No ha sido el actual un año positivo para el pueblo sonorense. Más bien ha sido de sobrevivencia. Los indicadores económicos como el nivel de empleo y los salarios siguen sin repuntar y la inflación sigue golpeando a las clases más desprotegidas y olvidadas. Como en el pasado, el aumento de 22% anunciado para enero próximo a los salarios es ridículo comparado con el nivel real de inflación, que por todos lados el pueblo ve que es mucho mayor que el anunciado oficialmente. Pero como sea, el golpe inflacionario durante estos meses de noviembre y diciembre de 2021 ha sido brutal, ese ya no lo quita nada, y el anunciado incremento salarial es igualito a las viejas prácticas de los gobiernos anteriores: más bien un insuficiente intento de compensación que decepciona a cualquier persona que algo se ponga a pensar con método y seriedad. En ese sentido AMLO, Morena y su 4T sí son lo mismo que los anteriores gobiernos, sólo que ahora más intenso. Son conservadores porque siguen el mismo camino de sus antecesores — mantener a las clases trabajadoras en una vida de sobrevivencia—, sin salirse un ápice del mismo, pero engañan y marean con sus discursos aparentando ser transformadores. En ese sentido, AMLO y Morena no transforman nada, en realidad solo conservan lo que les dejaron los anteriores gobernantes y protegen los intereses de las clases poseedoras, sacrificando como siempre a los olvidados, millones de los cuales, lamentablemente, caen lastimosamente en la trampa cegados por depósitos de unos pocos cientos de devaluados pesos.
A la inflación y a la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora se le agregó en este año que termina una escasísima inversión pública en obras y servicios para las colonias populares y comunidades que aún carecen de ellos. Sobre todo, para el pueblo sonorense organizado, el que pelea y lucha por satisfacer sus necesidades más elementales, hubo pocos resultados debido a la cerrazón financiera que ha impuesto al país la denominada Cuarta Transformación y a que los gobiernos sonorenses salientes -perdedores de elecciones tanto en Sonora como en Hermosillo, de uno y otro partido-, no defendieron nunca las causas populares, y esa fue sin duda una de las razones por las que el pueblo les dio la espalda este año. La principal causa popular que había que defender era la de un mayor presupuesto para gasto público en obras y servicios, precisamente y no lo hicieron. Hacerlo hubiera significado realizar una mayor distribución de la riqueza social, o cuando menos distribuirla más justicieramente, pero no lo hicieron, y el pueblo les cobró la factura. En ese sentido, ambos partidos se hermanaron y terminaron botados, no votados. Uno, el PRI, perdió la elección estatal y el otro, Morena, perdió la capital del estado y más de la mitad de los municipios que gobernaba.
Es bueno recordar lo que estos acontecimientos del 2021, tanto en lo económico como en lo político, nos enseñan: uno nos muestra que la demagogia y el engaño del pasado siguen vivos en el gobierno actual de AMLO y su llamada Cuarta Transformación. El otro nos muestra un camino que, en los hechos, más allá de cualquier discurso, la población sonorense tomó. Ese camino fue votar dándole la espalda a quienes lo dejaron solo, a quienes no fueron eficaces para defender los intereses populares y dejaron en el olvido a la mayoría de la población. Y lo debe volver a tomar, de eso no hay duda.
Y esta lección no es solo para el pueblo, una parte del cual votó esperanzado por la opción que Alfonso Durazo Montaño ofreció, pero que ha llegado al poder aún con mucho escepticismo del resto de la población, lo que queda demostrado en el nivel de votantes: el padrón electoral está constituido por poco más de 2 millones 196 mil electores en tanto que sólo votaron por él poco más de 417 mil sonorenses, es decir, menos del 19% de la población con capacidad de votar. Y ha sido este otro de los grandes acontecimientos políticos que marcaron el 2021 en Sonora, es decir, un escepticismo abrumador a la hora de votar y que aún está por resolverse. Corresponde ahora al nuevo gobierno demostrar en los hechos cuál será el camino que tomará, si demostrará que es capaz de defender la soberanía de Sonora y si con él ya no tendremos olvidados. Los que ya votaron por él están seguros que sí. Más del 80% se halla expectante.
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