La humanidad ha recorrido un largo y penoso camino a través del tiempo. Comenzó como un ser simiesco que habitaba en las copas de los árboles, que se transformó al romper la jaula invisible que lo sometía, y, empujado por el hambre, descubrió en la naturaleza nuevos y variados alimentos que mudaron paulatinamente su condición física e intelectual, desarrollando su capacidad cerebral al fabricar herramientas básicas para su defensa, y a la vez, para enfrentar los retos que la naturaleza misma le imponía. El instinto natural de conservación lo llevó al trabajo colectivo para sobrevivir, al cazar animales que lo superaban en tamaño y fuerza, lo que le era imposible de manera individual. Con el trabajo conjunto y organizado se defendía mejor del peligro que lo acosaba, producía más alimentos y garantizaba el desarrollo y el bienestar de toda la comunidad.
Bella época dorada, dijo don Miguel de Cervantes Saavedra en una de sus obras: "¡Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados! Los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras: tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes” (Don Quijote de la Mancha, Capítulo 11).
El pueblo de México, diseminado, es presa fácil de la naturaleza voraz del capitalismo, que subyuga al obrero exprimiendo hasta la última gota de su fuerza y, al final de sus días, ya inútil y agotado, como "limón de fonda&rdquo, es arrojado con despreció a engrosar las estadísticas de miserables que pululan en las ciudades arrastrando su pobreza. Los mexicanos vivimos en una jaula invisible donde la naturaleza del capitalismo nos aprisiona, nos somete, nos manipula, y nos mantiene en la ignorancia y la miseria; debemos emanciparnos, romper el cascarón de la explotación, organizarnos para conquistar el poder político y crear políticas públicas que saquen de la pobreza a todos, y beneficien a la clase obrera productora de la riqueza nacional.
El Gobierno morenista es igual o peor que los anteriores. Nos insulta y se burla con descaro, mostrándonos las cuentas de vidrio de sus amañados frutos, cuando en la realidad, se suman por miles los muertos por pandemia en el país.
Una vez más el pueblo de México ha sido engañado, pero ahora por la Cuarta Transformación (4T). Se burló del pueblo al gritar: "por el bien de todos primero los pobres”. Se burló cuando nos mandó, "quédate en casa” durante la pandemia, sin ningún plan alimentario para que pudiéramos evitar el contagio de la covid-19.
En el pasado como hoy, el pueblo debe de entender, que para sobrevivir ante la pandemia de la covid-19 y otros males que lo superan en tamaño y fuerza, le urge hoy más que nunca la organización consciente, creando herramientas que le permitan enfrentar y salir victoriosos en cada acometida. El pueblo de México debe de exigir la aplicación inmediata de las vacunas, exigir que se inviertan los recursos económicos necesarios para salvar la vida de todos los mexicanos, que no se escatime esfuerzo alguno para la vida. Todo el pueblo debe de gritar y exigir en una sola voz, la aplicación inmediata de las vacunas sin tintes electoreros y sin distinción de partidos. ¡El pueblo de México tiene derecho a la vida!, ¡El pueblo de México tiene derecho a la salud!, la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos lo establece en su artículo cuarto.
El pueblo trabajador, generador de la riqueza nacional, tiene que reaccionar a esta amarga experiencia, entender que este gobierno lo está dejando morir; la 4T lo tiene abandonado a su suerte, no ha programado el presupuesto suficiente en este año para la compra de vacunas, para salvar la vida de los mexicanos; está aplicando la inmunidad del rebaño; es decir, que se muera quien se tenga que morir para crear una inmunidad natural; es una actitud monstruosa. Ya suman más de 170 mil muertos sobre los hombros de la 4T. Mucho dolor y sufrimiento se puede evitar aun, con la aplicación inmediata de vacunas.
Por las diferentes colonias de Colima, se observan toldos en las calles que muchas veces evitan el paso de los automovilistas; los familiares rezan entre sollozos ante un cuerpo ausente y una diminuta cajita con cenizas que representa a su ser querido, que la pandemia se llevó, una muerte más que pudo evitarse si se pensara realmente "en primero los pobres”. Lejos, muy lejos está el gobierno de sus promesas de apoyar a los más marginados, sólo fue una estrategia electoral para amasar votos. En estas próximas elecciones, el pueblo debe de cuidar mejor su voto.
Debe exigir resultados a los candidatos en esta crisis de salud. No se escuchan los pronunciamientos de los candidatos exigiendo la aplicación de vacunas para el pueblo, no se escuchan exigiendo un plan alimentario verdadero. Lejos, muy lejos está el presidente y Morena, de ser el salvador que el pueblo trabajador necesita.
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