y juntos debemos pugnar por ella.”

Un camino difícil, peligroso y complejo de materializar, pero no hay duda de que lo lograremos.

Carvajal, Directora de la Editorial Esténtor; Homero Aguirre Enríquez, Vocero Nacional del Antorchismo; Pablo Pérez García, líder del Antorchismo en Coahuila; y el periodista local Roberto Iturriga, quien participó como presentador de la obra.

La obra en cuestión es una reciente compilación de artículos, discursos, conferencias y entrevistas de nuestro líder nacional, que versan sobre los compromisos y declaraciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador, tras asumir la primera magistratura del país, así como sobre las vías de solución que ofreció ante los múltiples problemas de la patria.

El diagnóstico sobre los males del país que llevaron al poder a Morena fue inmejorable. Se denunció la ineficacia del sistema de salud, que carecía de medicina e instrumental necesarios para la atención médica eficaz y oportuna. 

También se puso al descubierto la violencia desbordada que cobraba vidas crecientemente y la fragilidad de la economía, así como lo raquítico del salario mínimo. 

Ante todo ese maremágnum de problemas, siempre se creyó que sería ahorrando 500 mil millones de pesos del combate a la corrupción, centrando este como el mal más grave de la patria.

Lo que al final sucedió lo sabemos todos: los males están a la vista. Baste recordar que se cuentan cerca de 200 mil muertos en actos violentos, y la anterior administración concluyó con sendas protestas por la embestida contra el poder judicial. La salud, la carencia de viviendas, la inseguridad y otros tantos males son evidentes.

Está claro que el análisis siempre fue correcto, pero la causa de origen y la posible solución eran erróneas. Ciertamente, se instrumentaron varios programas de transferencia monetaria en beneficio de preparatorianos y adultos mayores fundamentalmente, pero se hizo recortando y desapareciendo programas de infraestructura: carreteras, atención médica, apoyo al campo, obras deportivas, cultura e investigación, por mencionar algunos de los rubros más afectados.

Sólo se redistribuyó el presupuesto existente, ya que, a pesar de hablar de combatir el neoliberalismo y la “vieja política”, jamás se instrumentó una gradual reforma fiscal para cobrar más impuestos a los poderosos, como Slim, Azcárraga, Larrea, Aramburuzabala y compañía, quienes vieron crecer escandalosamente sus fortunas, mientras la mayoría de los mexicanos se seguía empobreciendo.

La conclusión del libro y de los exponentes en la presentación de esta obra es la misma: impera en la patria una terrible desigualdad que, sin ser fatalistas, seguirá y se agudizará lamentablemente. Muestra de ello es el terrible crecimiento de la violencia, que llega a escenas estremecedoras, como lo acontecido con el recién estrenado alcalde de Chilpancingo, Guerrero. ¿Y qué hacer ante tan dramática situación?

Nuestra obra aparece al final del sexenio lopezobradorista, que atacó más de 130 veces a nuestro movimiento, que confiscó cuentas de los modestos negocios de nuestro movimiento y que endilgó todo tipo de ataques para desaparecernos. Sin embargo, el análisis no es un acto de venganza; es un análisis fidedigno de la realidad que pretende llamar a la reflexión y cohesión colectiva para enfrentar los males.

El camino es claro: unirnos, organizarnos, despertar la voluntad del pueblo y llamarlos a cambiar la realidad, no como un acto bondadoso de un político, sino como resultado del cambio de modelo económico que debe hacer la clase trabajadora. 

Como ya se vio, todos los partidos, los tricolores, azules y ahora guindas, han tenido el poder y la realidad sigue siendo la misma. Por ello, con Intenciones y resultados se pone al descubierto, con elementos de juicio, la realidad actual y se convoca al pueblo a escoger el camino correcto. 

Homero Aguirre concluyó su intervención convocando: 

“Aquí está la mano tendida de los antorchistas de todo el país para unirnos con todos los mexicanos que entendamos que no estamos ante el fin de la historia. México merece otra historia de progreso, de bienestar, de cultura, y juntos debemos pugnar por ella.”

Un camino difícil, peligroso y complejo de materializar, pero no hay duda de que lo lograremos.

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