Hoy en día, cualquier medio de transporte es de utilidad, ya sea una bicicleta, moto o carro, para quienes puedan acceder a él. Pero sin duda, el medio por el cual se mueven los ciudadanos, y es el más usado, es el transporte público, mismo que en ocasiones es deficiente, pero tiene la característica de ser muy accesible para el mexicano promedio y que no puede costear un automóvil o un taxi.
Pero sin duda el transporte público, o, mejor dicho, los gobiernos, le han quedado a deber mucho a los mexicanos, porque la mayoría de estos son deficientes y no están diseñados para la demanda de la gente, que es mucha.
Uno de estos transportes es el Metro de la Ciudad de México, que sí es de gran utilidad y accesible al público, pero sobre todo te permite desplazar por toda la ciudad, sin embargo, la poca inversión a este servicio ha provocado tragedias que han cobrado la vida de personas inocentes.
A pesar de ser uno de los transportes con mayor demanda, no se le destina el recurso suficiente para darles mantenimiento, y sólo se limita la actual administración a echar culpas a la anterior administración sin darle una solución seria.
Esto ocurre en el centro del país, pero si bien no ha sido el caso de la misma magnitud, para allá va el transporte público de la capital de Yucatán, cuyo medio deja mucho que desear a los meridanos y a los yucatecos en general que lo ocupan.
El transporte en Mérida es muy escaso, no tiene las suficientes unidades para dar servicios a los cientos de yucatecos que llegan a la capital y que provienen de municipios vecinos o sino de la misma ciudad, pero que viven de extremo a extremo, como aquellos que habitan el sur de la ciudad y se tienen que trasladar al norte.
De acuerdo con el Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT), hay alrededor de 800 unidades operando en toda la capital, donde de éstas, el 82.7 por ciento son autobuses y un 17.3 por ciento son taxis colectivos.
Esto deja ver la clara deficiencia y escaso transporte público. Teniendo como consecuencia que yucatecos tengan que salir de sus hogares a las cinco de la mañana, para llegar a hacer filas que en muchas ocasiones rodean la cuadra, siendo principalmente aquellas personas que viven en el sur de Mérida, lugar donde aún es todavía escaso el transporte.
Si bien el transporte en Mérida se encuentra actualmente en modernización, siendo el Sistema Integral de Transporte Urbano (Situr) el último y mismo que quedó inconcluso, dejando a varios concesionarios con deudas impagables por la mala planeación.
Actualmente el transporte continúa en modernización con el Sistema de Transporte Va y ven que entró en sustitución del Situr, siendo la primera ruta que recorre el Periférico de Mérida, siendo de primer nivel en la entidad, pues cuenta con unidades inclusivas para aquellas personas con capacidades diferentes, monitoreo GPS, cobro eléctrico –tarjetas inteligentes- a los viajeros y pago por kilómetro recorrido a los concesionarios.
Si bien ya está este transporte y el de la ruta Metropolitana, el beneficio no es para todos, pues aún falta en la modernización de aquellas unidades que circulan por la zona sur de Mérida, aquella zona donde se ve muy marcada la pobreza en la gente, una zona muy diferente a la del Norte, que tiene todos los servicios, calles pavimentadas y casas de varios niveles y de materiales de concreto.
Los meridanos de la zona Sur tienen que pagar un alto costo para poder trasladarse hasta el lugar de trabajo. Un costo social y económico. Porque al viajar, merma la economía de la familia en cuanto a su ingreso, pues hay que pagar viajes de ida y vuelta ($15.00), pero si toma el Va y Ven, la cifra cambia y aumenta a 12 pesos por viaje, siendo en total 29 pesos diarios, siendo en total por siete días 203 pesos.
A esto se suma el tiempo de espera para que llegue el transporte que en muchas ocasiones es de hasta una hora o un poco más la espera para que llegue un camión en mal estado y con un chofer que mal lo maneja, pues su prisa por llegar a su lugar hace que pase los baches de las calles sin preocupación, dejando serios daños en los usuarios.
Así es la Mérida que no se ve pero que existe, dos caras, una sola moneda. Un transporte de primer nivel, pero no asequible para todos. Discriminando así al sector más vulnerable de la ciudad y del estado. No a las largas horas de espera, al viejo y deficiente transporte, luchemos por mejores condiciones de vida y una de ellas es el transporte público que de alguna manera, todos lo usamos. De no ser, seguiremos en esas largas filas que dan vuelta a la calle.
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