Recientemente se dio a conocer un informe emitido por la Secretaría de Salud en el que menciona que en Morelos, hasta la semana pasada, se presentaron 730 casos positivos de dengue, cifra cuatro veces mayor a los 158 casos que se contabilizaron en 2022. No obstante, el dato más alarmante es que por lo menos cinco personas han perdido la vida derivado del contagio por dengue.
Eduardo Sesma Medrano, coordinador estatal de Vectores y Zoonosis de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), ha salido a decir que, desde hace 10 semanas, el estado lidió con un aumento de casos impulsados por los factores climáticos que favorecen la proliferación del mosquito transmisor y, por lo tanto, Morelos se encuentra ya en alerta de zona epidémica de dengue.
Los registros históricos de la enfermedad son preocupantes: a nivel nacional Morelos ocupa el tercer lugar entre los estados con mayor incidencia de casos de dengue, solo por detrás de Quintana Roo y Yucatán. A nivel estatal, los municipios más afectados son Emiliano Zapata y Yautepec, con una tasa de incidencia de 37.86 y 23.01 respectivamente. En estos municipios, los tres serotipos del virus del dengue están presentes, lo que sugiere una alta circulación viral.
A pesar de las cifras alarmantes no vemos que las autoridades estatales estén preocupadas por aplicar estrategias que permitan disminuir el creciente número de casos y curar a los infectados. Lo más que se hace es invitar a la población, a través de los medios de comunicación, a estar atentos para identificar debidamente los signos de alarma de esta enfermedad.
Por parte de la Secretaría de Salud de Morelos, Protección Civil y todas las áreas a las que les corresponde actuar ante una alerta sanitaria de este tipo, no hay una campaña seria que garantice la sanitización y fumigación para controlar la plaga o bien brigadas que ayuden a las comunidades con la deschatarrización o se prioricen acciones en las escuelas para evitar el contagio.
A los que ya están contagiados y padecen los síntomas, únicamente les piden que asistan al centro de salud más cercano; el problema es que en muchas comunidades no tienen centros de salud o no funcionan los que existen; y los pocos que sí funcionan no tienen suficientes doctores, ni medicamentos como paracetamol, que es lo que recetan los médicos para soportar los fuertes dolores de articulaciones y las fiebres altas.
Y ya ni hablar de los pacientes que requieren hospitalización, los regresan a sus casas a morirse porque simplemente no hay condiciones para atender esta enfermedad.
Son las familias más vulnerables las que más padecen. A las familias que sólo tienen ingresos de 800 pesos a la semana, no les alcanza el dinero para curarse, pues por lo menos se requieren 3 mil pesos para comprar medicamentos, para realizarse estudios, para aplicarse los sueros, para pagar la hospitalización.
En fin, así se encuentra la situación de los morelenses infectados de dengue y el gobierno y el sistema político dirigido ahora por Morena, aquellos que prometieron un sistema de salud como el de Dinamarca, están dejando morir al pueblo pues no les importa curar a la gente contagiada de dengue.
Pero las autoridades de Morelos están más preocupadas por las próximas elecciones en que se renovarán la gubernatura, presidencias municipales y diputaciones. Y como ocurre a nivel federal, en que el show de las “corcholatas” de Morena fue todo un éxito, aquí en nuestro estado más de 16 políticos de Morena, entre funcionarios, secretarios de gobierno, senadores, diputados, etcétera, anuncian que son ejemplo de “liderazgo”, que se sienten listos para relevar al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo en los comicios de 2024.
Los vemos con su mejor pose en la propaganda con la que atiborran las calles, avenidas, carreteras, espectaculares, anuncios en la radio y televisión; eventos, recorridos, comidas, incluso tomándose fotos con las familias más vulnerables. Pero y ¿las medicinas para curar a los pobres del dengue? Eso no importa, ¡que los pobres se mueran!
Lo que importa es proyectarse, estar en campaña y ganar para seguirse enriqueciendo a costa de los más trabajadores.
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