Partamos de la reflexión sobre La Estrella de la Humanidad de Diego Rivera, la cual alude al principio de cambio de la vida urbana popular como una muestra entre la unión del proletariado y la ilusión de que el propósito de todo gobierno es alcanzar un pueblo con mejores condiciones de vida.
Hace un par de días fue el registro de candidatos para la gubernatura de Quintana Roo; la vida cotidiana de este estado cambia, en sentido no muy favorecedor para los quintanarroenses que día a día luchan por tener una mejor calidad de vida, pero que ven con enojo como cientos de miles de pesos son gastados en campañas triviales, altas dosis de promesas que muy seguramente serán incumplidas por los candidatos y candidatas, personajes políticos, la mayoría de ellos, que por sus hechos han demostrado incapacidad e incompetencia.
La tranquila vida del pueblo quintanarroense vuelve a cambiar en estas elecciones de 2022 en las que será electo un nuevo gobernador, pues pasa de ser normal a algo no visto por el pueblo, y lo menciono porque estas elecciones, en particular, traen, como dice la frase “¡A ojo de buen cubero!”, a unas manos largas y otras muy manchadas.
Esta situación se vivirá no sólo en Quintana Roo, sino en cinco estados más que verán la disputa del puesto de gobernador como Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Durango, el próximo cinco de junio.
Los aspirantes en nuestro estado no llegan tan bien como pensamos, y si analizamos más a fondo las cosas nos daremos cuenta de que la mayoría de los participantes son chapulines, han estado en casi todos los partidos políticos buscando solo algo, su bienestar propio y no el del pueblo.
Entre los contendientes encontramos a Nivardo Mena, candidato de Movimiento Auténtico Social; José Luis Pech Várguez, candidato de Movimiento Ciudadano; Leslie Hendricks, candidata del PRI; Mara Lezama, candidata de Morena y del Partido del Trabajo, y Laura Fernández, candidata del PRD y el PAN. Todo un coctel de políticos y ninguna ideología propia de partido.
Desde la semana pasada los medios de comunicación ya están apostando por una sola persona y un solo color, y es ahí donde viene lo malo de estas elecciones. Si somos tan meticulosos podemos observar y escuchar que desde los noticieros y periódicos ya trabajan en la creación e imagen política de una sola persona: Mara Lezama.
Es así como la contienda deja de ser equitativa, lejos de ser justa se vuelve tosca y violenta, en vez de traer la paz trae guerra, en vez de traer programas y proyectos traen mentiras, en vez mejorar la imagen la distorsionan y, en vez de apoyar al pueblo lo empobrecen más.
Ningún aspirante a la gubernatura se ha acercado antes al pueblo, ninguno saca de su bolsa para alimentar al pueblo, incluso de algunos candidatos ni sabíamos que existían hasta apenas unos días.
La cantidad abismal de recursos económicos que se va a gastar en estas elecciones asciende a un poco más de 13 millones de pesos, que bien podría servir para la creación de nuevos empleos, en servicios de salud, más escuelas, apoyos al campo e, incluso, una caravana contra el hambre en todo México.
No digo que está mal, pero debería ser menor la cantidad de dinero público destinada a la propaganda política.
Es seguro que puras promesas, compromisos y engaños vamos a estar escuchando en estas contiendas políticas, pero ningún candidato se va a acercar al pueblo a firmar compromisos verdaderos, ninguno será totalmente honesto al empeñar su palabra, pues, como dicen ellos, ¡La promesa no nos empobrece!
Por tal motivo, llegó el momento de que todos nos unamos para sacar adelante a Quintana Roo, de procurar que las promesas estén destinadas al beneficio de todos, como la creación de más empleos, de invertir al campo, de brindar servicios de calidad en los centros populares, de destinar más recursos a la educación, apoyar a los campesinos, de brindar apoyo a las colonias irregulares que son más de 12. Ya basta de saquear al Estado y basta de robarle al pueblo.
Compañeros antorchistas, creo que debemos ser más listos que los políticos aspirantes, estar atentos a su trabajo, debemos saber a qué personas instalamos al poder y procurar que sean limpios en su política. Hacerles notar que el pueblo ya se cansó de ver políticos malos, de ver malos resultados durante sus gobiernos.
Por tal razón, pido que alcemos la voz, que hagamos valer nuestro voto para obligar a los candidatos electos a cumplirles al pueblo y no permitir que los que suban al poder nos sigan oprimiendo y burlándose de nosotros, debemos ponerles un alto. Pero eso solo lo vamos a conseguir votando, con conciencia, si trabajamos unidos y organizados. Porque el pueblo es grande, rico y bello. Vale
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