En muchos países de América y del mundo se está dando un fenómeno inflacionario. En México es particularmente severa la inflación, pues tenemos desde hace varios trimestres un incremento importante en los precios de los productos y servicios, particularmente los que son de primera necesidad para la población de menor ingreso. Este fenómeno económico, que es un mal consustancial del capitalismo, lleva, día con día, al empobrecimiento a millones de mexicanos.
El plan para revertir la inflación, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no deja de ser un paliativo que consta de viejas recetas que han probado su ineficacia para contener la inflación.
Empecemos diciendo que la espiral inflacionaria, en México, no parece tener fin, ni pico, a un mes de implementado el plan, “la inflación en México volvió a acelerarse en la segunda quincena de mayo y alcanzó su mayor nivel desde el 2001, ante el persistente incremento en los precios de los alimentos principalmente.” “El Índice de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 7.72 por ciento anual en la segunda quincena de mayo, su mayor nivel en poco más de 21 años.” (Columna de Cristian Téllez, El Financiero, 10/junio/22).
De cómo la inflación arroja a más mexicanos a la pobreza, es fácil de entender. Al ir a comprar productos de primera necesidad, el ama de casa ve que el poder adquisitivo de su dinero no es el mismo: compra menos cantidad de productos con la misma cantidad de dinero que el mes anterior o la semana pasada o, incluso, que el día anterior.
La inflación, es decir, el aumento sostenido de los precios de los artículos o servicios el que está haciendo de la suyas. A una persona con buen ingreso, no hablemos ya a los grandes ricos, no le pega tanto la inflación, pero a la gente humilde que tiene ingresos raquíticos hace que estos se pulvericen más, y, en consecuencia, que descienda más y más a la pobreza.
Es un hecho que la inflación, entre otros fenómenos económicos, está lanzando a la pobreza y a la pobreza extrema a amplios sectores de la población. Con relación a esto, dice El Universal del 10 de junio 22: “Como resultado de la inflación y de la desaceleración económica para el 2022 se espera un crecimiento de la pobreza, que revertirá los avances del 2021, de acuerdo con la Cepal.” “Rolando Ocampo, director de División de Estadística de la Cepal, señaló que “para México las estimaciones llevarían a incrementos de pobreza de 1 millón 600 mil personas que pasarían a pobreza, con el escenario extremo de 2.5 millones de personas que estarían en pobreza”.
Este gobierno de la 4T lanzó como uno de sus slogans más sonados en campaña, y aún en los discursos que da el primer mandatario, “por el bien de todos, primero los pobres”. Cualquiera entendería, entonces, que la política económica de este gobierno se centraría en abatir la pobreza, pero la realidad es terca: a más de tres años de gobierno de AMLO, hemos visto un incremento importante de la pobreza, y lo peor es que los organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) no ven un futuro en el desarrollo de nuestro país que permita pensar que se reducirá la pobreza; muy al contrario, esta se incrementará. Las medidas contra la inflación, insistimos son puros paliativos que no resolverán el problema.
Los grandes empresarios y comerciantes capitalistas no tienen corazón, solo tienen intereses económicos y políticos. A ellos le interesa incrementar sus jugosas ganancias y una de las formas es que sus productos tengan precios elevados. AMLO, con sus medidas contra la inflación, en particular, y con su política económica, en general, solo le afila las garras al capital, en lugar de tomar medidas en serio y afondo para detener la voracidad de los dueños del dinero y corregir fenómenos como el inflacionario.
Por eso, a los pobres no nos queda de otra que organizarnos y exigir se impulse la inversión pública y privada para crear empleos bien remunerados para toda la población en edad de trabajar. Que no se tire el dinero público en programas de carácter electorero y se piense en un verdadero desarrollo económico del país, pero este gobierno de cuarta, el de AMLO, no será quien impulse al país por el sendero correcto.
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