En Guerrero, desde que las nuevas administraciones municipales tomaron posesión (el 30 de septiembre del año pasado), los alcaldes y alcaldesas surgidas de Morena, han imitado al pie de la letra a su líder nacional, y no me refiero al presidente del partido, Mario Delgado Carrillo, hago alusión al auténtico dueño del partido que por desgracia de los mexicanos es el presidente de la república. La mayoría de ellos realizaron sendos eventos, para “informar” de los primeros cien días de gobierno, que claro está, no hicieron nada o muy poco. Pero en particular las alcaldesas de los dos municipios más importantes del estado han dado mucho de qué hablar. La de Acapulco, licenciada Abelina López Rodríguez quien ha sido dos veces diputada al congreso local y diputada federal, últimamente se ha vuelto muy famosa por sus declaraciones a los medios como aquel disparate de afirmar que “el calor es el causante de la ola de violencia en su municipio”. O este último, donde aseguró que el tráiler que lanzaron los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa contra la policía estatal y la guardia nacional en la caseta de palo blanco, en la autopista del sol, dijo: “que no era ningún delito, porque el tráiler no llevaba conductor y por lo tanto no había a quien perseguir.” Pero su municipio lo mantiene sumidos en la inseguridad y en el abandono.
La capital del Estado, Chilpancingo, es un municipio gobernado por la licenciada Norma Otilia Hernández Martínez, también Morenista y exdiputada local y que apenas el mes pasado, en plena pandemia, cuando en el municipio se encontraba en lo más alto de los contagios a nivel estatal, tuvo la ocurrencia de celebrar en público su cumpleaños, un mes antes, en diciembre, decidió celebrar la feria del pendón, aun cuando el propio Gobierno del estado había recomendado suspender por la ola de contagios que ya estaba en camino. Cuando fue candidata, pregonó a los cuatro vientos que de llegar a gobernar el Municipio se acabarían los problemas para sus habitantes, además se comprometió a resolver la falta de agua en la ciudad. Sin embargo, a cinco meses de su gobierno, el problema del agua persiste, lo que ha originado que los vecinos cierran calles para presionar a la Junta Municipal de Agua Potable para que les suministre el servicio, mientras que los concesionarios de pipas hacen su agosto vendiendo a 700 pesos por pipa en el centro y en la periferia de la ciudad llega a costar hasta mil pesos lo que ha ocasionado elevar el gasto de las familias más humildes pues son las que viven en colonias populares donde más escasea este elemental líquido. Aquí, en el municipio, tampoco han bajado los niveles de inseguridad, al contrario, desde que asumió el cargo la actual presidenta han aumentado los hechos violentos, asaltos, incendios ocasionados intencionalmente.
Lo común en estos dos municipios gobernados por Morena, es que en ambas ciudades hay grandes rezagos en materia de servicios, la falta de agua potable, la recolección de basura, colonias sin pavimentar y falta de drenaje, sin alumbrado público. etc. en materia de seguridad los índices son alarmantes; son necesidades y problemas que, que en ambos casos se han venido acumulando de administraciones pasadas, eso es cierto, en cinco meses no se pueden resolver rezagos acumulados en décadas, el problema es que cuando andaban en campaña prometieron que desde el primer día empezarían a trabajar para combatir todos los males, asunto que ha quedado en eso, en puras promesas de campañas. De ahí que un día y otro también, en ambas ciudades hay protestas, y bloqueos, todos los días se ven grupos de ciudadanos protestando en las sedes de los ayuntamientos, bloqueando calles, cuando no son los maestros pidiendo el cumplimiento de algún acuerdo o los padres de familia, o colonos demandando atención a las necesidades, en ocasiones hasta lo propios trabajadores de los ayuntamientos bloquean las calles ante promesas incumplidas de las alcaldesas.
Me interesa destacar el caso de Chilpancingo, la presidenta Otilia Hernández Martínez, después de muchos intentos por parte de colonos, recibió a un grupo de ciudadanos Organizados en el Movimiento Antorchista, encabezados por su líder, el licenciado Conrado Hernández Domínguez, le plantearon la conclusión del drenaje en la colonia Ignacio Manuel Altamirano y a seis colonias más donde las aguas negras corren por la superficie causando enfermedades, obras que se han venido construyendo por etapas y que no se tiene claro para cuando las terminarán. Se planteó la terminación del asfaltado del acceso a la colonia Mártires Antorchistas, obra que beneficiará también a ocho asentamientos aledaños, la entrega de escrituras de sus lotes a 26 familias de la colonia la Candelaria, donde los colonos ya han pagados, de igual manera la pavimentación de calles en la colonia Plan de Ayala, etc., a pesar de que los colonos se han reunido en tres ocasiones con la alcaldesa y esta se ha comprometido a solucionar, hasta hoy no ha movido un solo dedo para concretar los acuerdos.
Esto se ha vuelto algo característico de los gobiernos Morenistas, prometer y nadar de a muertito para no cumplir con sus responsabilidades, armar audiencias públicas, que se están convirtiendo en auténticos tianguis, donde abundan el protagonismo de la presidenta y de sus funcionarios, pero no resuelven las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Creo que es momento de que los morenistas se pongan a trabajar en serio, de lo contrario están agotando la paciencia de sus gobernados, por parte de los colonos antorchistas, si en los próximos días no encuentran una respuesta a sus peticiones, no les quedará otro camino que hacer uso de su derecho a la manifestación pública.
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