Como una ráfaga, los medios de comunicación nacionales e internacionales anunciaron que Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la presidencia de la República, es la virtual ganadora de las elecciones, superando los votos de Andrés Manuel López Obrador en 2018 —de 30 a 35 millones— y alrededor de 30 puntos de ventaja frente a su competidora más cercana, la candidata del PRI, Xóchitl Gálvez.
A la par, se percibió el desaliento de miles de mexicanos ávidos de cambiar sus condiciones de vida. ¿Qué sigue?
Para el pueblo no cambia nada; continuar trabajando y redoblar esfuerzos para resolver sus necesidades más apremiantes. Para los activistas y luchadores sociales, continuar atendiendo, educando y politizando a las masas; esa es la tarea inmediata.
La tarea inmediata es educar, atender y politizar a las masas para crear grupos fuertes que no puedan ser penetrados por grupos delincuenciales ni por migajas; convencerlos de que las dádivas no mejoran sus condiciones de vida.
Antes de la jornada electoral del 2 de junio, se registraron hechos de violencia que colocaron a Guerrero como el estado más peligroso para aspirar a un cargo público. Los candidatos revelaron durante su campaña electoral que, sin el permiso del narco, no pueden hacer campaña, dejando entrever que la democracia está secuestrada.
Todos los casos fueron lamentables, destacando el asesinato del candidato del PRI a regidor de Coyuca de Benítez, Aníbal Galeana Cortés, y su esposa Rubí Bravo Solís, quienes fueron localizados desmembrados en plena campaña electoral.
Asimismo, el asesinato del candidato de la alianza PAN-PRI-PRD a la presidencia de ese municipio, Alfredo Cabrera Barrientos, en pleno evento de cierre de campaña y ante cientos de simpatizantes, el 29 de mayo.
La violencia electoral fue un factor determinante en el resultado de las elecciones en Guerrero, donde el miedo fue utilizado para mantener el control de la entidad guerrerense, en la cual gran parte de la población vive en pobreza y en pobreza extrema. Otro ejemplo: en plena campaña, todos los habitantes de San Jerónimo Palantla —niños, jóvenes, hombres, mujeres y adultos mayores— pueblo que pertenece al municipio de Chilapa de Álvarez, fueron desplazados en su totalidad ante la irrupción de hombres armados que quemaron casas, vehículos y todo lo que encontraron a su paso.
A la violencia electoral se sumó otro factor importante: el grave desempleo, que ocasionó el voto masivo a favor del partido en el poder (Morena) ante el temor de quedarse, en el caso de los adultos mayores, sin su Pensión Bienestar, en el caso de los estudiantes, sin su beca, y en el caso de los campesinos, sin los recursos económicos que les entregan a través del programa Sembrando Vida.
Para muchas familias guerrerenses, su única fuente de ingresos son las dádivas (apoyos sociales) del Gobierno federal y no estaban dispuestas a perderlas. Por eso el aplastante triunfo morenista en Guerrero y en el país, que sigue cayéndose a pedazos ante la fallida estrategia de seguridad de abrazos y no balazos, que es replicada en cada uno de los estados gobernados por el partido político que está en el poder.
El reparto de tarjetas (dinero) al pueblo pobre de Guerrero sí funciona, aunque cada vez sea más difícil la adquisición de productos de la canasta básica, situación que empeora en caso de enfermarse, debido a que no hay centros de salud ni medicamentos gratuitos, aunado a una grave crisis ambiental provocada por los incendios forestales y la falta de agua potable, que no es atendida.
En la jornada electoral destacó también el trabajo realizado en Guerrero por un ejército de personas que llevaron mensajes de bienestar; fue titánico y loable. Cruzaron ríos, arroyos, calles y senderos, casa por casa, platicaron con las familias guerrerenses de sus principales necesidades y de los compromisos de los candidatos del pueblo, de las candidatas y candidatos del Partido Alianza Ciudadana (PAC). Gracias por llegar a cada rincón de esta entidad y por la luz de esperanza encendida.
El segundo sexenio de Morena debe servir para analizar y organizar a todos los mexicanos que verdaderamente quieran un cambio de raíz y convencerlos de que esto sólo se podrá lograr con un partido político del pueblo trabajador.
Esa es la verdadera alternativa, ya que los partidos políticos actuales o están concentrados en sus intereses personales o quieren seguir dominando al pueblo con dádivas que no alcanzan para lo esencial.
Rendirse, jamás; simplemente no está en nuestro vocabulario. ¿Qué sigue? La tarea inmediata es educar, atender y politizar a las masas para crear grupos fuertes que no puedan ser penetrados por grupos delincuenciales ni por migajas.
Es necesario convencerlos de que las dádivas no los acercarán a mejorar sus condiciones de vida, no resolverán la pobreza ni disminuirán la enorme y lacerante brecha de la desigualdad social.
Tomaremos el triunfo morenista como una oportunidad para analizar, educar, atender, politizar y luchar hombro con hombro con los guerrerenses para convencerlos de que un partido político nuevo es la única oportunidad de un estado más próspero.
Redoblaremos esfuerzos hasta lograr una patria más justa para todos. Para lograrlo, es necesario el apoyo de nuestros queridos jóvenes, para que juventud y experiencia se conjuguen a favor de Guerrero y de México.
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