"¡Que la verdad sea nuestro escudo frente al mundo entero siempre compañeros!": Aquiles Córdova Morán
La verdad es nuestro escudo… y nuestra espada, pues la verdad es no sólo un medio para la defensa, sino el mejor instrumento para la transformación efectiva de la realidad. Por eso no se equivocaba ni exageraba Gramsci al decir que “Decir la verità è rivoluzionario” (decir la verdad es revolucionario).
El origen mismo de esa frase no por casualidad, alude a la verdad publicada, es decir, a la defensa de la verdad en medios de comunicación, en este caso escritos (en una época en que no había redes sociales), y principalmente al periódico que los luchadores dirigen para su público, que es el pueblo trabajador.
La frase fue lema en el periódico italiano L’Ordine Nuovo (El orden nuevo), publicación periódica fundada en Turín el 1º de mayo de 1919 por Antonio Gramsci y otros intelectuales socialistas que se declaraba como un programa de renovación social y proletario y fue, en efecto, instrumento de lucha ideológica de la teoría revolucionaria en contra de las desviaciones del pensamiento socialista.
Desde su primer número, defendió precisamente la idea de que:
“…no hay que ocultar a la clase obrera nada de lo que a esta interesa, ni siquiera cuando tal cosa pueda disgustarla, ni siquiera en el caso de que la verdad parezca hacer daño en lo inmediato; significa que hay que tratar a la clase obrera como se trata a un mayor de edad capaz de razonar y discernir, y no como a un menor bajo tutela.”
El mismo Gramsci refiere que la idea es anterior a él y cita a Ferdinand Lassalle, iniciador del movimiento socialdemócrata en Alemania como el acuñador de la misma, pero el origen de la idea es anterior aún, o más exactamente, encuentra su defensor y promotor más consecuente en el gran revolucionario ruso Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, y su insistencia en la realización de un periódico revolucionario para toda Rusia, como instrumento para la construcción del partido político de la clase trabajadora de su nación.
Lenin luchó con uñas y dientes defendiendo la idea de un periódico que recogiera los problemas reales de los obreros de todos los rincones, la denuncia política, la defensa de la teoría marxista como explicación de los problemas, el combate a las desviaciones del pensamiento que desorientan a la clase obrera, y como el mejor instrumento para entender y analizar la realidad concreta, es decir los problemas reales que afectan a los trabajadores de carne y hueso, así como para proponer soluciones sociales viables para esos problemas y para transformar la sociedad.
Lenin decía que esta es la esencia de la teoría marxista, con la cual se lograría dar unidad al movimiento proletario por la vía de lograr la unidad de pensamiento, no por seguidismo o incapacidad de los obreros para tener ideas propias, sino porque precisamente a esa capacidad e inteligencia naturales se les debe nutrir con el poderoso instrumento de la teoría científica que es el materialismo dialéctico, con lo cual se lograría la unidad orgánica y, por consecuencia, la unidad de acción, convirtiendo así, en los hechos y de manera efectiva, al movimiento obrero, mediante su fusión indisoluble con la teoría revolucionaria en un poderoso movimiento político (¡el más poderoso!) capaz de transformar la sociedad.
Por eso, y no por otra cosa, Lenin luchó con todas sus fuerzas por convencer a sus compañeros de lucha de construir ese periódico, y puso manos a la obra para ver nacer a Iskra (La Chispa), con el lema “De la chispa nacerá la llama”, y con la misma enjundia y convicción, al ver a su creación en manos de los oportunistas que no querían tratar a los obreros como adultos, para crear Vperiod (Adelante) como periódico de la fracción bolchevique del partido y lograr así la unidad del partido de la clase obrera. Este partido de Lenin sería el que lograría la gran revolución proletaria de octubre y construiría la primera patria proletaria en la Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas (URSS).
Para Buzos son ya 24 años de defender la verdad, de dar voz a los más humildes de México, de servir como instrumento real y efectivo para educar a las masas trabajadoras.
Todo esto fue obra del proletariado ruso, pero nadie podrá negar el importante papel que jugó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (que después sería el Partido Comunista de la Unión Soviética-PCUS), pero sobre todo, en los momentos cruciales de la lucha ideológica, la fracción brolchevique del período revolucionario, y el imprescindible papel de constructor y dirigente de Lenin, a través de Iskra y de Vperiod en su momento.
Todo esto no es sino la forma histórica en la que se manifestó esta idea de la verdad como escudo y como espada, en la lucha del proletariado por un mundo mejor, escudo y espada cuya materialización, cuya forma tangible y material fue ni más ni menos que el periódico que tanto peleó Lenin.
Pues ni más ni menos es el papel y la importancia que tiene para el pueblo trabajador mexicano la revista Buzos de la noticia, que en estos días está celebrando su aniversario número 24.
Son ya 24 años de defender la verdad, de dar voz a los más humildes de México, de servir como instrumento real y efectivo para educar a las masas trabajadoras y para realizar, hasta lograr, esa misma unidad de todos los mexicanos humildes en torno a la teoría revolucionaria, que en México se aglutina en el pensamiento del maestro Aquiles Córdova Morán y sus ya numerosos seguidores.
Si logramos hacer que Buzos llegue a todos los mexicanos humildes y que estos la tomen como su revista, como su voz, su defensor, como su escudo y su espada, lograremos que estos mismos mexicanos se conviertan de polvo suelto que el viento vuela que hoy son, en una roca sólida y monolítica, en la fuerza política más poderosa del país , porque los pobres somos el 90 % de los mexicanos. El día que logremos eso, vamos a transformar al país y nada nos va a detener.
