Los fenómenos naturales son procesos de cambio que ocurren en la naturaleza de manera constante y espontánea, sin la intervención del ser humano. Estos pueden ser cíclicos y responder a cambios físicos de la tierra; son acontecimientos extraordinarios que pueden ser observables en diversos espacios geográficos.
En esta ocasión hablaremos de los ciclones y su impacto en el territorio mexicano y las acciones de gobierno ante estos inevitables fenómenos.
En el año 2021, se desataron en total ocho ciclones con efectos que marcaron al país y según la página oficial del Gobierno de México y el Servicio Meteorológico Nacional fue la quinta temporada más activa de los últimos 50 años. De estos solo seis impactaron en el territorio mexicano: cinco en el Océano Pacífico y uno en el Atlántico.
Antes del inicio de la temporada de lluvias y ciclones, la sequía de moderada a excepcional cubría el 75.2 por ciento del territorio nacional. Al 15 de noviembre del 2021 la cifra se redujo al 8.5 por ciento de sequía de moderada a severa, lo que significó una disminución de 66.7 por ciento, quedando así la sequía extrema y excepcional eliminada en su totalidad.
Uno de los huracanes que más causó desastre fue el denominado Pamela, que azotó las costas de Nayarit en octubre (que en el 2018 fue golpeada por el huracán Willa) con lluvias intensas que inundaron a siete municipios del norte del estado; se destruyeron caminos, carreteras, puentes de conexión, escuelas, casas habitación, hospitales; los terrenos de cultivo quedaron bajo el agua y el ganado también se vio afectado.
Este año ya comenzó la temporada de huracanes. La semana pasada el estado de Oaxaca sufrió los embates del huracán Agatha causando pérdidas materiales en viviendas, vialidades y al momento se han reportado personas fallecidas y heridos. Al igual que el año pasado no se ha mencionado de un apoyo para los damnificados, por parte de las autoridades federales, pues, como bien sabemos los mexicanos, en el gobierno de la 4T, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que abandera la consigna del combate a la corrupción y la austeridad republicana, se han eliminado programas sociales que de alguna manera cumplían su papel de ayudar a resolver problemas causados por los desastres naturales, entre ellos el Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Hay que recordar que desde 2018, con la llegada de Morena al poder y con su lema de primero los pobres, sus acciones en lo que lleva de gobierno, demuestran lo contrario. El ejemplo claro es el antes mencionado, puesto que la población afectada hace uso de los materiales que tiene a su alcance para reconstruir lo dañado mientras el gobierno morenista ha ignorado sus problemas.
Los mexicanos de todos los sectores tenemos que comprender y conocer que estamos siendo afectados, de alguna manera; campesinos, obreros, estudiantes, doctores, profesores, científicos, madres solteras, artistas, han visto cómo la 4T desdeña su labor recortando los presupuestos para poder desarrollarse.
Los antorchistas hacemos un llamado a los diferentes sectores a organizarse y luchar para que el FONDEN y otros programas que desaparecieron, y que servían y ayudaban a la población sean rescatadas y ponerse nuevamente al servicio del pueblo mexicano.
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