"A partir del lunes (15 de junio pasado) ya muchos regresan a trabajar.Yo creo que ya se terminó esto, ¿no? (la pandemia)"."No contestó- se reabre la economía, pero aún no llegamos al pico de los contagios, todo el país está en semáforo rojo"."¿Ah, sí? ¿a poco? Pues a ver cómo nos va."
"¿Para qué usas eso? El cubrebocas no te protege del virus"."A mí no, pero a ti sí le dijo- te protege a ti si yo estoy contagiado"."…Ah, bueno; eso sí".
"Yo no creo que exista eso; es una estrategia del gobierno para desviar la atención, es como lo del chupacabras"."No; sí existe, es real"."A ver ¿usted ha visto a alguien enfermo?" "No, afortunadamente no, ni quiero verlo, mejor así".
Son algunos de los comentarios que, a tres meses de declarada la pandemia por la Organización Mundial de la Salud a causa del virus SARS-CoV-2, todavía se escuchan indistintamente.Esa falta de credibilidad hacia algo con lo que no hemos entrado en contacto directo pero que existe, se debe a la falta de información o a la desinformación.
La desinformación un poco es consecuencia del desinterés del ciudadano, pero tiene una explicación: la experiencia le ha enseñado que los medios de comunicación masiva no son lo veraces que deberían porque a través de ellos se da a conocer una realidad que no ha sido investigada o que no lo ha sido en toda su amplitud, a pesar de lo cual se presenta como verdadera, pero, como reza el refrán "la verdad siempre sale a flote", finalmente la mentira se descubre y el ciudadano se siente engañado.Y como esto le ha sucedido una y otra vez, opta por apartarse de dichas fuentes para evitar que se burlen de él (es el caso del asunto del "chupacabras").
Pero también es cierto que aquellos que se acercan a los medios informativos para conocer la opinión de gente de prestigio que por el puesto que ocupa y la responsabilidad que carga sobre sus espaldas está obligada a prepararse y dar línea, terminan más de las veces decepcionados.Tal es el caso que suscitó estas líneas.En marzo, cuando ya la pandemia estaba golpeando, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, recomendó a los mexicanos que siguieran abrazándose, "no pasa nada", dijo, e insistió en salir en familia a comer a fondas y restaurantes, mientras su Secretario de Salud, Hugo López-Gatell, pedía a los mexicanos que se quedasen en casa y no se tocasen.
Al ciudadano común corresponde buscar acercarse a los medios de comunicación para estar bien informado pero en todo momento hacer uso de su inteligencia crítica, dudar de todo, cuestionarse todo y, una vez informado, contrastarlo con la realidad para sacar las mejores conclusiones y actuar en consecuencia.
Es el caso en esta pandemia en la que a pesar de que aún no llegamos al pico de contagios ya se nos ordenó salir a la calle a trabajar porque el gobierno no quiere apoyar a las familias trabajadoras con un Programa Nacional de Alimentos para que se mantengan en casa y la gente sale arriesgando su salud y su vida.Por eso es imprescindible que estén bien informados para que puedan tomar las decisiones más correctas.
Por mi parte, aprovecho para invitar a todos mis posibles lectores a que todos los jueves, en punto de las cuatro de la tarde, hora del centro del país, escuchen a través de su página de Facebook al Maestro Aquiles Córdova Morán, Secretario General del Movimiento Antorchista Nacional, gente de las más cultas que existen en el país y que ha demostrado que toda su vida y sus conocimientos los pone al servicio de los que menos tienen.Escucharlo será una experiencia sumamente alentadora.Se los garantizo.
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