La educación en nuestro país se agudiza cada vez más, pues ha sido el sector más golpeado como consecuencia de la pandemia de la covid-19, la falta de educación de calidad en todos los niveles educativos, consecuencia de una improvisada enseñanza en modalidad en línea o a distancia, enseñanza que en el nivel profesional está creando sujetos que cuentan con lo teórico, pero que están incapacitados para desempeñar trabajos especializados, pues aunque eso parezca irónico, hoy día y aun con pandemia no hay trabajo de ningún tipo y cada vez más un alto nivel de desempleo.
Niñas, niños y adolescentes, son quienes han sido víctimas de esta crisis sanitaria, ante la falta de oportunidades y marginación social de sus padres, lamentablemente esa es la suerte que les tocó vivir a miles de familias humildes en nuestro país.
Para nadie es secreto de la mala educación que se tiene en México, en los niveles de la pobreza, precisando un poco, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta situación disponen de un ingreso extremadamente bajo que, aun si lo destinaran por completo a la compra de alimentos de la canasta básica, no podría adquirir los necesarios para tener una vida saludable.
La educación modalidad en línea, que implementó el Gobierno federal es un total fracaso, especialmente en los lugares en donde la gente no cuenta con los recursos para adquirir los servicios indispensables a fin de poder acceder a la educación en línea.
Un gran porcentaje de las familias humildes tienen dificultades para que sus hijos continúen el proceso de enseñanza-aprendizaje actual, pues según datos del Coneval, el 66% no cuenta con computadoras, un 42% no tiene internet, un 49% no tiene radio, un 73% carece de teléfono y un 7% no cuenta con un celular, es entendible si consideramos que no logran reunir siquiera para adquirir los alimentos necesario.
Si analizamos los datos sobre la cobertura del Sistema Educativo Mexicano, podemos observar lo siguiente: de acuerdo con el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (Cemees), tan solo entre el 2017 y el 2021 se observa un claro retroceso, en el nivel primaria la cobertura neta fue de 97.4% y del 98.4%, respectivamente, en el nivel secundaria en 2021 fue de 84.2% y de 86.2% en el 2017; para el caso del bachillerato el asunto es más preocupante pues tan sólo en el 2021 la cobertura fue de 62.2%, lo más grave es que de esa población el 67.5% tiene eficiencia terminal. Los datos muestran que la crisis es aún más aguda en cuanto a cobertura.
Los datos sobre la educación en México han demostrado las carencias de nuestro sistema educativo, se refleja un bajo rendimiento y nulo avance en comparación con otros países que pertenecen a la OCDE.
El Gobierno federal y la SEP, conscientes de las deficiencias y carencias del sistema educativo, tanto en infraestructura física como humana, insisten en implementar la Estrategia Radiofónica para Comunidades y Pueblo Indígenas que consiste en impartir clases a través de las radios, pues como mencione renglones arriba, el 49% de esas familias no cuentan con un radio en sus hogares, excluyendo con ello a la gente más marginada.
El pasado 24 de enero ha sido proclamado como el Día Internacional de la Educación, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de celebrar el papel que desempeña la educación en la construcción de la paz y el desarrollo de los países. La directora general de la UNESCO, Andrey Azoulay, ha hecho el llamado a todos los países, “no podemos seguir haciendo lo mismo de siempre. Si queremos transformar el futuro, si queremos cambiar el rumbo, debemos repensar la educación. Se trata de forjar un nuevo contrato social para la educación, tenemos que reparar las injusticias del pasado”.
Ante este panorama la política de la 4T con respecto a la educación, ha sido la de una negativa rotunda de solución a las necesidades educativas, tanto en infraestructura y calidad, además de reducir el presupuesto destinado a este sector.
Esas condiciones adversas son las que están llevando al fracaso el modelo educativo que actualmente se tiene en nuestro país, por eso urge que las autoridades recompongan el rumbo de la educación y cumplan con la obligación de impartir educación de calidad para todos los mexicanos por igual.
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