Luego del conocido escándalo por el conflicto de interés que desencadeno el vástago del presidente López Obrador por vivir en una casa de un alto ejecutivo de una empresa que tiene contratos millonarios con Petróleos Mexicanos (PEMEX), salieron a la escena otros asuntos debatibles. Resulta que el hijo, José Ramón López Beltrán, trabaja como asesor jurídico de los hijos de un empresario de nombre Daniel Chávez, dueño del grupo hotelero y de cruceros de lujo Vidanta, consorcio beneficiado por las obras del tren maya en el sur de México.
La crisis escaló cuando el presidente aceptó que su hijo trabajaba con los hijos del mencionado empresario y dijo que Daniel Chávez lo ayudaba como supervisor honorifico de la obra de conectividad y que no cobraba nada, que no tenía beneficios. Sin embargo, una docena de periodistas ha sacado a la luz pública que Vidanta sí se ha beneficiado, por ejemplo, ser parte de la delegación de empresarios de la reunión con Trump y López Obrador, donó dos mil hectáreas para un parque solar que administrará la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se encuentra a un lado de uno de los exclusivos Riazor, propiedad del empresario, y del aeropuerto del mar de Cortés, más ni menos que en el en el bellísimo Puerto Peñasco en el estado norteño de Sonora.
Durante los tres años del gobierno del presidente López Obrador, el empresario de Vidanta ha recibido más de cien concesiones, licencias, permisos y adjudicaciones para la administración de playas en todo el territorio mexicano durante más de quince años, como, por ejemplo, en las playas de las Islas Marías del estado de Nayarit.
“La señora tiene dinero”, así afirmó el presidente sobre su nuera Carolyn Adams, sobre la suerte que tuvo su hijo de casarse con esta persona y tener el poder adquisitivo para rentar una casona de lujo en Houston, Texas. Pero lo que no podemos creer es que el ejecutivo Keith Schilling no supiera que José Ramón López era hijo del presidente de México, y es totalmente cuestionable porque ha quedado evidenciada que la empresa energética Baker Hughes recibió 3 mil 900 millones de PEMEX en los primeros meses en que la paraja ocupo la casa del directivo.
Todos estos hechos nos demuestran el doble discurso del morenismo. En las promesas afirman que “primero los pobres”, que “nosotros no somos iguales”, que “el PRIANRD robó más”, que “dónde estaban en los sexenios pasados”, que “el pueblo se cansa de tanta piche transa”, y un sinfín de sacrosantos epítetos, que han quedado destruidos como argumento para decir que la “4T” ha transformado al país en uno mejor.
Para criticar, hay que tener autoridad moral y en este sentido quiero decir que en Antorcha nunca hemos sido hipócritas, siempre hemos sido derechos con la gente y no tenemos por qué esconder lo que hemos logrado a través de la unidad popular, porque trabajamos honradamente y los recurso con los que contamos para luchar son legales. Por eso, ese doble discurso del morenismo los deja al descubierto, porque muchos políticos, empresarios y gente oportunista se han subido al tren de morena para conseguir beneficios personales, eso que ocurre a nivel federal también está pasando en Chimalhuacán y más temprano que tarde estará saliendo a la luz.
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