El sistema educativo se transforma en la historia con problemáticas complejas que son superadas algunas de ellas gracias a revoluciones y la lucha constante de profesionistas y docentes que están al frente de la educación. Desde el México independiente, donde la educación pasaba a segundo plano, como en la Revolución Mexicana y las grandes carencias de la educación, donde a pesar de los problemas económicos, el maestro fue visto como “paladín revolucionario”. Como con la creación de la SEP, en 1920, que busca homogeneizar los planes y programas curriculares y que en la actualidad hay un nulo trabajo. Con la formación del SNTE, en 1940 donde se buscaba cubrir las demandas más sentidas de los maestros por casi 50 años y que con el paso del tiempo se trastornó su objetivo principal. Entre otros acontecimientos que se caracterizan por la lucha de contrarios, por intereses políticos, económicos y sociales distintos, siendo siempre los más afectados los maestros y educandos.
Hasta la fecha, el sistema educativo ha tenido crisis similares a las del siglo XIX y XX, con la falta de empleo, falta de profesionalización, mala calidad de la educación pública en comparación con la privada, donde cada gobierno en turno absorbe hasta donde su moral le permite del presupuesto destinado para la educación y que, a pesar de ello, nos pintan que la situación educativa mejora, cuando se está desmoronando. Para entender a grandes rasgos el origen de las crisis educativas hay que darle un vistazo al presupuesto que nuestro país le destina al sector educativo, presumiendo ser el más alto representando solo el 3.2 % del PIB, lo cual está muy por debajo del 8% que recomienda la ONU y la Unesco. Por otro lado está el rezago educativo con 33 millones de mexicanos que desertan de la educación básica. Donde de los 10 mexicanos que ingresan a la universidad o educación superior solo dos se titulan.
A estos problemas, se le suma la “imagen del maestro”, que es juzgado por su poca capacidad para enseñar, falta de compromiso, bajo dominio de las TIC, acusado por los gobiernos como el causante de los problemas de la baja calidad educativa, etc. Muchos maestros no logran obtener una plaza, tienen un salario bajo, se les exige una evaluación para demostrar sus aptitudes, no tienen en sus escuelas la infraestructura necesaria para impartir una clase de calidad, pero sigue siendo el más afectado junto con los educandos más desprotegidos.
Ante esto, el rol del docente es fundamental para atacar las dificultades de nuestro sistema, pues a pesar de las fallas que se encuentran, tiene la gran responsabilidad de sacar adelante a las generaciones que se educan en sus manos, pues estas son las que mantendrán la estabilidad de nuestra sociedad. Para ello deben adquirir las herramientas intelectuales necesarias para fortalecer su lucha y permanencia en esta selva de asfalto, donde sobrevive el más fuerte y como nos lo pinta el sistema capitalista en el que vivimos, “quien ofrezca mayor fuerza de trabajo, se les darán las mejores condiciones de vida”, aunque sea una demagogia que con su insistencia ha penetrado tan fuerte en las mentes de las grandes masas. Este es uno de los retos más importantes del docente, concientizar a estudiantes, padres de familia, pero principalmente a ellos mismos.
Este rol puede analizarse desde dos perspectivas, la primera es una perspectiva tradicional, donde el docente debe esforzarse, capacitarse, encontrar los medios necesarios para ofrecer una educación de calidad, aunque el medio no lo permita, que ame su profesión, que logre motivar a los estudiantes con sus conocimientos, experiencias, etc. Es el docente que toda sociedad espera, exige, y se le echa encima la gran responsabilidad de responder ante el fracaso escolar y en gran parte los males de la sociedad. Desafortunadamente, el docente está cansado, agotado, se muestra indiferente, pues no encuentra una salida de la cual se asfixia, pues el gobierno no invierte en la educación y menos al pago de maestros, de ahí el complicado proceso para obtener una plaza y mucho más mantenerla.
Pero está la otra perspectiva, de aquel docente cansado de las injusticias que cometen a su labor y que por ello alza la voz, aquel docente inconforme con la injusta realidad en la que viven las masas populares donde él está inmerso. Este docente tiene la responsabilidad de encender las conciencias de los más desprotegidos, pues ante esta lucha no puede hacerlo solo. Para ello, debe fundamentarse con bases científicas, que van a transformar los males de la sociedad. Con la ciencia de los pobres, obreros, amas de casa, asalariados que viven al día. Es la ciencia del materialismo histórico, pues nos enseña las leyes del desarrollo de la sociedad y su aplicación en la práctica social. Una vez aplicada la teoría correctamente, esta se convierte en fuerza material que prende en las masas. Para que ocurra, el hombre debe demostrar en la práctica la verdad, es decir la realidad y la potencia de su pensamiento de este mundo, de estos problemas.
La filosofía del marxismo penetra en la masa del pueblo trabajador, pues esta filosofía se desarrolla sobre la base práctica de las masas populares que la lleva a la práctica. Los problemas se pueden modificar por la actividad práctica revolucionaria de las masas populares que han hecho suyas las ideas del marxismo. Marx en su tercera tesis sobre Feuerbach dice: “El educador debe ser educado”. Los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y, por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, pues son los hombres que hacen que cambien las circunstancias y es por eso que el educador necesita ser educado, esto es la práctica revolucionaria.
Antorcha tiene en sus filas a estos maestros, que estudian constantemente la ciencia de los pobres, que buscan influir en sus colegas esta necesidad de educarse políticamente y politizar a las masas más desprotegidas. Un claro ejemplo fue la marcha del 18 de enero a la SEP, donde fueron alrededor de mil 500 maestros afiliados a Antorcha, padres de familia y jóvenes de FNERRR, luchando porque se solucionen las demandas más sentidas, como las cinco mil horas laborales de adeudo en secundarias técnicas federales con más de 400 docentes faltantes de salario, escuelas sin condiciones para las clases presenciales ante la covid-19, entre otras demandas que la 4T y la SEP no quiere resolver por ser Antorcha, mandando a más de 250 granaderos a intimidar y bloquear el paso. A pesar de ello, se sintió la fuerza de los maestros, alumnos y padres de familia hasta que se recibieron algunas respuestas favorables. Este es el papel que debe desempeñar el maestro.
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