En tiempos tan oscuros y bañados de violencia, se escucha decir a integrantes de la supuesta izquierda del partido oficialista que la bandera de la 4T es el “humanismo mexicano” y lo pregonan como si fuera la gran obra maestra y ejemplo mundial, pero ¿realmente es así?
En primer lugar, el Humanismo desarrollado en Europa por la burguesía naciente durante el período renacentista del siglo XV y XVI planteaba un cambio radical del pensamiento filosófico en contraste con el sistema feudal y el poder ideológico de la religión que dominaba dicho período. Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1304-1374), y Giovanni Boccaccio (1313-1375), entre otros artistas y filósofos, destacaron la importancia del ser humano, sus características materiales de producción para el desarrollo del capital, y se rebelaron contra lo divino realizando aportes a la ciencia y la tecnología.
El Gobierno mexicano es el más violento de la historia y no hay la intención de corregir. Lo que sí vemos es una campaña publicitaria de Morena; un discurso demagógico para ganar votos.
Esta serie de hechos, y muchos más sucesos, dio paso al renacimiento de corrientes artísticas y culturales que se vieron materializadas en obras de importantes artistas como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Tiziano, y filósofos como Erasmo de Róterdam (1466-1536) y Michel de Montaigne (1533-1592), planteando un cambio en las concepciones ideológicas del pensamiento dominante, meramente religioso, y la efectividad de la capacidad humana para la producción de bienes y riqueza material para desarrollar la economía del capital, generando la suficiente riqueza para irradiar a su población y dando paso a un proceso de transición del sistema económico actual.
En segundo lugar, este proceso, el humanismo, se considera patrimonio universal de la filosofía; por tal motivo, no puede tener características diferentes o adaptaciones, es decir, no hay Humanismo alemán, francés, etcétera. Por lo tanto, tampoco mexicano. Pero, ¿cuál es la finalidad de la definición “Humanismo mexicano”?
Sin duda, es hacer creer a la opinión pública que su Gobierno representa derechos humanos y garantías individuales, así como si se hubiera descubierto el hecho más trascendente, poniéndole la categoría de “mexicano” enraizado en sus declaraciones que es por la cultura humanista de los mexicanos, por su naturaleza mexicana. Y por tal absurdo definen su eslogan de campaña.
Pero, si fuese tal como lo dicen, ¿realmente vivimos los mexicanos el humanismo?
Si nos vamos al terreno de los hechos y no de la propaganda, en materia de seguridad se considera el Gobierno más violento de los últimos años según cifras del mismo gobierno a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, que revelan que entre enero y mayo de este año se registraron poco más de 12 mil 700 homicidios dolosos en el país. Este delito se fue al alza entre abril y mayo, y a pocos de ellos se les hace justicia.
El país se hunde en la pobreza, con más de 90 millones de personas que carecen de lo necesario para vivir dignamente, y como consecuencia se ve limitada la capacidad para pagar o acceder a la educación, a la buena alimentación, a la salud, a la vivienda digna y con todos los servicios.
En fin, se vuelve presa de la manipulación ideológica, de la más vil explotación y del terror que persiste y permanece en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su grupo de creyentes.
De tal manera, y ante esta realidad que ha rebasado la capacidad del gobierno actual para actuar, un ejemplo claro y doloroso para los antorchistas es el acto de animales que fueron sin ningún corazón a asesinar a dos destacados militantes de nuestro movimiento, Conrado Hernández y Mercedes Martínez, así como el inhumano asesinato de su hijo Vladimir de apenas 6 años de edad el pasado 12 de abril de 2023, del cual no hemos recibido por parte de las autoridades correspondientes una explicación con detallado análisis que nos brinde la verdad de los hechos y castigue a los culpables intelectuales y materiales.
El Gobierno mexicano se caracteriza por ser el más violento y no hay la mínima intención de corregir o mejorar. Lo que sí vemos es una campaña publicitaria de Morena, un discurso demagógico para ganar votos.
Por lo tanto, la construcción de un verdadero humanismo estará en manos de las mayorías organizadas, preparadas, con la firme decisión de cambiar el estado de cosas y no de un grupo de políticos seudohumanistas que roban, mienten y traicionan al pueblo.
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