En la zona metropolitana de Monterrey viven habitantes que se han concentrado en una gran urbe, es uno de los estados de la república donde la mayoría de las personas vive en la zona urbana y es común que personas de otros estados de México se trasladen a vivir a esta gran ciudad, pues es famosa por su gran industria y las oportunidades de empleo son más en comparación contras entidades.
La creciente población ha traído consigo otros problemas; por un lado, Nuevo León es un estado con mas oportunidades, pero por otro también es una de las ciudades mas caras de México, por ejemplo para obtener una vivienda se complica, porque por un lado son viviendas de constructoras que se encuentran lejos de los centros de trabajo, complicándose el traslado por la falta de camiones que bastezcan de manera eficiente la movilidad y por otro son viviendas pequeñas que están a altos costos, en muchos casos endeudándose para toda la vida.
Según el Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey), el objetivo es “impulsar la integración del patrimonio familiar y mejorar la calidad de vida de los grupos socialmente vulnerables, mediante la instrumentación de programas que faciliten la obtención de lotes de urbanización progresiva”, esta medida en lo hechos está muy distante, pues en sus inicios de la dependencia estatal, si comenzó así cumpliendo sus objetivos para lo que fue creada. Pues esta dependencia se constituyó mediante un fideicomiso entre el gobierno federal y el gobierno estatal en julio de 1973.
Ahora, la realidad es distinta, las fraccionadoras privadas se han encargado de abastecer la vivienda, madamas que el costo también cambió, ahora son precios hasta de 800 mil pesos para poder adquirir un patrimonio para la familia. Los trabajadores ahora se endeudan para toda la vida y pagar su casa en abonos pequeños a 20 años o más, una deuda para toda la vida.
El Movimiento Antorchista ha promovido colonias populares en todo el país, como una manera de conseguir un patrimonio para la familia bajo costo.
En Nuevo León hay dos colonias como las que he mencionado, Fraternidad Antorchista y la colonia Profa. Magdalena Córdova Moran, que en nada se comparan con los precios que dan las fraccionadoras. Desde la fundación se ha buscado la regularización de dichos asentamientos que están de manera regular, no son invasiones, no se le ha robado a nadie y sin embargo las autoridades poco hacen al respecto por una serie de trámites burocráticos que no permite avanzar con los servicios básicos como luz, agua y drenaje. Pero los argumentos hasta ahorita de que no se puede porque son colonias que no están en la mancha urbana, o que no tiene los permisos de uso de suelo, están rebasadas, pues ahora se encuentran rodeadas de fraccionamientos construidos y próximos a construir. Para las fraccionadoras privadas si hay todos los permisos, la razón es que ahí si hay negocio redondo para quienes se dedican a este negocio.
Por tanto, apelamos a los orígenes de la dependencia estatal creada para poder dar certeza jurídica al patrimonio de los neoloneses, no se eta pidiendo que se regale, solo que haya voluntad política para resolver los asuntos para regularizar, además de que se introduzcan los servicios básicos como la luz en la colonia Fraternidad, donde ya se tiene el recurso gestionado, pero no se ha ejecutado por trámites burocráticos entre municipio, Fomerrey y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a los que yo podría resumir en voluntad política.
Sigamos luchando compañeros de las colonias formadas por Antorcha, no hemos robado a nadie, no le hemos quitado a nadie, es su patrimonio y hay que luchar por él, solo organizados y conscientes de que la lucha es necesaria podremos empujar para que se avance. Que viva la organización de los pobres de México, que viva antorcha popular.
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