Actualmente el mundo polarizado en el que vivimos lo habitan 7,937 millones 66,498 habitantes en aproximadamente 195 países; unos 5,952 millones 799 mil 873 padecen algún tipo de pobreza, aproximadamente tres cuartas partes de la población mundial, consecuencias inherentes del sistema económico imperialista bélico, mercenario, injusto, putrefacto y decadente que predomina en la mayor parte del mundo encabezadas por los EU y aliados. En las últimas décadas las asimetrías globales entre países desarrollados y en vías de desarrollo se han profundizado en varios continentes. En América Latina viven 201 millones en pobreza y 86 millones están en pobreza extrema; sólo en esta región entre el año 2020 y 2021, hubo un incremento de 5 millones personas en pobreza extrema, tendencia que se repite en otras regiones del planeta. Aproximadamente 1,600 millones de personas habitan en casas inadecuadas, 900 millones en asentamientos irregulares o campamentos, (en México 14 millones de familias no pueden construir o comprar su casa), hay 773 millones de analfabetas, son 2,200 millones de familias que no cuentan con agua potable en el planeta, más de 3,750 millones de seres humanos que no tienen acceso a los servicios de salud esenciales. Todas estas cifras van en aumento provocando un mundo cada vez más desigual en las últimas tres décadas, donde el capitalismo quedó como amo y señor. ¿Dónde están las cifras y datos que demuestren que el capitalismo y sus dueños eran la salvación del mundo y la humanidad alcanzaría la felicidad plena disfrutando de los bienes materiales en abundancia? Todos estamos viendo con nuestros propios ojos todo lo contrario: miseria, pobreza, carencia, guerras, enfermedades y muertes.
Los dueños del gran capital, en su mayoría, han creado foros intergubernamentales de coordinación económica y financiera internacional, para combatir los principales problemas globales que afectan a sus intereses, para ello, conformaron el G7: Canadá, Francia, Alemania Italia, Japón, Reino Unido y estados Unidos. El G-20; Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica, y Turquía, crearon el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), La Organización del Atlántico Norte (OTAN), entre otras, que les sirven de capa, escudo, espada o bandera blanca de la paz según la necesitan para justificar sus atrocidades en favor de sus intereses y en contra de los débiles. La mayoría de los países rezagados, en vías de desarrollo o tercermundistas su desarrollo dependa de la voluntad e intereses de los países poderosos, un claro ejemplo de ello fue el desarrollo de la vacuna de Covid-19, las naciones tercermundistas siguen en espera de que las naciones productoras de vacunas les donen o les vendan para poder vacunar a su pueblo, en el mejor de los casos. El lema de los hombres más poderosos es democracia y libertad, pero para ellos; y sometimiento, explotación y manipulación para las mayorías. Este mismo racero se aplica a nivel de países, por ello, una minoría de naciones impone sus derechos, condiciones y sanciones a la mayoría de las naciones más pobres, resultado del gran saqueo y robo que han hecho las naciones ricas. Para que unos hombres o naciones vivan en la opulencia la condición injusta pero real es que miles de millones de humanos y cientos de naciones se mantengan en atraso económico, rezago tecnológico y miseria. El mundo desigual e injusto tanto entre los individuos como entre las naciones es el resultado de esa democracia imperialista que encabezan los gringos desde hace más de 7 décadas, llevando la “libertad y democracia” a los países que tienen riquezas naturales y cuentan con un mercado cautivo, los países que ya tienen sometidos, dominados económica o militarmente ahí no dicen nada como en África, El Caribe y Centroamérica. ¿Qué están haciendo los países poderosos para acabar con los grandes males sociales que lastiman a la mayoría de la humanidad? Absolutamente nada, porque hacer algo sería contra natura. Ellos nacieron, se desarrollaron y tomaron las riendas de una parte importante del mundo desde hace siglos para generar una abundancia material en beneficio de su clase minoritaria y para eso necesitan dominar al mundo y eso están intentado hacer, poniendo como conejilla de indias a Ucrania y difundiendo la rusofobia en todo el mundo —esperamos que no lo logren, porque eso sería fatal. Estos actos tan viles, cobardes, deshonrosos e inhumanos y llenos de mentiras en los medios e internet son provocados intencionalmente por los grandes dueños del capital. Pero qué bondades podríamos esperar, si ellos mismos nacieron chorreando sangre y explotando a muerte, condición inherente a ellos como clase social.
