La mujer constituye uno de los principales papeles en la sociedad en la que vivimos, es absurdo relegar su importancia y las luchas que han realizado al tratar de ganar su emancipación sobre el yugo desigual que por muchos años ha cargado y sigue cargando. Recordemos que en los últimos años ha logrado obtener su participación a base de una lucha constante y sonante, ejemplo de esto es el derecho a votar y ser votada en elecciones políticas, una de las conquistas más grandes y de las que hasta ahora gozamos.
Aunque en años anteriores hay registros de la participación ferviente de las mujeres estas poco salen a relucir, además de que siempre estaban bajo el designio de su género contrario, el hombre. Lo mismo ocurre hoy en día, aun cuando nos muestran un mundo aparente de “democracia” e “igualdad” en la sociedad y se llena de anuncios publicitarios para promover su participación, estas pocas veces ocurre. Veamos
A nivel mundial las mujeres tienden a ganar menos por su trabajo que los hombres. La mayoría de ellas (70%) ganan menos de dos salarios mínimos, y pocas crecen durante su trayectoria profesional hasta llegar a puestos de toma de decisión que están mejor pagados.
? En México, en 2022, la brecha de ingresos es de 14%, es decir, por cada 100 pesos que recibe un hombre en promedio por su trabajo al mes, una mujer recibe 86 pesos.
? Las entidades federativas con mayor brecha de ingreso entre hombres y mujeres son Oaxaca, Colima e Hidalgo. Las mujeres ganan 27.1%, 25.3% y 24.9% menos en comparación con los hombres, respectivamente.
? Las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres a actividades no remuneradas, por lo que tienen menos tiempo disponible para trabajar por un ingreso.
Es cierto que los datos duros impactan e impactan mucho, pues en una sociedad donde existe una aparente democracia, está siguen sin preocuparse si se cumple o no el derecho igualitario entre hombre y mujeres. También es indispensable mencionar y no olvidar el maltrato de la que han sido objeto las mujeres, casos que son difíciles de olvidar y que siguen ocurriendo hoy en día con más cotidianidad.
Las miles y miles de mujeres que desaparecen todos los días, esto ocurre no porque quieran irse y olvidar sus tareas y responsabilidades, sino por la constante inseguridad que priva al país. Contantemente vemos las peores atrocidades en contra de las mujeres: violaciones, mujeres desembradas que fueron abandonadas en terrenos baldíos, prostitución forzada, secuestro por trata de blancas, violencia domestica que en el peor de los casos termina con la muerte de esas mujeres que no pudieran abandonar sus hogares cuando las cosas se ponían difíciles. Mujeres secuestradas mientras se dirigían a sus trabajos, todas aquellas que fueron denigradas, agredidas con ácido a tal grado de desfigurarles el rostro. Es sin duda que para las mujeres la vida es mucho más difícil.
Una de las preguntas que ha causado mucha polémica entre las mujeres es la participación de los hombres en su lucha diaria para lograr mejores condiciones y si es su género contrario el responsable de todas estas atrocidades en contra de las mujeres. La respuesta es no, el problema es la brecha desigual que hombres y mujeres sufren todos los días debido a la desigualdad que provoca un sistema económico que enriquece a unos cuantos y olvida a miles y miles de mexicanos.
En primer lugar la brecha salarial tiene que reducirse, esto solo puede ser posible si tanto mujeres como hombres, organizados y conscientes luchan por cambiar el sistema económico que perpetúa dicha brecha, pues les permite acumular mayor capital a tan solo unos pocos. Exigir una mejor calidad educativa que haga frente a reducir el maltrato contra las mujeres y mayor seguridad en las calles que evitará no sólo la muerte de mujeres sino de todos los seres humanos.
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