A pesar de los excesos y errores que ha cometido el presidente de México, ha logrado la sumisión de los titulares de las secretarías y de organismos autónomos como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) o del Instituto Nacional Electoral (INE), así como un cómplice silencio del pueblo, que no puede explicarse más que por miedo al dictador y por razones económicas, es decir, la gente le perdona todo porque ellos o familiares reciben algún beneficio derivado de la entrega de ayudas monetarias.
Es a través de los programas sociales como se compra la conciencia y se logra el conformismo de la gente demostrándose con ello dos cosas: que el pueblo está muy pobre y que la entrega de dinero les permite resolver necesidades elementales como la comida, por ejemplo; también revela que el dinero público se está usando como un medio de soborno y distracción, mientras el presidente se ha dedicado a la sistemática violación de la vida pública, leyes e instituciones.
Estas acciones se han multiplicado a medida que se acerca el 6 de junio, fecha en que se renovará la Cámara de Diputados que consta de 300 legisladores que serán elegidos conforme a la voluntad de la población y de 200 plurinominales que se designan por el sistema de representación proporcional; además se votará por 15 nuevos gobernadores y se renovará igual número de congresos locales.
También habrá de someterse a la voluntad popular la elección de 1,923 nuevos presidentes municipales. En Morena saben que a pesar de la entrega de billetes a los pobres se les está complicando asegurar el voto, por eso también presionan a los electores con las vacunas.
En consecuencia, se han reforzado las estrategias de los servidores de la nación enfocándose a convencer a la gente que los candidatos de Morena son los
Y previo a la veda electoral el mandatario también decidió que se adelante la entrega de alrededor de 200 mil millones de pesos y con el pretexto de la prohibición legal ya se reparte el dinero al viejo estilo con más más de 18 mil servidores de la nación en todo México, esta es la estructura creada durante la campaña del año 2018 para la promoción del voto de Morena y hoy cuestan al erario alrededor de 2 mil millones de pesos al año.
Y en este contexto AMLO presentó una carta a todos los gobernadores con el objetivo de llamar a un acuerdo mediante el cual nadie, incluido el jefe del Ejecutivo nacional, intervenga en el próximo proceso electoral, -cuando él tiene trabajando a los de chaleco guinda y salvoconducto-, presentándose como respetuoso de la democracia, la voluntad popular y la paz, nada más falso que esa pretensión.
Desde que asumió el poder, el presidente ha usado la tribuna para calumniar, dividir, desprestigiar, atacar, desestimar, ordenar, defender a los suyos y seguir conservando la popularidad de él y su partido con la complacencia de la gente. Y sigue sumando hechos a su largo currículo, por ejemplo, al defender a Félix Salgado Macedonio, candidato a la gubernatura de Guerrero a quien con todos los medios quiere llevarlo al poder a pesar de que le acusan por diversos delitos.
Respecto a la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en la que dejará sin efectos las medidas cautelares que impuso el INE, aplaudió que seguirá realizando las conferencias mañaneras, porque venció a sus enemigos que querían censurarlo. Los informes de la ASF le provocaron descontento: el costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco es de por lo menos 331 mil 996 millones 517.6 mil pesos; hay una diferencia de 231 mil 996 millones 517.6 mil pesos, que representa un incremento de 232%. Y ya se sabe, AMLO reviró, los datos de la ASF estaban mal y con ese jalón de orejas Colmenares, impotente afirmó que “hubo un error en la metodología”.
Así es de lamentable el ejercicio del poder a cargo de Morena y si los mexicanos no criticamos su actuar, si no nos enteramos que se crearon gobiernos autoritarios como el de Adolfo Hitler en Alemania, si desconocemos acerca del equilibrio de los poderes estatales, con nuestro silencio e ignorancia estaremos contribuyendo a la formación de un estado totalitario que ya está eliminando los derechos ciudadanos sin que se levante una enérgica protesta nacional.
Con AMLO hay que andarse con cuidado, pobre de aquel que se atreva a contradecirlo, todo pronunciamiento y acción le debe ser favorable, así ha sometido a su voluntad a legisladores, magistrados y funcionarios para que actúen conforme a sus intereses, mientras que los pobres deberán callarse y obedecer a cambio de recibir unos cuantos pesos.
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