MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El engaño de la 4T: dependencia imperialista y desigualdad estructural

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El sexenio pasado no fue de transformación; fue de cambios para beneficiar al sistema neoliberal. Las transformaciones son alteraciones profundas del orden social que necesitan la participación de las mayorías, no de unos cuantos. La 4T prometió una transformación, pero del dicho al hecho hay mucho trecho.

Hacer una transformación que de verdad ayude a un país es algo complicado; sólo pocas naciones lo han logrado, como Rusia y China. Estas naciones han sacado a millones de personas de la pobreza. Pero sus transformaciones no son producto del trabajo de una persona, sino de todo un pueblo organizado.

El sexenio pasado no fue de transformación, sino de cambios que consolidaron el sistema neoliberal al servicio de los intereses imperialistas.

Las condiciones que imperan en México son de dependencia con Estados Unidos. Los intereses políticos y económicos los decide en su gran mayoría el imperialismo yanqui, así que, en vez de transformación, lo que les interesaba a los de la 4T era quedar bien con los americanos, realizando los cambios que facilitaran su intervención para apuntalar su sistema basado en el imperialismo, que es una fase superior del capitalismo, que contempla, entre otras cosas, el militarismo y el expansionismo agresivo, así como la hostilidad mutua entre los estados imperialistas y la guerra mundial, que está ahora más latente que nunca. Si los pueblos no logran organizarse y hacer conciencia de este enorme peligro, el ejemplo más plástico lo tenemos en la guerra entre Ucrania y Rusia y el bloqueo por parte del imperialismo a países pobres, países que destacan por tener riquezas naturales como petróleo, oro, plata, gas, etcétera, como el caso de Venezuela y Cuba.

La militarización es uno de los pilares de la 4T para sostener esta política, así como la mayoría de países en el mundo que se rigen por un sistema neoliberal. Aquí lo nuevo es que se usa la máscara de izquierdistas; sin embargo, a diferencia de los recortes en la administración pública, el gasto del ejército ha aumentado a un ritmo de un 16 % anual en los primeros años de administración de la 4T.

En 2021, el gasto ya era un 54 % superior al de 2018, último año de Enrique Peña Nieto. AMLO prometió dar mayor poder y autoridad al ejército en operaciones antinarcóticos a petición explícita de Estados Unidos. En público, el presidente prometía lo contrario. Por su parte, el ejército nunca aclaró lo sucedido en Ayotzinapa y vio como amenaza a los padres de los estudiantes, así como a las feministas. Además, no hicieron nada, no movieron un dedo contra los cárteles de la droga.

Digan lo que digan, los hechos nos dicen que México es un país que pertenece al sistema imperialista y no es un país de izquierda que luche por los más pobres, mucho menos que esté luchando por una transformación.

¿Por qué sostenemos esto? Porque la 4T trabajó para ayudar a los ricos. Dos terceras partes de la riqueza están en manos del 10 % más rico del país y el 1 % de los muy ricos acapara más de un tercio de la riqueza. La distribución es todavía más desigual: el 80 % es propiedad del 10 % más rico, según la CEPAL. Así que, ¿dónde quedó la ayuda a los más pobres?

El imperialismo está en plena decadencia por su enorme contradicción. La contradicción de la lógica del capital es la cuestión de la explotación, enajenación y aniquilación del ser humano y su naturaleza social.

Es la cuestión de la explotación del trabajo por el capital, enfrentando tres grandes crisis: la económica, la sanitaria y la climática. Las consecuencias de ello serán la creciente debilidad del Estado, una mayor desigualdad social, la concentración de la riqueza en grupos muy reducidos de la población o la cesión de recursos naturales a grandes corporaciones transnacionales.

Morena engaña con una transformación que no pueden hacer los partidos oficialistas. Es necesario un partido revolucionario que mueva a los trabajadores, que luche por el poder político y cambie el modelo económico. Se necesita un partido de nuevo tipo, donde los líderes se dediquen de tiempo completo y tengan una alta calidad teórica y científica.

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