La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano señala en su artículo 2 que: “…la finalidad de todas las asociaciones políticas es la protección de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre; y esos derechos son libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la opresión”, bajo esta línea de pensamiento se configuran derechos constitucionales del llamado Estado moderno por lo que hablar de asociación es hablar de un derecho constitucional básico.
Otro documento que es un antecedente histórico de este derecho fundamental es la Declaración Americana de los Derechos del Hombre de 1948 que en su artículo XXII estableció que “…toda persona tiene el derecho de asociarse con otras para promover, ejercer y proteger sus intereses legítimos de orden político, económico, religioso, social, cultural, profesional, sindical o de cualquier otro orden”.
Esta libertad le permite al ciudadano asociarse con fines ideológicos y partidarios sin mayor problema una situación que, en el fondo, resulta incómodo para cualquier régimen o sistema que tema y vea como enemigo a la oposición a sus ideas.
En México, la constitución desde 1917 detalla en el Artículo 9 que “... No se considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto, a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee”. Un derecho que, aunque plasmado en la Constitución, no ha sido del todo respetado por los gobiernos en nuestro país pues son innumerables los ejemplos de represión directa del estado cuando se ejerce el derecho de petición y protesta.
En Antorcha el derecho de asociación es base para impulsar cambios verdaderos en la nación. A partir de esta garantía que brinda la carta magna, hemos exigido a los gobiernos, hemos logrado que el pueblo levante la voz y logre desarrollo, logre beneficios directos para sus comunidades, pero lo más importante hemos generado conciencia social y hacer valer un derecho básico que es un pilar para que el pueblo mexicano haga justicia social.
Sin duda se trata de un derecho que aplicado de la forma correcta genera cambios positivos en la sociedad, pero al mismo tiempo es un dolor de cabeza para quienes detentan el poder; es decir, para los capitalistas que son representados por la mayoría de los gobiernos en turno. La asociación, la protesta son sin duda uno de los grandes miedos del sistema capitalista que busca preservar sus ideas y mecanismos de explotación sin mayores inconvenientes.
Hoy podemos decir que gracias a este derecho, los mexicanos tienen la libertad total de protestar en contra de la injusticia social y exigir, con la ley en la mano, que las autoridades hagan su trabajo, que volteen su mirada a la clase desprotegida y que atiendan sus demandas; línea de pensamiento que Antorcha sigue desde hace más de 45 años y que ha dado resultados concretos que deben seguir sumando a la búsqueda de una patria más justa para los que menos tienen.
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