Por eso y más, felicidades y gracias a Buzos, por sus 24 años defendiendo la verdad y dar voz a los humildes del país.
"¡Que la verdad sea nuestro escudo frente al mundo entero siempre compañeros!": Aquiles Córdova Morán
La verdad es nuestro escudo… y nuestra espada, pues la verdad es no sólo un medio para la defensa, sino el mejor instrumento para la transformación efectiva de la realidad. Por eso no se equivocaba ni exageraba Gramsci al decir que “Decir la verità è rivoluzionario” (decir la verdad es revolucionario).
El origen mismo de esa frase no por casualidad, alude a la verdad publicada, es decir, a la defensa de la verdad en medios de comunicación, en este caso escritos (en una época en que no había redes sociales), y principalmente al periódico que los luchadores dirigen para su público, que es el pueblo trabajador.
La frase fue lema en el periódico italiano L’Ordine Nuovo (El orden nuevo), publicación periódica fundada en Turín el 1º de mayo de 1919 por Antonio Gramsci y otros intelectuales socialistas que se declaraba como un programa de renovación social y proletario y fue, en efecto, instrumento de lucha ideológica de la teoría revolucionaria en contra de las desviaciones del pensamiento socialista.
Desde su primer número, defendió precisamente la idea de que:
“…no hay que ocultar a la clase obrera nada de lo que a esta interesa, ni siquiera cuando tal cosa pueda disgustarla, ni siquiera en el caso de que la verdad parezca hacer daño en lo inmediato; significa que hay que tratar a la clase obrera como se trata a un mayor de edad capaz de razonar y discernir, y no como a un menor bajo tutela.”
El mismo Gramsci refiere que la idea es anterior a él y cita a Ferdinand Lassalle, iniciador del movimiento socialdemócrata en Alemania como el acuñador de la misma, pero el origen de la idea es anterior aún, o más exactamente, encuentra su defensor y promotor más consecuente en el gran revolucionario ruso Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, y su insistencia en la realización de un periódico revolucionario para toda Rusia, como instrumento para la construcción del partido político de la clase trabajadora de su nación.
Lenin luchó con uñas y dientes defendiendo la idea de un periódico que recogiera los problemas reales de los obreros de todos los rincones, la denuncia política, la defensa de la teoría marxista como explicación de los problemas, el combate a las desviaciones del pensamiento que desorientan a la clase obrera, y como el mejor instrumento para entender y analizar la realidad concreta, es decir los problemas reales que afectan a los trabajadores de carne y hueso, así como para proponer soluciones sociales viables para esos problemas y para transformar la sociedad.
Lenin decía que esta es la esencia de la teoría marxista, con la cual se lograría dar unidad al movimiento proletario por la vía de lograr la unidad de pensamiento, no por seguidismo o incapacidad de los obreros para tener ideas propias, sino porque precisamente a esa capacidad e inteligencia naturales se les debe nutrir con el poderoso instrumento de la teoría científica que es el materialismo dialéctico, con lo cual se lograría la unidad orgánica y, por consecuencia, la unidad de acción, convirtiendo así, en los hechos y de manera efectiva, al movimiento obrero, mediante su fusión indisoluble con la teoría revolucionaria en un poderoso movimiento político (¡el más poderoso!) capaz de transformar la sociedad.
Por eso, y no por otra cosa, Lenin luchó con todas sus fuerzas por convencer a sus compañeros de lucha de construir ese periódico, y puso manos a la obra para ver nacer a Iskra (La Chispa), con el lema “De la chispa nacerá la llama”, y con la misma enjundia y convicción, al ver a su creación en manos de los oportunistas que no querían tratar a los obreros como adultos, para crear Vperiod (Adelante) como periódico de la fracción bolchevique del partido y lograr así la unidad del partido de la clase obrera. Este partido de Lenin sería el que lograría la gran revolución proletaria de octubre y construiría la primera patria proletaria en la Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas (URSS).
Todo esto fue obra del proletariado ruso, pero nadie podrá negar el importante papel que jugó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (que después sería el Partido Comunista de la Unión Soviética-PCUS), pero sobre todo, en los momentos cruciales de la lucha ideológica, la fracción brolchevique del período revolucionario, y el imprescindible papel de constructor y dirigente de Lenin, a través de Iskra y de Vperiod en su momento.
Todo esto no es sino la forma histórica en la que se manifestó esta idea de la verdad como escudo y como espada, en la lucha del proletariado por un mundo mejor, escudo y espada cuya materialización, cuya forma tangible y material fue ni más ni menos que el periódico que tanto peleó Lenin.
Pues ni más ni menos es el papel y la importancia que tiene para el pueblo trabajador mexicano la revista Buzos de la noticia, que en estos días está celebrando su aniversario número 24.
Son ya 24 años de defender la verdad, de dar voz a los más humildes de México, de servir como instrumento real y efectivo para educar a las masas trabajadoras y para realizar, hasta lograr, esa misma unidad de todos los mexicanos humildes en torno a la teoría revolucionaria, que en México se aglutina en el pensamiento del maestro Aquiles Córdova Morán y sus ya numerosos seguidores.
Si logramos hacer que Buzos llegue a todos los mexicanos humildes y que estos la tomen como su revista, como su voz, su defensor, como su escudo y su espada, lograremos que estos mismos mexicanos se conviertan de polvo suelto que el viento vuela que hoy son, en una roca sólida y monolítica, en la fuerza política más poderosa del país , porque los pobres somos el 90 % de los mexicanos. El día que logremos eso, vamos a transformar al país y nada nos va a detener.
Por eso y más, felicidades y gracias a Buzos, por sus 24 años defendiendo la verdad y dar voz a los humildes del país.
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