En la antesala de un nuevo proceso electoral en México, se han presentado situaciones que deben recibir la condena unánime de los mexicanos, como el hecho de que los altos mandos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) utilicen la adquisición de la vacuna contra la covid-19 para decir que gracias a ellos el pueblo tiene la atención médica que requiere, mentira vil que se adhiere nuevamente al populismo que encabezan los promotores de la mal llamada "Cuarta Transformación” (4T) y del presidente López Obrador, pensando que de esa forma se nutrirán de simpatizantes o de votos y lograrán triunfar en las urnas.
Lejos de haber realizado un buen trabajo desde antes y después de llegada la pandemia a nuestro país, el Gobierno federal ha dado muestras claras de su ineptitud en la conducción de México, mutilando programas y fideicomisos que al no existir han acrecentado los cinturones de pobreza en todos los rincones de la patria.
Esgrimiendo ese populismo que logró catapultar a la cima del poder político a los morenistas, aunado al viejo sistema nacional que estaba en crisis, tanto por la concentración de la riqueza y el poder como por la corrupción del aparato de gobierno y por la marginación y el olvido de las masas populares, López Obrador supo venderse como la opción antisistema y como la solución providencial a todos los problemas del país y de las masas trabajadoras.
Sin embargo, una vez entrando en funciones, comenzó a gobernar con la brújula extraviada, incurriendo en garrafales errores que actualmente mantienen en verdaderos problemas a los campesinos, trabajadores, empresarios, comerciantes, amas de casa, en fin, a millones de familias que han sido víctimas de ese populismo equivocado donde para ganar adeptos se aplicó el famoso combate a la corrupción, afectando a inocentes y perdonando a los culpables.
Por eso los antorchistas hemos sostenido, y seguimos sosteniendo hoy que derrotar a Morena en las urnas es solo una parte del problema; que hace falta, además, un nuevo proyecto integral de país que procure el crecimiento y desarrollo económico sostenidos y con equidad y justicia social para todos.
El peligro que nos amenaza es el de perder las elecciones próximas y consolidar por esa vía el desastroso proyecto morenista. O, peor aún, que la oposición reconquiste el poder solo para retornar al viejo modelo contra el cual votó el pueblo, lo que incrementaría sin remedio el descontento popular.
Las consecuencias de una u otra alternativa son impredecibles, pero de ninguna manera optimistas ni esperanzadoras. Urge la construcción de un México real y enteramente nuevo, más justo y equitativo para todos, pero, sobre todo, para los olvidados de siempre.
Es necesario que en la medida en que se acerque la elección, cada familia, cada mexicano en edad de votar, revise a fondo la manera como ese populismo de la 4T ha condenado al país a vivir en medio de situaciones adversas al progreso, donde ya no se tiene la mínima esperanza de acceder a mejores niveles de bienestar social.
No debemos permitir que se juegue con la salud de los mexicanos tal como se ha constatado por parte de Morena, en esa ambición de continuar en el poder a pesar de los graves errores cometidos.
Es falso también que un voto por Morena sea un voto para México, después de que hemos sido testigos del desamparo hacia Estados y Municipios por parte de la federación, esquilmándole recursos que servían para atender a los ciudadanos de todo el país.
Por ello es que debemos echar mano del sufragio para tomar la decisión correcta que ponga fin a los atentados esgrimidos por el gobierno de Morena, aunque como se puede advertir no basta con derrotar a Morena en las urnas, sino además se debe implementar una nueva forma de gobernar donde todos los habitantes de esta patria realmente seamos felices y contemos con las oportunidades de empleo, salud, seguridad, vivienda, recreación y educación.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario