No se sorprenda ni se enoje; eso no lo dije yo, lo dijo el propio presidente López Obrador en días recientes. Aseguró que durante su gobierno ningún rico en el país ha perdido su dinero, al contrario, señaló que les ha ido bien; fue claro, sin tapujos: “…Yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero, y a las pruebas me remito; al contrario, les ha ido bien”, comentó. Y creo que tiene mucha razón, en su gobierno a los ricos les ha ido muy bien; veamos algunos ejemplos.
Según datos de Forbes, Carlos Slim tiene una fortuna estimada en 81.2 mil millones de dólares, un incremento de 45.3 por ciento, su mayor valor desde 2013; Germán Larrea, segundo en la lista, posee una fortuna de 38.8 mil millones de dólares, registrando un incremento de 22.5 por ciento. Le sigue, en tercer lugar, Ricardo Salinas Pliego (dueño de Tv Azteca y Elektra) con 12 mil 450 millones de dólares, casi igual que en 2021, pero en los últimos 10 años su riqueza subió 26 por ciento. De los 10 multimillonarios mexicanos, ocho aumentaron en 28 por ciento sus fortunas en el año 2021, y “en 2020 las 36 principales fortunas del país sumaron 171 mil 490 millones de dólares, un 20 por ciento promedio más que en el 2019”.
Y de acuerdo con el informe World Inequality Report 2022 (Informe de Desigualdad Mundial 2022), “en México, el 10 por ciento de la población más rica gana 30 veces más que el 50 por ciento del grupo más pobre. Este grupo de mayor riqueza concentra el 57 por ciento de los ingresos totales en el país, mientras que la mitad de los más pobres poseen solo el 9 por ciento” (Animal Político/2021/12).
Así que, como bien lo señala el columnista de El Universal, Mario Maldonado, “… el presidente tiene razón: los ricos son más ricos en su sexenio, y los pobres más pobres, a pesar de las remesas y los programas sociales. Esa extraña simpatía de AMLO por los multimillonarios”.
Y, en efecto, López Obrador tiene razón; su política no ha afectado en nada a los ricos, como él lo dice y lo muestran las cifras aquí referidas; pero ¿cómo nos ha ido al resto de los mexicanos?
De acuerdo con el Coneval, entre 2018 y 2020 se sumaron 3.8 millones de mexicanos a la pobreza, al pasar de 51.9 a 55.7 millones de personas, 10.9 millones en pobreza extrema; el incremento en la carencia de acceso a la salud pasó de 16.2 por ciento de la población en 2018 a 28.2 por ciento en 2020, es decir, aumentó 15.6 millones de personas sin poder acceder a servicios médicos y medicinas.
Su política gubernamental, esa de “primero los pobres”, también ha afectado a millones de mexicanos eliminando los programas sociales, que con mucho esfuerzo y lucha social, se habían logrado, por ejemplo:
1. Eliminó el programa Prospera a las familias mexicanas
2. Quitó el Seguro Popular.
3. Dejó sin apoyos al campo, como en fertilizantes y semilla mejorada, entre otros muchos más.
4. Desapareció las Estancias y Guarderías Infantiles y los espacios para mujeres violentadas.
5. Eliminó los programas de apoyo a la vivienda.
6. Eliminó el presupuesto para la realización de obras de infraestructura básica, como agua potable, caminos, drenajes, electrificación, construcción de escuelas y espacios deportivos y culturales, etc.
7. Dejó sin medicamentos y tratamientos médicos a los niños con cáncer.
8. El número de muertos por homicidios dolosos se ha incrementado espeluznantemente, así como la cantidad de familias desplazadas por la violencia.
9. Ahora, con el gobierno de Morena, estamos viviendo, además de la crisis de salud, derivada en buena medida de las consecuencias de la pandemia al no existir una política de contención por parte del gobierno de López Obrador ni apoyos a las familias afectadas, una de las peores crisis económica de las últimas décadas: la inflación general es del 7.58 por ciento, pero en la canasta básica alcanza un 13.5 por ciento. Ciertamente los ricos no se han visto perjudicados por su gobierno, pero la inmensa mayoría de los mexicanos sí y ahora de manera muy directa en la economía de los hogares con el terrible aumento de precios en los productos de la canasta básica, en el gas, la electricidad.
Así que, si antes estábamos mal, hoy estamos peor con el gobierno morenista y su 4T de López Obrador; pero ¿y su discurso de que primero los pobres? Es eso, discurso, palabrería para engañar inocentes. Toda su política ha sido en beneficio del sistema neoliberal y de los grandes ricos del país y en perjuicio de los pobres.
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