El XXII Encuentro Nacional de Teatro que organiza el Movimiento Antorchista Nacional, y que se lleva a cabo, en el momento de escribir estas líneas, en la sala Elisa Carrillo, del auditorio del bicentenario en Texcoco.
En un país como el nuestro, donde el principal problema es el de la injusta distribución de la riqueza entre los que no tienen nada o casi nada, y los que acumulan inmensas riquezas, disparidad que se ha acentuado bajo el régimen de la 4T, se hace urgente el despertar de la conciencia de las masas trabajadoras para cambiar tal estado de cosas, y lograr un México más justo y equitativo.
Para ello, para la transformación de nuestro país, las disciplinas artísticas, entre ellas el teatro, juegan un papel importante en la sensibilización y despertar en nosotros de la consciencia sobre los problemas del hombre y la sociedad. Nos hace, de esa forma, mejores mujeres y hombres que buscan una sociedad más justa. Como periodista, he tenido la oportunidad de asistir a los encuentros de teatro que organiza el Movimiento Antorchista Nacional, y por apreciar la puesta en escena de varias obras.
He de manifestar que, no es uno el mismo después de apreciar una obra teatral, pues, cuando esta, está bien representada por los actores, y, además, aborda temas de carácter profundo, toca por fuerza nuestras fibras más sensibles y nos hace ver la explicación a muchos de los problemas de la sociedad en que vivimos, vemos que se están ahí exponiendo, ante nuestros ojos, en un escenario.
La gente humilde, en su diario batallar por resolver los problemas para tener el sustento suyo y el de su familia, para educar a sus hijos, darles medicina cuando estos se enferman, etcétera; tienen poca o ninguna oportunidad de asistir a un teatro.
Por otra parte, el teatro que se presenta en las carteleras es comercial y generalmente la obras tocan temas banales e intrascendentes que reflejan la visión de los dueños del dinero; además de no estar al alcance del bolsillo de la gente humilde.
El Encuentro Nacional de Teatro, organizado por el Movimiento Antorchista, nos muestra que se puede hacer llegar a la gente humilde buenas obras teatrales como las que se presentarán en este evento. Mencionaré sólo tres para ilustrar: Las mujeres sabias de Moliere; Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare; o ¿Huele a gas?, de Tomás Urtusástegui.
Además, la entrada es totalmente gratuita, por lo que podrá asistir gente de muy bajos recursos económicos, gente que tal vez nunca haya asistido a una experiencia tan fascinante como lo es el teatro.
Vaya una felicitación a los actores, directores y demás personas de las 19 compañías teatrales que hacen posible este XXII Encuentro Nacional de Teatro. Su esfuerzo de meses ensayo y la puesta en escena en la sala Elisa Carrillo será apreciada por los miles y miles de asistentes en el auditorio y por la gente que la podrá ver a través de los canales digitales. Y, como señalé más arriba, la gente que los vea ya no será la misma: será mejor, más sensible ante los problemas de la sociedad y con una visión más humanista y dispuesta a trabajar por los pobres del mundo.
Se habrá cumplido la finalidad del teatro: educar al demos, al pueblo. Así será.
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