Formar una organización lo suficientemente grande, bien estructurada, con miembros educados y combativos, y que encabece la lucha del pueblo para sacudirse la pobreza, ha sido la tarea principal que se ha propuesto y ha realizado el Movimiento Antorchista Nacional.
Uno de los mayores retos que ha exigido esta labor es la educación política de sus miembros. Los explotados de nuestro país necesitan líderes de masas capaces de explicar a los marginados de México las causas profundas de su pobreza, de su explotación y de convencerlos de la necesidad de organizarse y dar la lucha, de donde se desprende la impostergable necesidad de formar ese tipo de líderes.
Desde esta perspectiva, adquiere importancia extraordinaria la reunión del pasado 21 de mayo con líderes de diferentes colonias de la ciudad de Tehuacán, Puebla, que encabezó Aquiles Montaño Brito, vocero estatal del Movimiento Antorchista. Se trató de una charla amena, pero a la vez rica en contenido que sirvió para analizar la situación actual de México por la que 97 millones de los 126 millones de mexicanos que habitan en el país viven en la pobreza extrema o en la pobreza a secas.
Esta estadística confirma que el objetivo del Movimiento Antorchista, desde hace 48 años, de erradicar la pobreza, continúa vigente y representa el punto divergente sobre lo que ha planteado el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien insiste en que el problema principal de los mexicanos es la corrupción.
¿Qué es lo que ha venido haciendo el gobierno de Morena ante el estado crítico del país? Crear distractores para que el pueblo no piense en los verdaderos problemas que le aquejan, para dejar impunes los atropellos que comete y darle rienda suelta a los errores de su política gubernamental sin mayor problema para él. En medio del desastre, los medios de comunicación masiva, la televisión, la radio, los noticieros, la programación musical, como es la tradición, juegan su papel en esta maniobra distractora.
De manera muy destacada, en ese rol se encuentran las redes sociales que, como todo mundo sabe, tienen una gran penetración en la conciencia de la población. Se sabe que, en promedio, los usuarios de las redes sociales las ocupan en promedio 3 horas y media al día, lo que representa poco más de 24 horas a la semana y al año 52 días.
Ahora, pensemos nada más en los variados contenidos que nos proporcionan esas redes y démonos cuenta del grado de manipulación masiva al que estamos expuestos. ¿En las redes sociales se hablan de nuestros problemas y se plantean soluciones? ¿Son fuente de concientización ante la crisis económica, de salud, de educación, de inseguridad que enfrentamos? Frente a estos escalofriantes datos, tomemos en cuenta que el pueblo de México no se caracteriza por ser un pueblo lector, es decir, el común de los mexicanos no leemos libros, así se explica el bajísimo nivel cultural promedio y así también la facilidad con que la que López Obrador engaña a diario a través de sus conferencias mañaneras. Hay datos de cuántas mentiras dice por minuto. Duro, pero cierto.
Los antorchistas debemos proponernos darle un giro al uso de las redes sociales, ponerlas al servicio de nuestra causa, utilizarlas para denunciar la falta de atención gubernamental a los problemas del pueblo, para difundir nuestras posiciones políticas ante los problemas del país, para dar a conocer nuestros esfuerzos organizativos y nuestros triunfos en la lucha e invitar a más gente a unirse.
Por hacernos claridad acerca del papel que deben jugar las redes sociales en manos de los antorchistas, las reuniones de este tipo que se están realizando por todo el estado de Puebla, son un acierto y seguramente muy pronto veremos sus frutos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario