Ya está por concluir la administración del gobernador Carlos Joaquín González, y con ello quedarán en el olvido un sinfín de demandas que prometió que iniciaría a resolver desde el primer día de su administración.
Entre esas demandas se encuentra la reducción de la pobreza, aumento significativo de los empleos y salarios justos, apoyo al campo, a la educación, al sector salud, inversión en obra social y servicios básicos, con dichas acciones, aseguró que mejoraría la calidad de vida de los quintanarroenses, sin embargo, nada de lo prometido se hizo realidad.
La delincuencia organizada, la inseguridad y homicidios sigue a la orden del día, pese a que el Gobierno estatal presume a diestra y siniestra que ha invertido como nunca en seguridad pública y que el estado cuenta con policías capacitados para salvaguardar la integridad de la ciudadanía, otra más de sus miles de mentiras.
Ante ese panorama, la dirigencia del Movimiento Antorchista, en 2019 entregó un pliego de peticiones al gobernador, Carlos Joaquín, en una audiencia que ofreció y en la se le hizo de su conocimiento las demandas elementales y la urgencia de que fueran atendidas, como la ampliación de red de agua potable, electrificación, pavimentación de calles, regularización de predios, apoyo al campo, a estudiantes, entre otras necesidades que de resolverse beneficiaría a 35 mil familias antorchistas; sin embargo, él sostuvo que había problemas financieros, pero que de toda la lista de necesidades se atendería únicamente cinco, entre los que se priorizó la regularización de la colonia Mártires Antorchistas de Chetumal, contratación de 24 maestros antorchistas de diversos niveles educativos, la pavimentación del acceso principal de la colonia Fraternidad Antorchista de Chetumal, apoyo con insumos agrícolas y el comodato del edificio del Albergue Estudiantil Felipe Carrillo Puerto.
Pasaron los meses y a pesar de incontables mesas de diálogo con funcionarios de la Secretaría de Gobierno, estos alegaban que sí iban a atender los acuerdos pactados, pero no se veían señales o intenciones de que se fueran a materializar en beneficio de las familias afectadas organizadas en el Movimiento Antorchista.
Ante los constantes engaños, en varias ocasiones los antorchistas acudieron a Palacio de Gobierno para que les informaran o les dieron alguna razón del incumplimiento de las demandas, pero hasta la fecha, el gobernador del estado se ha mostrado indiferente e insensible para no ayudar a las familias quintanarroenses las cuales se han visto muy afectadas ante la falta de apoyo gubernamental.
Como muestra de apertura al diálogo, en octubre de 2020, nuevamente la dirigencia antorchista se reunió con funcionarios de la Secretaría de Gobierno, y en esa ocasión se llegó al acuerdo de que se firmaría un convenio de colaboración entre la autoridad estatal y el Movimiento Antorchista que establecería las demandas y los plazos de su cumplimento, sin embargo, tampoco fue formalizado.
Así las cosas, pese a la dura situación de la crisis económica que atraviesan los quintanarroenses por la pandemia de la covid-19; Joaquín González no se compadeció de las enormes dificultades que enfrenta la ciudadanía que no cuenta con apoyos que beneficien la producción de sus cultivos en las comunidades y en las colonias que existen carencias de servicios básicos como la luz y agua potable, también de falta de infraestructura como pavimentaciones, escuelas, centros de salud, banquetas, entre otras más.
Ante las mentiras e insensibilidad del mandatario estatal, la inconformidad de las familias afectadas incrementa, y queda patente que los antorchistas continuarán en la postura de seguir con su lucha, seguirán con el derecho a la libre manifestación y expresión de las ideas, y que conste que la organización social se ha mostrado siempre paciente y dispuesto al diálogo para que se atiendan y resuelvan las necesidades de los que menos tiene.
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