En Yucatán, existen dos polos opuestos, y es en la capital, Mérida, donde se ve el desarrollo en el norte contrastado con un sur donde las colonias carecen de obras, servicios y transporte, y cuyos habitantes han vivido en esta situación por más de once años, siendo ignorados por los diversos niveles de Gobierno.
Un ejemplo de esto es la colonia Plan de Ayala, donde la evidente carencia en la que viven sus habitantes se hace evidente al visitarla. A pesar de haber acudido a las instancias correspondientes para solicitar mejoras, han sido ignorados tanto por el Gobierno de Mauricio Vila Dosal como por el Gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, quienes han priorizado otros proyectos sobre el desarrollo de las colonias humildes, perpetuando así la desigualdad.
Esta colonia se ubica a 30 minutos en transporte particular y de 40 a una hora en transporte público. En una entrevista con la señora Jesús María, ama de casa que habita con sus cuatro hijos en una pequeña casa construida con materiales endebles y solo un cuarto de material, denuncia que no han visto mejoras por parte del Gobierno.
“En mi colonia no hay beneficios como luz, las calles están muy oscuras, no hay acceso a agua potable. Yo le diría al Gobierno que, si realmente están buscando el mejoramiento, que vean nuestras necesidades. Vivimos humildemente, necesitamos calles, agua, luz. Deberían priorizar a personas de escasos recursos en lugar de darle más prioridad a poblados más cómodos.”
Sin embargo, la colonia también carece de un servicio de transporte adecuado, que es escaso y deficiente.
¿Con qué problemas se enfrentan?
“El transporte nos queda retirado, tenemos que caminar dos o tres kilómetros para poder tomarlo. Quienes trabajamos en la mañana tenemos que salir temprano, lo mismo que los niños para ir a la escuela.”
El sur de Mérida ha sido históricamente desatendido en términos de desarrollo, mientras que el norte ha sido priorizado, perpetuando así la desigualdad entre ambas zonas. Las autoridades estatales se han justificado culpando las invasiones de predios y la falta de un plan de desarrollo, pero lo cierto es que durante los seis años de su administración, poco se ha invertido para resolver esta situación.
A veinte minutos de la colonia Plan de Ayala, en transporte público, se encuentra la colonia Emiliano Zapata Sur, donde decenas de familias viven con la incertidumbre de ser despojadas de lo que hasta ahora han considerado su patrimonio durante tres años.
En una entrevista con la señora Maribel Hernández Mora, denunció esta situación que hasta el momento no ha visto soluciones por parte de los Gobiernos estatal o federal, quienes han priorizado otros proyectos como el Tren Maya en lugar del desarrollo y bienestar de estas comunidades.
¿A qué se enfrentan viviendo en estos predios irregulares?
“A tener varias necesidades, como alumbrado, calles, agua. Tenemos muchas inconformidades aquí porque no sabemos cuándo nos van a regularizar, qué esperanzas tenemos para nuestras familias.”
¿Qué les diría usted a las autoridades, sobre todo ahora en tiempos de elecciones?
“Que siempre se acuerden de las colonias populares. Cuando vienen a buscar el voto, vienen y no les importa la hora, uno tiene que dejar sus cosas para venir. No es justo que nos dejen al último, cuando ellos tienen la manera de apoyarnos.”
El desarrollo de Mérida se ha focalizado únicamente en el centro y en el norte de la capital, dejando de lado al sur. Aunque se argumente que esto se debe a la falta de planificación, es responsabilidad del Gobierno garantizar una planificación adecuada y abordar la desigualdad en la que viven sus habitantes.
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