Desde que asumió el poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se ha cansado de prometer que los mexicanos íbamos a tener un sistema de salud mejor que el de Dinamarca o Suecia y una megafarmacia para que no falte ningún medicamento.
Sin embargo; a menos de diez meses para que deje el poder y se vaya de Palacio Nacional, los nosocomios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) ubicados en el Área Metropolitana de Guadalajara, además de desabasto de medicamentos, están presentando fallas en elevadores o el suministro de agua potable, con lo cual el servicio de salud público en la capital del estado de Jalisco es cada vez más deficiente.
Personas que tienen acceso al servicio de salud enfrentan serias dificultades para ser atendidos de algunas enfermedades. Muchos de ellos denuncian que en los hospitales faltan especialistas, equipo médico y a los pacientes sólo les recetan paliativos si es que tienen disponibles.
Arlen Ruelas, por ejemplo, lleva décadas como derechohabiente del Issste, y en entrevista refiere la lamentable situación en que se encuentran los servicios médicos en estos centros de atención médica.
Se dice que en este sexenio el servicio de salud público es cada vez más deficiente: usted, como derechohabiente, ¿qué opina?
En efecto, el sistema de salud bien dotado de medicamentos y mucho mejor que el de Dinamarca, que prometió este Gobierno desde hace cinco años, no se ve por ningún lado. Estamos casi al final del sexenio y cada vez que acudimos al Issste, luego de haber esperado alrededor de seis meses para la cita con un especialista, encontramos como resultado que ni siquiera hay aparatos para los respectivos estudios.
¿Todavía sigue el desabasto de medicamentos?
La escasez de medicinas en las farmacias de los nosocomios es casi total. Estamos viendo un cambio radical en salud pública; ahora en los hospitales públicos a los pacientes les recetan sólo paliativos, si es que tienen. Tratan de calmarles el dolor y lo logran aunque sea por un rato, pero no los curan.
¿Cómo percibe los servicios de hospitalización?
En estado verdaderamente lamentable. En estos últimos años, en las salas de espera hay cada vez más pacientes graves sentados en una silla con un suero, esperando ser hospitalizados, y son ingresados sólo en caso de que se llegue a desocupar una cama.
¿Qué otros problemas hay en los hospitales?
En los laboratorios de rayos X también hay largas filas, tanto para agendar citas como para entregar muestras. Son varios los problemas que agravan la atención de los pacientes, por ejemplo, el hospital Valentín Gómez Farías ubicado en Zapopan programa los servicios médicos a través de una plataforma digital controlada desde la Ciudad de México, pero está saturado todo el tiempo.
¿Cómo estaban los servicios de salud en gobiernos anteriores?
Llevo más de 20 años como derechohabiente y me he dado cuenta que con este Gobierno hay un cambio radical. En sexenios anteriores es cierto que la medicina escaseaba, especialmente en los meses de noviembre y diciembre, pero no se nos dejaba sin medicamento tanto tiempo, como nos tienen ahora, ya que en enero los medicamentos volvían. Lo peor es que en este sexenio los pocos medicamentos que se llegan a otorgar son de menor calidad.
¿Cuál sería la solución?
En este sexenio ya es difícil encontrar soluciones. Ha hecho promesas en materia de salud pública, pero sólo para encubrir la poca importancia que tiene para garantizar la salud de todos los mexicanos. El pueblo de México debe entender que un sistema de salud mejor que el de Dinamarca no se puede lograr en poco tiempo, ni mucho menos con discursos, ya que se necesitan, sobre todo, cuantiosos recursos.
Para resolver el problema de salud pública es necesario un gobierno que se preocupe realmente por la salud de los trabajadores y destine mayor presupuesto al sector. Nuestro país necesita hombres y mujeres saludables para poder construir una patria más próspera y mejor para todos.
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