Pues de dos mil 533 millones que el organismo tenía programados para el segundo trimestre del año, sólo utilizó mil 177.9 millones, el 46.5 por ciento, de acuerdo con lo reportado por la Secretaría de Hacienda.Donde hubo menos cumplimiento de gasto fue en el Programa para el Mejoramiento de la Producción y la Productividad Indígena, que tiene como objetivo financiar proyectos productivos, turísticos o acciones de mitigación del cambio climático.
El subejercicio en ese caso fue del 93.1 por ciento, que de hecho es uno de los mayores de todo el gobierno, según consta en el documento Avance Financiero de los principales programas presupuestarios enero-junio 2019.Sólo se gastaron 30.7 millones de los 444.9 disponibles para la primera mitad del año, es decir, que más de 400 millones de pesos se quedaron sin entregar.Para todo 2019, se le asignaron 806.9 millones, que ya de por sí eran 7.7 millones menos que lo que tuvo este programa durante 2018.
El mal desempeño económico le sigue el Programa de Derechos Indígenas, con un subejercicio del 76.1 por ciento.Solo se han gastado 25.1 millones de los 105 disponibles.El año pasado, ya había sufrido un recorte de 33 por ciento de su presupuesto.El dinero de este programa se entrega a comunidades, instituciones indígenas o académicas, que tengan iniciativas para reforzar los derechos de pueblos indígenas y afromexicanos, como de defensa legal, capacitación o investigación, excarcelación de personas, intérpretes y traductores, o proyectos culturales para promover las lenguas originarias.
Y es que, a pesar de que nuestro país es uno de los que cuenta con más diversidad lingüística en el mundo, pues en su territorio se hablan al menos 68 lenguas indígenas, el 60 por ciento de ellas está en riesgo de desaparecer.Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, el 21 de febrero, la Secretaría de Cultura federal subrayó que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 51.3 por ciento de los 7.4 millones de hablantes de alguna lengua indígena en el país son mujeres y 48.7 por ciento hombres.
De ellos más de seis millones son bilingües y 810 mil monolingües, en tanto que Oaxaca, Yucatán, Chiapas, Quintana Roo, Guerrero, Hidalgo, Campeche, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz son los que tienen más hablantes de esas lenguas indígenas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI).
Las lenguas que más se hablan en México son el náhuatl, con un millón 725 mil hablantes; seguido del maya, con más de 859 mil; tseltal con 556 mil; mixteco con 517 mil; tsotsil con 487 mil; zapoteco con 479 mil; otomí con 307 mil y el totonaco, chol y mazateco, con más de 200 mil hablantes.En promedio, cada dos semanas, una lengua desaparece, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que instituyó el 21 de febrero como Día Internacional de las Lenguas Maternas.
Lo anterior es una realidad en diversas regiones del estado de Oaxaca, principalmente en el Istmo de Tehuantepec, donde el zapoteco y el huave son dos lenguas siguen siendo severamente desplazadas por el español.
Datos del Inegi revelan que el 60 por ciento de la población en Juchitán habla zapoteco, en su mayoría son adultos mayores, niños muy pocos.Ante ello, el actual director de Cultura del Ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza, fue responsable del programa municipal "Diidxazá Xtinu" durante el bienio 2017-2019, realizó por primera vez un diagnóstico de la situación de la lengua zapoteca entre los niños de primaria en dicha ciudad.
La encuesta realizada a los siete mil 415 niños de 39 escuelas arrojó que sólo el 40 por ciento dijo ser hablante del diidxazá, al 38 por ciento le fue inculcado por su madre y al 11 por ciento por su abuela y un 22 por ciento dijo sentirse apenado por hablarlo.En San Mateo del Mar, con su docena de agencias y tres barrios, el huave es la lengua franca, ya que la dominan desde los niños hasta los adultos, dijo el cineasta Nelson Yrraestro Orrín.Un 90 por ciento de la totalidad de habitantes de este municipio ikoots habla la lengua, aunque también ya con muchos prestamos del español, reconoce. En el plano educativo, la lengua ombeayiüts se habla en las escuelas preescolares, primarias y hasta bachilleratos, con excepción de las secundarias, los niños y jóvenes siguen hablando su idioma.
En San Dionisio del Mar un 70 por ciento de la población se sigue comunicando en la lengua de sus ancestros, aunque en los menores de edad ya no se habla y se ha vuelto una lengua de adultos, aseguró Jorge Castellanos Pino, cronista de la población.
Ante esta situación, como alguna vez lo dijo una gran mujer luchadora social, nos debe quedar claro que, "las revoluciones sociales no las hace una persona por muy brillante e inteligente que sea, pues la verdadera revolución la hacen las masas populares", es decir, tienen que ser los mexicanos organizados los que luchen y eleven su conciencia política para realmente transformar su país pero además, buscando entre ello, salvar y fortalecer el fomento de las lenguas indígenas que son bellas palabras de nuestros antepasados.
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