De nada han de servir a la población que se instrumenten y publiquen con bombos y platillos programas gubernamentales que son simplemente irrealizables, o bien, que no responden a su necesidad; y tampoco han de ser de mucha utilidad al funcionario o gobernante en cuestión para aumentar su popularidad; se le verá, seguramente, como un demagogo, como un farsante.Dos ejemplos: 1) los créditos solidarios de 25 mil que está ofreciendo el gobierno federal a las microempresas a través del IMSS; después de varios días, simplemente el gobierno no logra colocar los créditos; las causas, señalan los especialistas, están en "la poca demanda ante el bajo monto ofrecido y la alta cantidad de empresas que han sido rechazadas por no haber logrado mantener su plantilla intacta ante la crisis provocada por la covid-19".Este programa, simplemente, por ser muy poco el monto y por los requisitos que impone, fuera de toda lógica, es sencillamente un fracaso, ¡ah!, pero el señor presidente de la República creerá que es todo un éxito su anuncio, que seguramente habrá millones aplaudiéndole como focas.¡Qué alejado de la realidad!; 2) el gobierno de Hidalgo arrancó, y hasta donde me he podido informar, no es el único, un programa alimentario de 30 mil despensas para igual número de beneficiarios, pero resulta que la inmensa mayoría de los ciudadanos no pueden acceder a dicho programa porque, en primer lugar, casi nunca les contestan la llamada en el teléfono asignado para tal fin (he sido testigo de decenas de llamadas sin respuesta), y cuando tienen la divina suerte de que su llamada sea atendida, resulta que "no reúne los requisitos".Pero seguramente el señor gobernador y sus funcionarios han de estar felices por anuncio tan magnánimo, aunque no esté resolviendo la dramática realidad que vive el pueblo hidalguense.
Es decir, si no se instrumentan verdaderos programas, con auténtica determinación de ayudar y resolver en serio la grave crisis por falta de alimentos y de recursos económicos, para que las familias puedan solventar el pago de servicios y los gastos en salud, las consecuencias pueden ser verdaderamente calamitosas; deberían los señores gobernantes mínimamente escuchar las voces calificadas que se están pronunciando y dando el grito de alerta, ya que en los hechos se niegan a escuchar a sus gobernados y al pueblo demandante.Hace apenas unas semanas hablaban los expertos de Oxfam y hoy lo hace la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), que plantea (como parte de la presentación del Informe Especial sobre covid-19 en la región) entre otras cuestiones: "que los gobiernos de la zona garanticen transferencias monetarias inmediatas para la población más vulnerable en la forma de un Ingreso Básico de Emergencia (IBE); el IBE, dice contribuirá a solventar las necesidades básicas y a sostener el consumo de los hogares, lo que "será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida".O sea, propone un ingreso básico de emergencia para el corto plazo, por seis meses.
De acuerdo con la misma, México sería el país con el mayor impacto en términos de pobreza extrema derivado de la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus: tendrá un incremento de 4.8 puntos porcentuales en los niveles de pobreza extrema, en comparación con el año anterior, pues pasará de 11.1 a 15.9 por ciento de la población en esta situación, alrededor de 6.5 millones de mexicanos caerán a este nivel extremo de pobreza.En todo el país se ven miles de trapos blancos y cartulinas con la leyenda "en casa, pero sin alimento", ya que las autoridades no se han dignado a instrumentar un plan alimentario emergente para la población más vulnerable, que les asegure la alimentación durante el confinamiento, y aún se dicen "desconcertadas" y "sorprendidas" ante la "desobediencia" de la población.
Los funcionarios deberían dejar vanidades, orgullos e intereses de grupo o de clase y sumar a toda la población, organizaciones civiles, autoridades locales, etc., para poder hacer frente a esta pandemia; considerar a los verdaderos liderazgos, pues no basta, por ejemplo, que aparezca en programa especial el señor gobernador Omar Fayad a regañar a los hidalguenses para que se queden en casa; como lo hemos dicho en otras ocasiones, dicha orden, para que pueda ser atendida, debe ir acompañada de acciones precisas y efectivas, que realmente garanticen a las personas el sustento; de la otra manera, la gente, más por necesidad que por inconsciencia (que tampoco faltan), seguirá en las calles buscando la manutención para sus familias; además no deberían de confiarse: si la necesidad aprieta a tal grado, a pesar del confinamiento, tendrán a la población en las puertas de su palacio reclamando solución, demandando alimentos, medicinas y en general, atención a múltiples y acuciantes carencias que la agobian.
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