Imágenes de terror han dado la vuelta al mundo sobre los acontecimientos del pasado sábado 5 de marzo, en el partido entre Gallos Blancos y Atlas de la Liga MX a causa de la batalla campal entre barras, en las tribunas del estadio Corregidora, ocasionando que las personas, hombres, mujeres y niños se metieran en el campo de juego para escapar del pleito.
El fútbol mexicano dio este sábado esa imagen en la novena fecha de Clausura de la Liga MX, en que la que el duelo iba 1-0 a favor de los rojinegros de Jalisco. Los medios noticiosos del mundo inmediatamente informaron lo sucedido, vergonzosamente en una de las entidades considerada más seguras y pacíficas del país. El diario Olé de Argentina calificó la noticia de “Horror en México. Batalla entre hinchas tiene como resultado varios muertos”. El también periódico sudamericano Clarín calificó de “Terrible batalla campal entre barras en México: familias escaparon por el campo de juego. Las imágenes estremecen solo al verlas”. El diario Diez de Honduras subrayó “¡Hubo invasión al campo! Suspenden el Querétaro vs. Atlas de la Liga MX por broncas entre aficionados”.
El diario Mundo Deportivo de España señaló: “Triste y lamentable. Al menos 22 personas resultaron heridas -algunas muy graves- el sábado en una pelea entre hinchas del Querétaro y el Atlas de Guadalajara”. El portal turco mencionó: “¡Brutalidad espeluznante! En el partido disputado entre Querétaro y Atlas en México, se produjeron incidentes, decenas de aficionados fueron asesinados a golpes”. La BBC de Inglaterra en su portal de internet externó: “Querétaro-Atlas: una brutal pelea campal entre aficionados de fútbol en México deja al menos 22 heridos”. El diario, The Sun de Reino Unido también lamentó los hechos: “Dos fanáticos en estado crítico después de que estalló un gran motín durante un partido de fútbol mexicano”.
El portal RMC Sports de Francia escribió: “Al menos 22 personas resultaron heridas el sábado en una pelea entre hinchas durante un partido de la Liga Mexicana de Futbol que fue detenido en Querétaro”. Y no fue para menos al viralizarse diversas imágenes y videos de los golpes protagonizados entre aficionados de Gallos y Rojinegros, algunos quedaron tirados dentro o en las afueras del inmueble, inconscientes o sin vida.
Ante estos hechos en que se ve a las familias con niños pequeños huyendo de la batalla campal, los cuerpos de aficionados bañados en sangre y tirados desnudos en el suelo, el fracaso del operativo policial y la violencia impune en el estadio, el presidente Andrés Manuel López Obrador, a dos días de la tragedia que conmocionó al país y ha dado la vuelta al mundo, justificando los hechos, señaló en su mañanera: “Ante estos hechos lamentables, se debe continuar moralizando al país y atendiendo los orígenes de la violencia”. “Estos son resabios de los gobiernos neoliberales anteriores”, agregó.
Para nada se refirió a la ausencia de detenidos hasta el momento ni hizo cuestionamientos a la versión de las autoridades locales que niegan que haya habido muertos.
¿Es en serio eso de “continuar moralizando al país”? ¿Cuándo comenzó la moralización y cómo? ¿Comenzó a moralizar o a seguirlo destruyendo? ¿Quiénes son los responsables directos de lo ocurrido en el estadio? ¿Quiénes deben garantizar la seguridad de las familias, impidiendo el ingreso de armas, objetos? ¿Por qué no hubo el número necesario de seguridad pública?
Ante los múltiples señalamientos de que hubo varios muertos, como parece en las imágenes, el gobernador Mauricio Kuri, señaló: “No tenemos motivos para mentir”. “Sé que las imágenes del estadio son perturbadoras, que se han difundido nombres de personas que supuestamente han fallecido, pero hoy confirmamos que afortunadamente están vivas y recibiendo atención médica”, y anunció la suspensión de la empresa contratada por el Club Querétaro para encargarse de la seguridad en el partido y a cinco funcionarios a cargo del evento. “Querétaro tiene buena afición, lo que pasó fue una bola de inadaptados”.
Asunto arreglado, se intervino para parar la ola de críticas en México y el mundo, ahora el problema se reduce a lamentos y calificativos de inadaptados, violentos y salvajes en el estadio. Nada se dice de las verdaderas causas del evento, la descomposición del tejido social en México por culpa de los gobernantes, el negocio del deporte y la corrupción. ¡A seguir pateando la pelota!
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