Los horrores que han cometido los EE. UU. de América y sus aliados por todo el mundo en los últimos 70 años, en nombre de la democracia y la libertad, deberían ser suficientes para dudar de todo lo que de ellos emane, de sus poderosos medios de comunicación (BBC, CNN, Univisión. Facebook, Twitter, etc.), mentiras torcidas como verdades, para justificar sus viles y ambiciosos actos. No permitir más manipulación en los cerebros de más de los miles de millones de humildes y desposeídos en el mundo, ubicar y conocer a los culpables que han llevado a la humanidad al bordo del colapso, que sus intereses económicos, financieros y militares de controlar el planeta entero siguen galopando con ansias de convertirse en amos y señores del mundo unipolar. No es posible que millones de personas sigan creyendo que los buenos son los EE.UU., los que van a salvar a la humanidad, seguir creyendo que los malos de siempre son los buenos de ahora, después de los horrores que han cometido en contra de la humanidad y las naciones. Solo ellos se creen con el derecho de sancionar, bloquear, asesinar a todo aquel hombre o nación que se oponga a aceptar su régimen con todas sus condiciones y sanciones.
¿Por qué tendríamos que seguir creyendo en las promesas del capitalismo en el mundo? ¿De qué libertad hablan si son ellos los que han invadido y enriquecido robando y sometiendo a los pueblos indefensos? ¿Cuál es el objetivo perverso de la OTAN y EE. UU. en el conflicto Ucrania-Rusia? ¿Por qué a los desposeídos del planeta nos conviene que Rusia gane esta guerra? El mundo sufrirá una reestructuración, sus actuales amos en su sed de expansionismo quieren someter a todos los países y se han encontrado de frente a Rusia y China, que no están dispuestas a permitirles invadir sus territorios ni aceptar sus condiciones o sanciones económicas y políticas. Esperamos que frenen al imperialismo mundial y surjan, se consoliden y se mantengan como nuevas potencias más justas y distributivas, que sean el contrapeso que obligue a un equilibrio entre las naciones, creando y fortaleciendo nuevas alianzas con otras naciones, diseñando nuevas rutas comerciales, creando otra divisa internacional, diseñando y construyendo un mundo multipolar y equilibrado, en el problema de Ucrania y Rusia están en juego los destinos de la humanidad, a los desposeídos nos conviene que gane Rusia.
La miseria, el hambre, las enfermedades, la falta de vivienda, la contaminación, la migración el agotamiento de los recursos naturales, las crisis económicas, la inseguridad, el analfabetismo, la degradación y descomposición social, la drogadicción y todos los problemas sociales que afectan a la población, son consecuencias inherentes del sistema económico rapaz e inhumano que impera en el mundo, por tanto, para resolver todos estos problemas que aquejan a la humanidad hoy en día, la solución solo se podría encontrar creando un nuevo modelo económico más equitativo, justo, distributivo y humano, donde los hombres y sus naciones se vean como hermanos. Nuestro planeta enfrenta grandes desafíos, retos y amenazas que ponen en riesgo la existencia de la misma especie humana y a pesar de ello debemos de seguir de luchando por la igualdad, la justicia social, la sostenibilidad, la democracia y la paz a favor de las mayorías y desde nuestras trincheras apoyando a los pueblos y naciones que están luchando en estos momentos por diseñar y construir un planeta multipolar, con acuerdos de respeto y paz entre los pueblos. Esa en la gran tarea, difícil pero no imposible. Todas nuestras manos y conciencias a apoyar para diseñar y construir esta gran obra.
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