En una de las tantas consecuencias causadas por la covid-19, la transformación de los modelos de trabajo es una de ellas, si bien es cierto que era una tendencia muy marcada la subcontratación, la poca preocupación, así como la separación de las relaciones empleado-empresa, la pandemia y por ende la cuarentena aceleró y dejó al descubierto las lagunas y la poca disposición de las empresas por el bienestar de sus empleados. Esto se ve reflejado en la creciente cantidad de trabajos informales creados como consecuencia de los despidos en masa durante la pandemia, un ejemplo de ello es la duplicación de los repartidores de comida y conductores empleados por las emergentes aplicaciones móviles, esto pareciera algo bueno pues aparenta una creciente cantidad de empleos, pero la realidad es otra ya que estos son sólo trabajos temporales con sueldos miserables y una intensa competencia entre los mismos repartidores, más aun que estos trabajos no tienen futuro escalable y mucho menos las seguridades de un empleo formal, no hay una forma de trasladar la experiencia hecha durante tu trabajo para en un futuro tener esperanzas de un empleo mejor, la poca formalidad en sólo más allá de un registro en una app ocasiona una nula responsabilidad de las aplicaciones por los repartidores y conductores ocasiona que haya un amortiguador a los repartidores para en casos de accidentes, enfermedad.
Cuando un repartidor de Didi se enferma, los gastos sólo pueden ser cubiertos por él, pues no consta de un seguro hospitalario, y no sólo eso, los días que está enfermo no trabaja, y si no trabaja, ¿cómo genera dinero?, ¿cómo sustenta a su familia?, ¿quién aparte de su familia se preocupa por él? Y en dado caso tenga familia.
Cuando sucede un accidente provocado por la intensa presión laboral de que un pedido más significa un ingreso extra, ¿quién además de él tiene que asumir los gastos? ¿Quién además de él tiene que ver de dónde consigue para comer? Mientras está hospitalizado y no puede trabajar.
La pandemia no es momentánea y mucho menos sus consecuencias, éstas vinieron para quedarse y transformar nuestra sociedad y por ende nuestras vidas, el sistema en el que nos encontramos aboga por el individualismo para escalar sobre los demás para volverte más rico para tener más privilegios, incluso para aplastar a los demás, muchos dicen entre sus ingenuidades que no es verdad que el capitalismo apoya la innovación para mejorar la humanidad pero en esta pandemia dejó en claro muchísimas de sus deficiencias, así como de sus verdaderos intereses, la desigualdad se volvió más severa, los ricos se hicieron más ricos, "la clase media" se volvió pobre, ¿y los pobres? Aparte de miseria y indiferencia que más pueden esperar, sólo la lucha organizada es su única esperanza y cambiar este modelo económico por uno mejor para su propio beneficio.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario