La educación es uno de los sectores de la sociedad que más impacto tuvo por la pandemia del COVID-19. El incremento de la deserción escolar es una consecuencia que urge atender ahora que inicia el ciclo escolar 2022-2023. Por ello, en este momento en que la Secretaría de Educación (SEP) contempla un gradual regreso a clases presenciales y el tema se vuelve todavía más importante y urgente.
Cuando se declaró como pandemia la enfermedad del Covid-19, afecto a más de la mitad de los países del mundo, como consecuencia se suspendieron las clases presenciales y por consiguiente se cerraron los planteles educativos por tiempo indefinido. Indirectamente las infraestructuras también fueron víctimas de esta pandemia, porque al estar cerradas por mucho tiempo las escuelas se iban deteriorando con el paso del tiempo.
Para nadie es desconocido que en México existe un rezago educativo notable y un descuido total al sistema educativo, hoy en día existen escuelas que no cuentan con la infraestructura adecuada a las necesidades de la comunidad escolar, sin luz, agua, mobiliario, etc., aunado a ello se han deteriorado aún más como consecuencia de la pandemia. Han enfrentado robos y saqueos producto de la delincuencia; todavía existen escuelas que no cuentan con laboratorios de ciencias y computación, que ayudará en el desarrollo óptimo de los estudiantes y en otros casos en comunidades donde los docentes tienen que atender tres diferentes grados académicos a la vez. Ya que no existe el personal suficiente para atender las necesidades de las mismas, quienes lo vemos a diario nos damos cuenta de todas las carencias y necesidades que existen en el sector educativo.
Sabemos que para poder tener un regreso a clases sin poner en riesgo a los estudiantes, es necesario que el Gobierno Federal brinde las condiciones tanto a los docentes como a los estudiantes, en donde los educandos pueden adquirir el aprendizaje de una manera más dinámica y segura, con espacios adecuados de acuerdo a la nueva normalidad que se ha implementado, que las escuelas tengan lo necesarios para atender a los estudiantes, desde los sanitarios, luz eléctrica y agua potable, los cuales juegan un papel importante, debido a que los estudiantes deben de lavarse las manos constantemente y las aulas deben de ser sanitizadas, para evitar que se siga propagando el virus del Covid-19.
Sin embargo, la pregunta relevante aquí es ¿en verdad al gobierno le interesa la educación? Si es así, es necesario que se destine más recurso que ayude en la rehabilitación de los centros escolares y en el caso de las escuelas que se encuentran en las zonas marginadas, se le brinden los servicios necesarios que requieren para tener una escuela digna, que pueda brindarle los servicios que requieren los niños y adolescentes de dicha comunidad.
La educación, es un derecho y obligación que debe proporcionar y dar el gobierno, así como servicios educativos para que la población goce de ese derecho, pero en la actualidad son insuficientes los recursos asignados para el mejoramiento de la infraestructura educativa, por lo que es de urgencia solicitar a las autoridades educativas locales, municipales y federales, así como a las encargadas del mantenimiento y mejoramiento de la infraestructura en las escuelas públicas de educación básica que inviertan en este importante rubro.
Es claro que para la 4T hay otras prioridades, en las cuáles sí ve la necesidad de incrementar el presupuesto este 2022, pero estas obras sólo benefician a los intereses de unos cuanto y por tanto, desampara a la mayoría. El recurso destinado a sus obras emblemáticas, deberían ser utilizados para educar al pueblo. Si hubiera un interés real que en nuestro país avance en ciencia y la tecnología, se debe invertir en las mismas, con el único fin de que nuestros jóvenes se preparen y formen a los futuros médicos, ingenieros, investigadores, científicos, etc., para que el día de mañana apoyen los intereses colectivos, desarrollen la ciencia y la tecnología en favor de la nación y no de unos cuántos.
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